martes, 11 de enero de 2022

10 razones para detener las exploraciones petrolíferas en el Mar Argentino

Hoy nuestro Mar Argentino enfrenta la amenaza inminente de la instalación de plataformas petroleras en zonas sumamente relevantes para la biodiversidad, el turismo y la vida de comunidades costeras. Además del proyecto de la empresa noruega Equinor (en asociación con Shell e YPF), recientemente aprobado, para realizar exploración sísmica (en los bloques CAN 100, 108 y 114 de la cuenca Argentina Norte) frente a las costas de la provincia de Buenos Aires, existen otras 14 solicitudes en curso para realizar exploración sísmica y perforaciones exploratorias.

El Mar Argentino fue loteado en beneficio de las empresas petroleras.

En medio de la actual crisis climática y ambiental, abrir una frontera petrolera en una zona donde la actividad nunca se desarrolló y, que además es un área de alimentación y tránsito de especies icónicas como la Ballena Franca Austral y el principal corredor biológico de nuestro mar, es una decisión totalmente errada que amenaza los medios y calidad de vida de la costa atlántica.

Impacta directamente sobre la riqueza natural del Mar Argentino, profundiza la crisis climática y promueve políticas que van en contra de los compromisos internacionales adquiridos.

Estos proyectos no benefician a nadie más que a las corporaciones involucradas y sólo traen destrucción a lo que nos brinda vida, alimento, trabajo y biodiversidad.

Por eso les decimos NO

1- Porque le hacen un daño grave e irreparable a especies animales y a toda la biodiversidad del mar

La explotación petrolífera offshore requiere de la exploración sísmica para ubicar pozos de petróleo en el fondo marino. Esta práctica implica realizar bombardeos acústicos y así crear mapas submarinos detallados, que las compañías petroleras utilizan para localizar las ubicaciones para la perforación.

Los bombardeos se hacen con cañones de aire que crean ruidos extremadamente fuertes (entre 240 y 260 db, comparable con un transbordador espacial despegando y las ondas sonoras de estos disparos viajan al fondo del océano, se reflejan y son captadas por sensores remolcados detrás del buque de exploración.

El ruido de las explosiones daña la audición de los animales, ya que tiene un alcance de hasta 300,000 km2 afectando a ecosistemas enteros.

Las especies se desorientan, dejan de poder comunicarse. Pierden la ruta migratoria, se estresan, son desplazados de sus habitats naturales y lugares de alimentación (disminuye su crecimiento), sus lugares de apareamiento cambian para poder huir de los ruidos. Todo eso altera su supervivencia.

Como consecuencia de la desorientación los animales mueren por ahogamiento, choques, lesiones o varamiento.

2- Porque afecta particularmente a las Ballenas

Hay menos ballenas en el Mar Argentino por los efectos de la exploración sísmica de petróleo. Muertes por ahogamientos, varamientos, ausencia de grupos de madres con crías, son algunas de las consecuencias de los bombardeos acústicos constantes de la industria de hidrocarburos, que son tan potentes como el despegue de un cohete espacial.

Como ejemplo, un estudio sobre el caso del Golfo de San Jorge, lugar que comparten las provincias de Santa Cruz y Chubut, mostró que en el año 2009 durante el período en el que se realizó actividad sísmica, hubo una caída significativa de los avistamientos de cetáceos en sus hábitats naturales.

Además, en uno de los períodos hubo una reducción drástica de los grupos de cópula y de las madres con cría, desapareciendo completamente de la zona. En el año 2008 se observaron 173 ballenas en el golfo, sin embargo al año siguiente, luego de la operación sísmica, se registraron 92 y en el 2010 apenas 46.

Lo mismo ocurrió con la merluza, razón por la cual los pescadores artesanales registraron bajas de hasta 70% en su captura

Las zonas donde hoy empresas petroleras planean operar son lugares vitales en la alimentación de la Ballena Franca Austral y otras especies como el pingüino de Magallanes, También alberga especies endémicas con estados de conservación vulnerables como el delfín Franciscana, mamífero que viene reduciendo año a año su población y entre sus principales amenazas está la industria petrolera.

3- Porque afectan la vida de las comunidades que no están siendo escuchadas

Estos proyectos petroleros en el Mar Argentino impactarían negativamente a las comunidades locales porque implicaría cerrar actividades como la pesca, el turismo y todas las que dependen de éstas (deportes acuáticos etc.)

La ciudadanía no quiere que comiencen con la exploración sísmica. Prueba de ello son las innumerables marchas, trabajos de ONGs, investigaciones, asambleas, grupos ambientalistas, manifestaciones de vecinos y vecinas que se expresaron en contra de las operaciones petroleras desde que se dieron a conocer los planes de proyectos de explotación del Mar Argentino y que tuvieron su máxima expresión con la marcha nacional conocida como el #Atlanticazo durante este mes.

La voz ciudadana quedó, además, registrada en la Audiencia Pública de julio del 2021, que si bien no fue vinculante mostró un rechazo contundente (90%) a los proyectos petroleros. Siguiendo el acuerdo de Escazú se trató una de las primeras intervenciones enmarcadas en este tratado internacional, donde la ciudadanía pudo opinar en materia de derechos ambientales y aún se espera que luego se hagan vinculantes, para pasar de ser un espacio de expresión a un derecho de decisión.

700 personas se anotaron, de las cuales 345 personas tuvieron la oportunidad de expresarse en contra de la actividad propuesta por Equinor y en clara mayoría en contra de la expansión de la frontera petrolera. Sólo 12 personas se expresaron a favor del proyecto y de la actividad, siendo que el total de esas doce personas representaban intereses corporativos o tenían intereses personales ligados a los hidrocarburos.

