MÉXICO,
8 jun 2020 (IPS) - Las diminutas bolitas de resina con las que se
elaboran productos más grandes, como las botellas plásticas, son
recios enemigos de la vida marina y potencialmente de los seres
humanos, comprueban cada día organizaciones de trabajo ecologista
como la mexicana Menos Plástico es Fantástico.
Se
trata de “plásticos de menos de cinco milímetros de diámetro,
que aparecen en muchas playas y como no es un tema tan conocido no se
toma muy en cuenta”, señaló Ana Antillanca, fundadora de la
organización, a enviados de la ONU que destacaron esa labor este
lunes 8, Día Mundial de los Océanos.
“Nosotros
vivimos al frente del mar, nuestra vida está aquí, y todos los días
lamentablemente, aunque limpiemos, aparece de nuevo basura de
plástico”, deplora Antillanca, chilena radicada hace 13 años en
la playa Mahahual, en el estado de Quintana Roo, a orillas del Caribe
en el extremo sureste mexicano.
Los
plásticos llegan por la actividad en la zona, atractiva para el
turismo por sus paradisíacas playas, pero también traídos desde
lejos por las corrientes marinas.
Solo
en Punta Herradura, área de Mahahual utilizada para el desove por
tortugas marinas, la organización de Antillanca ha recogido tres
toneladas de plásticos desde 2019 y comprobado la presencia masiva
de las tan mínimas como tóxicas bolitas.
“Trabajamos
para lograr en 2020 la anidación libre de plástico”, afirmó.
Conocidas
como pellets o nurdles, las pequeñísimas esferas “pueden
confundirse con huevos de pescado o de otros animales marinos, y las
toman como alimentos los peces, las tortugas o las aves”, señaló
Antillanca.
Son
tóxicos, pues contienen micropoluyentes orgánicos como como
policlorados bifenilos (PCB), dicloro-difenildicloroetileno (DDE) y
nonilfeno. Además, absorben contaminantes del agua de mar
circundante, lo que afecta a medida que se consumen y acumulan las
toxinas en animales y en humanos.
Roberto
Cerda, fundador de la oenegé Restore Coral, también del Caribe
mexicano, atribuye responsabilidad a los fabricantes, pues “es un
plástico de preproducción, solamente lo posee una persona que
fabrica plástico”, mediante el fundido de las bolitas de resina
para elaborar productos más grandes.
Además,
los nurdles son un insumo barato para la industria del plástico,
recordó un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), y por su poco tamaño y peso pueden perderse en los
traslados por camiones, buques o trenes, y viajar con el viento, en
la ropa de las personas o por los desagües.
De
los microplásticos que llegan a los océanos, 35 por ciento se
originan en el lavado de textiles sintéticos, según el PNUMA.
El
estudio calculó que entre ocho y 13 millones de toneladas de
plástico son descargadas en el mar cada año, lo que equivale
aproximadamente a un camión cargado de basura entrando al océano
cada minuto.
El
grupo de Antillanca también apunta a la responsabilidad de los
consumidores “hacia una transición para una vida libre de
plástico. Podemos decir que hay que dejar de consumirlo, y la
industria deberá hacer el cambio”, según la activista.
Una
iniciativa tomada fue convocar artistas para que hagan intervenciones
con residuos de plástico y los conviertan en obras de arte, que se
suma a un festival y un museo interactivo sobre el plástico en sus
playas, para sensibilizar a los municipios de la región sobre la
materia.
Cerda
planteó otra cuestión, que interroga a las autoridades: “Por más
que sacamos el plástico ¿a dónde lo llevamos? En Quintana Roo no
hay una infraestructura eficiente de manejo de desperdicios”, según
dijo.
Deploró
que como la proyectada vía férrea Tren Maya “puede aportar otros
cinco millones de turistas a una región que ya recibe 15 millones,
hasta ahora la decisión (de las autoridades) ha sido establecer un
nuevo vertedero de desechos a cielo abierto”, en área cercanas a
Mahahual.
En
el mundo la producción y uso de microplásticos, granulados, polvos
y abrasivos, ha aumentado sin cesar desde mediados del siglo XX y
alcanzó 320 millones de toneladas en 2015.
Se
ha comprobado su ingesta por más de 220 especies marina.
A-E/HM
Fuente:
Los microplásticos amenazan la vida marina, 8 junio 2020, Inter Press Service. Consultado 12 junio 2020.
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