"Monstruo inmenso nutrido con la sangre vegetal de los quebrachos" (Anacrasis Acevedo, poema fragmento)
A
partir de 1906, y durante los cincuenta años siguientes, los bosques
de quebracho distribuidos en más de dos millones de hectáreas
fueron objeto de una tala despiadada y sistemática por parte de La
Forestal. Al cabo del ciclo comenzaron a sentirse las consecuencias
de esa explotación. Al agotamiento de los bosques primitivos trajo
aparejada la desaparición de especies animales, el éxodo de
población, alteraciones climáticas y agravamiento del problema de
las inundaciones. Donde puso el pie La Forestal, quedó tierra
arrasada, pueblos fantasmas, ecosistema degradado. Todo sucedió ante
la indiferencia de un Estado que dejó hacer y no movió un dedo para
proteger el medio maltratado en nombre de un interés inmediato,
depredador y salvaje.
por
Diego Colombres y Jorhe Gavilán
Cuando
la empresa desmontó sus maquinarias y se retiró de la Argentina la
zona en la que se había instalado ya no era la misma: la mayoría de
los bosques desaparecieron, algunas especies de animales se
extinguieron; los pobladores de la región emigraron, huyendo de
allí.
Durante
más de medio siglo La Forestal taló árboles de quebracho colorado
en las 2.100.000 hectáreas que le pertenecieron-una extensión
similar a la superficie de la provincia de Tucumán-, alterando el
desarrollo del ecosistema natural en tierras del norte de Santa Fe,
el Chaco y Formosa.
Antonio
Elio Brailovsky, presidente del Movimiento Argentino Ecológico
(MAE), sostuvo que "esta industria se valió de un esquema
económico en el que la ausencia de control por parte del Estado
beneficiaba a las empresas privadas".
La
Compañía de Tierras Maderas y Ferrocarriles La Forestal Limitada
-ésta era la denominación competa que se rubricó en el estatuto-
se fundó en 1906 luego de un proceso que comenzó cuando la Compañía
Forestal del Chaco se unió con la Argentina Quebracho Company y la
Compañía de Tierras de Santa Fe. Gastón Gori, en su libro La
Forestal (Hyspamércia), aseguró que los propietarios de la mayoría
de las acciones eran empresarios ingleses. La principal actividad que
desarrolló la sociedad fue la extracción del tanino de la corteza
del quebracho. Este subproducto del árbol era utilizado -y lo es
actualmente en menor medida- para endurecer el cuero que procesaban.
Las
capacidades del tanino para curtir pieles demostraron ser tan
adecuadas que reemplazó a otras sustancias empleadas anteriormente.
Esto
provocó un aumento constante en su producción, la mayoría de la
cual era exportada a Inglaterra. Según una estadística relevada por
la Cámara Argentino-Paraguaya de productores de extracto de
quebracho, el promedio que se extrajo por año en el perñiodo
1951-1955 fue de 184.198 toneladas. posteriormente, las cantidades
fueron disminuyendo: 135.110 en 1956, 91.000 en 1963.
En
1971, La Forestal vendió sus bienes al laboratorio francés
Rhone-Poulec y se trasladó hacia países africanos como Rhodesia,
Sudáfrica y Kenya, donde había comenzado en la década de los
cincuenta a explotar plantaciones de mimosa, un vegetal del que
extraía un tanante con un costo menor al que pagaba en Santa Fe. En
ese entonces, la vida en el norte de la Argentina era muy diferente a
la que fue.
La
transformación del bosque
"La iniciación y progreso del tráfico en quebracho, forma uno de los capítulos más notables de la historia industrial de Sud América" (Arnold Wright)
"La
Forestal aceleró un proceso histórico por el cual el quebracho fue
reemplazado en el ecosistema por un arbusto eñoso muy difícil de
erradicar: el vinal", indicó Antonio Elio Brailovsky. El
presidente del MAE señaló que "la característica del bosque
chaqueño era la abundancia de esa árbol".
Gastón
Gori se percató de la capacidad de expansión que poseyó la
compañía. "Amparada por la naturaleza transitoria de lo que
explotaba, limitada por el agotamiento del quebracho colorado, hizo
que se convirtiera en el fenómeno industrial más discutido entre
nosotros (los argentinos) dentro de las actividades que tienen
implícita la ocupación de la tierra", escribió. también
describió cómo los obrajeros, los empleados más comunes de la
empresa, desempeñaron su trabajo. "En la región no se penetra
sino a filo de machete, a golpe de hacha, y si lo recordamos, es
porque de alguna manera debemos colocar al lector frente al escenario
donde se ha de mover el más sacrificado y también el hombre menos
valorizado en la escala social bien demarcada por el trato
diferencial de las empresas. De este hombre trabajador no ha quedado
más recuerdo de los hechos de los primitivos tiempos del rollizo y
el tanino", se lamentó.
