Una
veintena de sismos se registró al norte y noroeste de Añelo del 1
al 6 de junio. La multinacional Shell llegó a suspender sus
operaciones. Entrevistamos a Javier Grosso, geógrafo de la
Universidad Nacional del Comahue.
por
Esteban Martine
Javier
Grosso es profesor e investigador del Departamento de Geografía de
la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) e integrante del Grupo
Interdisciplinario de Estudios Ambientales. Desde el 2019 se dedica a
analizar la actividad sísmica en zonas en las que antes de la
explotación hidrocarburífera no convencional por medio del fracking
no se tenía registro de sismos. Lo entrevistamos para que nos
explique los episodios inéditos de las últimas semanas.
En
los últimos días se conoció la decisión de Shell de parar por 48
horas las fracturas en el bloque Bajada de Añelo, luego de
registrarse sismos en la zona. ¿Qué fue lo que pasó?
Bueno,
hubo un comunicado oficial de la compañía que indicó que
preventivamente suspendían las actividades en Bajada de Añelo por
los sismos. Esto fue el pasado sábado 6, y el martes 9 ya estaban
retomando las actividades. ¿Qué pasó? Es algo que no lo sabemos.
Pero sí podemos afirmar que es algo inédito porque es la primera
vez que una empresa en Vaca Muerta detiene sus operaciones por los
sismos y lo hace público.
Vos
venías planteando que durante la etapa más estricta del Aislamiento
Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) la frecuencia e intensidad de
los movimientos se habían reducido, ¿es así?
En
realidad la actividad se reduce incluso previo al ASPO pero en esa
coincidencia con una baja de la actividad. Durante el mes de marzo
directamente no se registran sismos, o al menos sismos que haya
publicado el INPRES (Instituto Nacional de Prevención Sísmica), que
son los mayores a 2,5 grados de magnitud (en la escala de Ritcher).
En abril, el 4 y el 9 de abril sí se registran sismos, después ya
no. Y en el mes de mayo, se registra un sismo el día 13, y los días
26 y 27 se registran otros. Es decir que es muy baja la actividad
sísmica, coincidiendo con el parate de la actividad de fractura. La
prensa llega a señalar que se estaban realizando 0 fracturas.
¿Y
esto cuando cambia?
Cuando
se retoma la actividad, se da el hecho de la semana pasada, que entre
el 1 y el 6 de junio se registran, según Red Geocientífica Chile 20
sismos. De esos 20, INPRES sólo publica 16. Pero el hecho inédito
es que de lunes a sábado tembló, y fueron todos sismos arriba de
2,5 grados. Una situación que no se había dado desde el comienzo de
la explotación de Vaca Muerta. Sí se han dado momentos en que se
registraron muchos sismos, pero en las cercanías de Sauzal Bonito,
cuando estaban operando en forma intensiva Pampa Energía en El
Mangrullo y Tecpetrol en Fortín de Piedra. Pero la coincidencia es
notable. Porque cuando finalmente se hacen los protocolos de sanidad
y se vuelve a la actividad del fracking, los sismos comienzan
nuevamente. El sábado 6 Shell informa que frena la actividad en
Bajada de Añelo, tras registrarse un sismo en horas de la mañana, y
llamativamente entre el sábado y el domingo no vuelve a temblar.
Después se registran sí nuevos sismos de baja intensidad el lunes
8, y hasta hoy (jueves 11), no se vuelven a registrar.
Esto
reavivó el debate sobre la relación del fracking con los sismos. Me
llamó una nota en el diario Río Negro afirmando que no es la
primera vez que una petrolera detiene sus operaciones por sismos,
sino la primera vez que esto se hace público. ¿Creés que las
empresas cuentan con más información que el estado? ¿Qué pasó
con los sismógrafos que el gobierno provincial anunció que iba a
instalar?
Bueno,
técnicamente las compañías en el momento de la perforación van
haciendo un registro sísmico. Yo desconozco esa información porque
lamentablemente no la transmiten. Acá hubo una situación muy
particular que es que una compañía multinacional (Shell) frene la
actividad sin que el Estado se lo haya pedido, solicitado u obligado.
