viernes, 12 de junio de 2020

“Cuando se retomó el fracking en Vaca Muerta, los sismos comenzaron nuevamente”

Una veintena de sismos se registró al norte y noroeste de Añelo del 1 al 6 de junio. La multinacional Shell llegó a suspender sus operaciones. Entrevistamos a Javier Grosso, geógrafo de la Universidad Nacional del Comahue.

por Esteban Martine

Javier Grosso es profesor e investigador del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) e integrante del Grupo Interdisciplinario de Estudios Ambientales. Desde el 2019 se dedica a analizar la actividad sísmica en zonas en las que antes de la explotación hidrocarburífera no convencional por medio del fracking no se tenía registro de sismos. Lo entrevistamos para que nos explique los episodios inéditos de las últimas semanas.

En los últimos días se conoció la decisión de Shell de parar por 48 horas las fracturas en el bloque Bajada de Añelo, luego de registrarse sismos en la zona. ¿Qué fue lo que pasó?

Bueno, hubo un comunicado oficial de la compañía que indicó que preventivamente suspendían las actividades en Bajada de Añelo por los sismos. Esto fue el pasado sábado 6, y el martes 9 ya estaban retomando las actividades. ¿Qué pasó? Es algo que no lo sabemos. Pero sí podemos afirmar que es algo inédito porque es la primera vez que una empresa en Vaca Muerta detiene sus operaciones por los sismos y lo hace público.

Vos venías planteando que durante la etapa más estricta del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) la frecuencia e intensidad de los movimientos se habían reducido, ¿es así?

En realidad la actividad se reduce incluso previo al ASPO pero en esa coincidencia con una baja de la actividad. Durante el mes de marzo directamente no se registran sismos, o al menos sismos que haya publicado el INPRES (Instituto Nacional de Prevención Sísmica), que son los mayores a 2,5 grados de magnitud (en la escala de Ritcher). En abril, el 4 y el 9 de abril sí se registran sismos, después ya no. Y en el mes de mayo, se registra un sismo el día 13, y los días 26 y 27 se registran otros. Es decir que es muy baja la actividad sísmica, coincidiendo con el parate de la actividad de fractura. La prensa llega a señalar que se estaban realizando 0 fracturas.

¿Y esto cuando cambia?

Cuando se retoma la actividad, se da el hecho de la semana pasada, que entre el 1 y el 6 de junio se registran, según Red Geocientífica Chile 20 sismos. De esos 20, INPRES sólo publica 16. Pero el hecho inédito es que de lunes a sábado tembló, y fueron todos sismos arriba de 2,5 grados. Una situación que no se había dado desde el comienzo de la explotación de Vaca Muerta. Sí se han dado momentos en que se registraron muchos sismos, pero en las cercanías de Sauzal Bonito, cuando estaban operando en forma intensiva Pampa Energía en El Mangrullo y Tecpetrol en Fortín de Piedra. Pero la coincidencia es notable. Porque cuando finalmente se hacen los protocolos de sanidad y se vuelve a la actividad del fracking, los sismos comienzan nuevamente. El sábado 6 Shell informa que frena la actividad en Bajada de Añelo, tras registrarse un sismo en horas de la mañana, y llamativamente entre el sábado y el domingo no vuelve a temblar. Después se registran sí nuevos sismos de baja intensidad el lunes 8, y hasta hoy (jueves 11), no se vuelven a registrar.

Esto reavivó el debate sobre la relación del fracking con los sismos. Me llamó una nota en el diario Río Negro afirmando que no es la primera vez que una petrolera detiene sus operaciones por sismos, sino la primera vez que esto se hace público. ¿Creés que las empresas cuentan con más información que el estado? ¿Qué pasó con los sismógrafos que el gobierno provincial anunció que iba a instalar?

Bueno, técnicamente las compañías en el momento de la perforación van haciendo un registro sísmico. Yo desconozco esa información porque lamentablemente no la transmiten. Acá hubo una situación muy particular que es que una compañía multinacional (Shell) frene la actividad sin que el Estado se lo haya pedido, solicitado u obligado. Eso es algo bastante poco usual, por lo general ellos hacen hasta que alguien se los prohíbe.