En
Biografía de Amércia latina, editado por la Secretaría General de
la Organización de Estados Americanos (OEA), Angel cabrera y Abraham
Willink caracterizaron a la Provincia Chaqueña -denominada Parque
Chaqueño por otros especialistas- como "muy alterada por la
inmensa explotación forestal y la ganadería. En muchas zonas no
sólo ha desaparecido el bosque primitivo, sino oncluso el estrato
herbáceo, quedando sólo los arbustos espinosos, las bromeliáceas y
las cactáceas. Con cierta frecuencia estas tierras aparecen
invadidas por la jarilla, especia típica de la Provincia del Monte"
(p. 73).
Estos
autores delimitaron a la región estableciendo que "se extiende
por el sur de Bolivia, el oeste del Paraguay y el norte de la
Argentina, hacia Córdoba, San Luis y Santa Fe, desde casi la base de
la cordillera, hasta las riberas del río Paraná, y algo más al
este en el noroeste de Corrientes.
Abarca
llanuras y sierras de poca elevación que varían en sus lluvias
desde unos 500 mm en el oeste, hasta los 1200 mm anuales en el
extremo este" (p. 72).
En
el norte de Santa fe, en medio de la naturaleza agreste, La Forestal
construyó pueblos de estilo inglés destinados a los funcionarios
que se encargaban de la organización y control de las actividades de
la empresa.
La
producción de tanino aumentó de manera constante desde 1895 hasta
1914, lo cual provocó que la población urbana y rural -alentada por
la demanda de empleo para industrializar el quebracho- creciera en el
departamento Vera en el transcurso de 19 años de 7.000 habitantes a
27.726, y en General Obligado de 12.000 a 32.964.
Los
trabajadores fueron obligados a comprar los que necesitasen en
comercios que pertenecían a la compañía. "La Forestal
estableció en cada vía férrea sus propios almacenes ambulantes en
vagones ferroviarios. De tal manera, ejercía directamente el
comercio prohibiendo con carácter absoluto esa actividad a cualquier
otra persona en los obrajes. Los jornales de los obrajeros, en la
parte invertida en alimentos, bebidas y vestidos, pasaban
directamente a engrosar las ganancias", denunció Gastón Gori.
Pablo Quiroga, subsecretario de Política Ambiental durante la
administración de Raúl Alfonsín aseguró que "La Forestal no
solamente taló quebracho colorado, sino también de tipo blanco,
además se cortaron otros árboles porque la explotación fue muy
desprolija". El licenciado en ecología coincidió con
Brailovski cuando estimó los cambios que provocó la empresa en la
fisonomía de la región. "Actualmente en la zona existe el
vinal y otros arbustos. Estos vegetales sólo sobreviven en suelos
previamente erosionados", indicó.
Quiroga
resumió la función que cumplían los bosques en ese ecosistema.
"Las zonas subtropicales -explicó- tienen la característica de
ser muy frágiles. En las partes húmedas (existen secas) llueve
mucho y el agua "lava" las riquezas minerales del suelo. La
permanencia de los árboles permite que esas tierras sean ricas
porque vuelcan constantemente materias orgánicas. hojas, ramas,
etc., evitando que la lluvia impacte sobre la zona e involucre el
suelo".
Virgilio
Roig, integrante del Consejo Nacional de Investigaciones (CONICET) y
profesor de la Universidad de Cuyo en ciencias ecológicas, recordó
que La Forestal "explotó árboles de maderas resistentes
durante la Segunda Guerra mundial, ya que en esa época eran
considerados material estratégico". también consideró que
"había métodos más racionales para extraer el tanino; como el
que habían utilizado las empresas francesas: cortado las ramas y no
el tronco".