Eso es algo bastante poco usual, por lo general ellos hacen hasta que
alguien se los prohíbe.
Con
respecto a los sismógrafos, bueno… Eso no ocurrió. La frase que
repiten el gobierno y las empresas es: “hasta que no estén
instalados todos los sismógrafos, no se va a obtener información de
calidad”. Bueno, INPRES vino en el verano de 2019 e instaló 2
sismógrafos, uno en Añelo y otro en Sauzal Bonito, y después no
volvió a instalar más. Esperan, según un acuerdo con el Instituto
Argentino de Petróleo y Gas (IAPG) instalar una red de 26
sismógrafos. Eso es muy difícil que ocurra, y tampoco la realidad
es que fueran necesarios todos esos 26 para lograr buena información.
De hecho, con que instalaran uno más, con tres ya se podría obtener
muy buena información, y con 8 ya sería extraordinario y brindaría
información de muchísima precisión.
¿A
qué distancia se registraron los sismos respecto de las distintas
represas hidroeléctricas sobre el río Neuquén y cuál es el riesgo
que ves asociado a esa situación?
Eso
es algo bastante particular. Estos sismos que se están dando al
norte y noroeste de Añelo, están un poco más alejados que los que
ya se dieron en el verano del 2019, en las cercanías del Complejo
Hidroeléctrico Cerros Colorados. Esos, que eran próximos al
yacimiento Fortín de Piedra, estaban muy cercanos. Estos están un
poco más alejados, pero reflota esa preocupación. La preocupación
sobre qué respuesta puede tener la infraestructura vieja, que es una
infraestructura no preparada para una zona sísmica. A nosotros nos
preocupa particularmente también la respuesta que pueda tener la
infraestructura civil. Y también todos los pozos que han sido
perforados hace 30 o 40 años, previos al fracking, donde se han
cerrado todos esos pozos sin tener las consideraciones técnicas que
hoy son obligatorias para los pozos de fracking, por lo tanto sigue
estando esa duda. Los pozos sumideros,donde se inyecta el “flowback”
los líquidos residuales del fracking, siguen siendo una
preocupación. Algunos de esos pozos son viejos pozos de producción,
convertidos a sumideros. ¿Esos pozos ante un cambio en la sismicidad
pueden seguir respondiendo con capacidad de impermeabilizar y que no
tengan ningún tipo de contacto los residuos que están inyectando a
3.000 metros con las napas y las zonas superficiales? Bueno, ese es
otro de los planteos.
Pero
volviendo, Cerros Colorados es un complejo muy importante, que tiene
dos centrales eléctricas (Planicie Banderita y Loma de la Lata). El
dique tiene 45 años, y no estuvo preparado para una zona a la que se
le está cambiando la sismicidad.
Por
último, vos en algunas publicaciones y entrevistas destacas que se
trata de sismos de baja profundidad...
Sí,
eso es otra cosa que considero muy pero muy importante tener en
cuenta. En lo que va del año, los sismos con profundidades más
bajas, están ocurriendo en Neuquén. Y lejos de la cordillera que
naturalmente se podría considerar como una zona de convergencia de
placas, donde más se dan los sismos. En eso es muy elocuente
comparar con otras provincias. San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta,
Jujuy, son provincias con altísimos niveles de sismicidad. Sólo
para ejemplificar, en el caso de San Juan que es la provincia que más
tiembla, la que tiene más sismos, en lo que va del año tiene 1321
sismos. Y de esos 1321 sismos, hay uno sólo en el que su foco, su
hipocentro digamos, tiene menos de 5.000 metros de profundidad. ¿Qué
ocurre en Neuquén? Hay 29 sismos registrados, y de esos 29, son 19
los que tienen profundidad más baja que 6.000 metros. ¿Qué pasa
entre la superficie y los 6.000 metros? Se fractura la roca madre por
medio del fracking, por supuesto en lo que es la explotación de
shale.
Fuentes:
Esteban Martine, “Cuando se retomó el fracking en Vaca Muerta, los sismos comenzaron nuevamente”, 11 junio 2020, La Izquierda Diario.
Dibujo Chelo Candia.
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