Con respecto a los sismógrafos, bueno… Eso no ocurrió. La frase que repiten el gobierno y las empresas es: “hasta que no estén instalados todos los sismógrafos, no se va a obtener información de calidad”. Bueno, INPRES vino en el verano de 2019 e instaló 2 sismógrafos, uno en Añelo y otro en Sauzal Bonito, y después no volvió a instalar más. Esperan, según un acuerdo con el Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG) instalar una red de 26 sismógrafos. Eso es muy difícil que ocurra, y tampoco la realidad es que fueran necesarios todos esos 26 para lograr buena información. De hecho, con que instalaran uno más, con tres ya se podría obtener muy buena información, y con 8 ya sería extraordinario y brindaría información de muchísima precisión.

¿A qué distancia se registraron los sismos respecto de las distintas represas hidroeléctricas sobre el río Neuquén y cuál es el riesgo que ves asociado a esa situación?

Eso es algo bastante particular. Estos sismos que se están dando al norte y noroeste de Añelo, están un poco más alejados que los que ya se dieron en el verano del 2019, en las cercanías del Complejo Hidroeléctrico Cerros Colorados. Esos, que eran próximos al yacimiento Fortín de Piedra, estaban muy cercanos. Estos están un poco más alejados, pero reflota esa preocupación. La preocupación sobre qué respuesta puede tener la infraestructura vieja, que es una infraestructura no preparada para una zona sísmica. A nosotros nos preocupa particularmente también la respuesta que pueda tener la infraestructura civil. Y también todos los pozos que han sido perforados hace 30 o 40 años, previos al fracking, donde se han cerrado todos esos pozos sin tener las consideraciones técnicas que hoy son obligatorias para los pozos de fracking, por lo tanto sigue estando esa duda. Los pozos sumideros,donde se inyecta el “flowback” los líquidos residuales del fracking, siguen siendo una preocupación. Algunos de esos pozos son viejos pozos de producción, convertidos a sumideros. ¿Esos pozos ante un cambio en la sismicidad pueden seguir respondiendo con capacidad de impermeabilizar y que no tengan ningún tipo de contacto los residuos que están inyectando a 3.000 metros con las napas y las zonas superficiales? Bueno, ese es otro de los planteos.

Pero volviendo, Cerros Colorados es un complejo muy importante, que tiene dos centrales eléctricas (Planicie Banderita y Loma de la Lata). El dique tiene 45 años, y no estuvo preparado para una zona a la que se le está cambiando la sismicidad.

Por último, vos en algunas publicaciones y entrevistas destacas que se trata de sismos de baja profundidad...

Sí, eso es otra cosa que considero muy pero muy importante tener en cuenta. En lo que va del año, los sismos con profundidades más bajas, están ocurriendo en Neuquén. Y lejos de la cordillera que naturalmente se podría considerar como una zona de convergencia de placas, donde más se dan los sismos. En eso es muy elocuente comparar con otras provincias. San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy, son provincias con altísimos niveles de sismicidad. Sólo para ejemplificar, en el caso de San Juan que es la provincia que más tiembla, la que tiene más sismos, en lo que va del año tiene 1321 sismos. Y de esos 1321 sismos, hay uno sólo en el que su foco, su hipocentro digamos, tiene menos de 5.000 metros de profundidad. ¿Qué ocurre en Neuquén? Hay 29 sismos registrados, y de esos 29, son 19 los que tienen profundidad más baja que 6.000 metros. ¿Qué pasa entre la superficie y los 6.000 metros? Se fractura la roca madre por medio del fracking, por supuesto en lo que es la explotación de shale.

Fuentes:
Esteban Martine, “Cuando se retomó el fracking en Vaca Muerta, los sismos comenzaron nuevamente”, 11 junio 2020, La Izquierda Diario.
Dibujo Chelo Candia.

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