Así
como La Forestal despreció el cuidado del medio ambiente, las
condiciones de trabajo en que desempeñaban su labor sus empleados
suscitaron controversias. Escribió Gori que "las profundas
razones de orden social que motivaron las huelgas de 1919, 1920 y
1921 las encontraremos en la manera opresiva de obrar de la compañía
[...]. Se realizaba con aproximadamente nueve mil hacheros y
obrajeros, con mujeres e hijos en muchos casos, la explotación más
bárbara por intermedio de los contratistas, chivos emisarios de los
abusos [...]. La pobreza aumentaba cuando se desmantelaban las
instalaciones, con l traslado de la actividad forestal, y la
disminución de cargas en las estaciones ferroviarias". Entre
los años 1948 y 1963 la empresa clausuró en la provincia de Santa
Fe sus cuatro fábricas de extracto de tánico; en ese momento la
explotación de la materia prima que elaboraba, el quebracho, muy
reducido en población, había dejado de ser rentable.
"Cuando
La Forestal se fue del país, el bosque que dejó estaba degradado"
señaló Antonio Brailovski. "Sería absurdo imaginar a la
región como el desierto del Sahara. Lo que pasó fue que a partir de
la tala de árboles el ecosistema no pudo más alimentar y dar
refugio a los seres vivos que lo habitaban", aclaró.
Los
animales mueren sobre el suelo erosionado
"Aquí en el Chaco Santafecino, en donde impera el despotismo de un trust escandaloso, la vida es increíblemente cara, de parecer un cuento a toda persona que no haya vivido en estos lugares" (De un corresponsal de un diario en el pueblo Colmena, 1913)
"Los
animales carnívoros, los felinos como el yaguareté y el beraquiú
fueron especies más afectadas en sus poblaciones por la reducción
de bosques", informó Beatriz Marchetti, investigadora en
ciencias ecológicas del Centro de Estudios Avanzados de la
universidad de Buenos Aires (CEA/ UBA).
En
"La ecología de la fauna chaqueña", un informe publicado
por la revista Ecosuren en 1980, E.H. Bucher señaló que "algunas
de las especies, esencialmente por la actividad pastoril, agrícola y
forestal, han sido prácticamente eliminadas (guanaco y ciervo de las
pampas9 mientras que otras han sido reducidas en forma drástica, al
punto que peligra su supervivencia en la región. entre ellos merecen
citarse el jaguar, al aguará-guazú, tatú carreta y oso hormiguero
grande, y en menor medida, el ciervo de los pantanos, tapir y oso
hormiguero chico, entre otros". Bucher concluyó su artículo
observando como "han sufrido una reducción importante mamíferos
como los pecaríes, corzuelas y gatos de monte. Entre las aves: el
avestruz y el loro hablador; entre los reptiles: el yacaré y las
tortugas". Para algunos expertos en medio ambiente, el daño que
provocó en la fauna la actividad de La Forestal tuvo consecuencias
aún más graves. "Ese territorio tiene la particularidad, muy
importante, que pocas veces se tiene en cuenta: es un límite de
distribución. Estos actúan como banco de reserva genético ya que
los animales que lo habitan están adaptados a condiciones de
supervivencia más rigurosas e influyen mediante sus desplazamientos
y apareamientos en otros de sus respectivas especies, mejorando sus
posibilidades de sobrevivir", explicó Marchetti.
En
Memoria Verde, Antonio Brailovsky y Dina Foguelman observaron cómo
en esta región "el empobrecimiento en humus y la excesiva
evaporación a nivel del suelo dificultan el desarrollo y germinación
de las plantas". Cuando se lo consultó acerca de este proceso
Brailovski explicó que "los árboles actúan como condensadores
de humedad, reteniendo las lluvias en sus hojas. Como se talan, la
capa fértil se debilita y disminuye su capacidad para alimentar a
los vegetales".
En
estas tierras degradadas se fundaron poblados que se conformaron
cuando La Forestal explotaba los bosques del Chaco y luego
desaparecieron. La Estancia, Las Gamas, Santa Lucía, Cerrito, Olmos,
Colmena, Guaycurú, Garabato, Golondrina, La Florida, El Toba, Ramal
San Juan, La Balanza, Las Garzas, kms. 4, 8, 13, 17, 24, 30,
Paracuacito y Ocampo, fueron, entre otros, algunos de ellos.
Cuando
la empresa clausuró sus fábricas de tanino y los talleres para la
construcción y reparación de vagones ferroviarios, muchos de los
trabajadores despedidos debieron emigrar. "En Villa Ana, Villa
Guillermina, Tartagal, Santa Felicia, Clachaquí, y La Gallareta, la
compañía fue como el aluvión que arrastra todo a su paso inclusive
a la población, que ha disminuido en 15.000 habitantes",
escribió Anacrasis Acevedo en su libro Investigación a La Forestal
(CEA).
Quiroga
sostuvo que "la explotación del ecosistema también genera
migraciones masivas. La gente no tiene recursos para subsistir".
"La
caza de subsistencia -observó Bucher en Ecología de la fauna
chaqueña- no sólo es practicada por el indígena, sino que todavía
en el presente significa una fuente alternativa para importantes
núcleos de pobladores alejados de los centros urbanos".
El
problema del agua
"Lo que levanta la mano del hombre, no debe destruirlo el hombre" (Lorenzo Cochia, año 1921, obrero de La Forestal)
"La
desaparición de gran cantidad de superficie de bosques profundizó
el problema de las inundaciones en el norte de la Argentina, porque
actuaban absorbiendo y deteniendo las crecidas de los ríos de su
cauce", afirmó Quiroga al tiempo que explicó: "como ahora
no está esa gran cantidad de árboles no existe nada que detenga a
las aguas que afectan a ciudades como Resistencia".
Virgilio
Roig, investigador del Conicet, sostuvo que "es difícil estimar
si hubo un cambio en el clima de la región porque no existen
mediciones anteriores al establecimiento de La Forestal". No
obstante, estimó que "la tala de quebracho colorado
probablemente haya influido en el régimen de lluvias; es posible que
ahora llueva más irregularmente que antes".
Para
Brailovsky "el macroclima no fue modificado, aunque sí se
alteró el microclima (la temperatura a nivel del suelo)".
¿Por
qué lla empresa pudo dañar el ecosistema natural durante más de
medio siglo? ¿Por qué el Estado no intervino frente a las
condiciones laborales de los trabajadores de la compañía?
Brailovsky recordó que "si bien existen normas para la
protección del medio ambiente desde la época en que la Argentina
era colonia española, no hubo decisión política de aplicar la
ley".
Según
Quiroga, "si hubiera habido un Estado que controlara capaz que
planificar el desarrollo económico en el largo plazo nunca hubiera
sucedido lo que pasó".
Roig
consideró como "absolutamente imposible devolver a la zona su
estado orinal, por más que se intenten planes de reforestación".
Para Brailovsky esto fue una consecuencia de la estrategia comercial
que mantuvo la compañía. "La empresa arrasó con todo cuando
se trasladó a explotar mimosa a África; intentó evitar que los
bosques se regeneraran y el quebracho se convirtiera en competidor".
En
el norte de la Argentina quedaron fábricas de tanino destartaladas,
mecanismo de máquinas desmontados, vías férreas inutilizadas,
estaciones en las que no se detiene ningún tren ya. En los pueblos
abandonados, sólo sobreviven los fantasmas en la memoria de quienes
los habitaron y conocieron. Así fue el final de una historia que
comenzó en 1906 cuando la Compañía de Tierras Maderas y
Ferrocarriles La Forestal Limitada empezó a talar bosques de
quebracho.
"Eso tan sólo nos dejó el pionero" (Anacrasis Acevedo)
Fuentes:
Diego Colombres y Jorhe Gavilán, El daño ecológico y social que provocó La Forestal, Todo es Historia Nº 306, enero 1993.
La fotografía que ilustra esta entrada muestra la ex fábrica de La Forestal en la localidad de Villa Ana, el autor es Juan José Silvestre. Fotos de La Forestal Norte de Santa Fe.
me gusta mucho lo que escribieron
ResponderEliminartal cual. Mi mamá vivió en Villa Ana entre 1948 y 1961 (nació en 1947 en Avellaneda, así que pasó toda su infancia allí) y me contó la historia de esta "empresa".
ResponderEliminar100 año después de la desforestación de La Forestal inglesa, hoy se hace sentir en el gran Chaco Paraguayo.- Esa madera la traen para que Uruguay tenga durmiente para sus vías, un mandato de la segunda planta papelera de UPM...El capital apátrida sigue operando con la anuencia de los gobiernos que se dicen de izquierda y progresista...
ResponderEliminarMuy buenooo 😁😁😁😁😁😁🤗🙂👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻🤗😆😌
ResponderEliminarBueno🤗
ResponderEliminarIrreal el articulo, recomiendo leer el libro Historia de Villa Ana, del autor Luis Raúl Delfino
ResponderEliminarque tira beef
EliminarTe recomiendo leer el libro de Gastón Gori "La tragedia del quebracho colorado" ya que toda la información que aparece acá coincide con el escrito de él.
EliminarIrreal? Porqie?
Eliminarsi
ResponderEliminarvos so el pimpe?
EliminarExcelente articulo y fotos!
ResponderEliminarMe encanta
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