El 48% de los participantes manifestaron preocupación por la alta probabilidad de derrames de petróleo y la contaminación irreversible de los ecosistemas marinos, paisajes costeros y playas.

4- Porque el riesgo de derrames de petróleo es muy alto

De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional del Centro sobre operaciones petroleras en nuestro mar, si la explotación petrolífera en el Mar Argentino avanza sería inevitable que se produzcan derrames de petróleo contemplando incluso derrames de grandes cantidades, mayores a 1.000 barriles.

De acuerdo con un simulacro realizado por Greenpeace un eventual derrame petróleo podría llegar a las costas de Buenos Aires en 11 días e incluso se extendería hasta las costas uruguayas en 21 días.

La estadística muestra que ante eventos similares, las tareas de contención y recuperación solo logran que entre un 10 y 15 % del volumen total vertido sea recuperado. Por ejemplo, en el derrame del Golfo de México de 2010, provocado por el accidente en la plataforma Deepwater Horizon de British Petroleum, el intenso y masivo operativo logístico de contención desplegado sólo pudo recuperar el 17% del volumen de petróleo derramado.

Este precedente nos da la pauta de que un derrame de petróleo en el Mar Argentino sería una desastre ambiental con consecuencias prácticamente irreversibles.

5- Porque hay antecedentes en Argentina y en el mundo de desastres relacionados con los derrames de petróleo

En enero de 1999 en Magdalena, provincia de Buenos Aires hubo un derramede petróleo protagonizado por Shell, que afectó irremediablemente a la economía local. La ciudad no fue compensada por la empresa, que se limitó a colectar arenas contaminadas de la playa para retirarles el crudo y aprovecharlo. Aún hoy la localidad no pudo recuperar su auge económico antes del derrame. Al ser una localidad pequeña y costera, no pudo hacer frente al desastre sin verse en gran manera afectada a nivel de recursos económicos, logísticos, y administrativos.

En 1991, se produjo un gran derrame de petróleo, de origen desconocido, en el sur de nuestro país. Según información de la Fundación Patagonia Natural, por lo menos 17.000 pingüinos murieron empetrolados en la Reserva Punta Tombo, en Chubut. Cuando el petróleo les cubre el cuerpo, además de exponerlos a tóxicos, se les apelmazan las plumas e interrumpe la barrera natural que los aísla del agua. Destruye su sistema de protección y se hunden. El problema se agrava porque ese animal no puede volver al mar a alimentarse y puede morir por inanición o intoxicación, al tratar de sacarse el petróleo de sus plumas.

A nivel internacional el derrame de 2019 en Brasil, conocido como la marea negra, afectó a más de 200 playas en 9 estados del noreste brasileño, 77 municipios, a lo largo de 2.000 km. Muchas de ellas, lugares turísticos populares, llegando a un parque marino de gran biodiversidad donde las ballenas jorobadas se reproducen. Este petróleo no flotaba sobre el agua, complicando las tareas de limpieza. Sólo los primeros días, se retiraron 4.000 toneladas de petróleo del mar. Se calcula que la descontaminación de los manglares y arrecifes de coral va a llevar más de 20 años y no se podrán consumir las especies que se reproducen en este hábitat como cangrejos, almejas y mejillones.

El sábado 2 de octubre de 2021 en Huntington Beach, California se produjo un fallo en una tubería que va desde el puerto de Long Beach hasta una plataforma petrolífera en alta mar conocida como Elly, propiedad de Amplify Energy y operada por Beta Operating Company. El fallo provocó que 3.400 barriles de petróleo se derramaran en el Canal de Catalina, creando una mancha que se extiende por más de 32.000 km (referencia).

Las playas cerraron como resultado de la cobertura de petróleo, aves y peces muertos llegando a las costas. Días después del derrame se presentó una demanda colectiva federal en el Distrito Central de California en nombre de los pescadores, los propietarios locales y otros contra Amplify Energy Corporation y otros relacionados con la rotura del oleoducto y el derrame de petróleo.

La demanda establece numerosos reclamos de responsabilidad, y busca todos los daños compensatorios, legales y de otro tipo recuperables, incluyendo los costos de remediación, así como medidas cautelares.

En el año 2010 una explosión en la plataforma offshore Deepwater Horizon en el Golfo de México derivó en el derrame de 780 millones de litros de crudo y la muerte de 11 trabajadores, más de un millón de aves, y muchísimas otras especies. Sus efectos contaminantes continúan hasta hoy.

Estos son solo algunos de los casos que vienen afectando a diferentes países y regiones del mundo.

Los derrames de petróleo paralizan la misma actividad que impulsa las economías costeras. Como sucedió en California, USA, el petróleo cubre las playas y la marea lleva hasta las orillas fauna marina muerta, provocando el cierre de las playas y cerrando las zonas de recreo que sustentan las empresas e industrias locales.

6- Porque el mundo le está diciendo NO a los proyectos offshore

A nivel internacional los gobiernos están limitando cada vez más a la industria hidrocarburífera por presión de la sociedad y argumentos climáticos, alegando que apostar a una industria petrolera que está llegando a su ocaso implicaría una nula perspectiva de futuro. Países como Nueva Zelanda, Australia, Irlanda, Uruguay, Dinamarca, Estados Unidos, España y más recientemente en Sudáfrica van cancelando uno a uno los proyectos offshore.

Argentina, que tuvo una posición progresista en las negociaciones del Tratado Global de los Océanos en la ONU (demostrando un compromiso con la protección de los Océanos) no puede ahora apostar por continuar la explotación de combustibles fósiles que además de poner en riesgo el océano, contribuyen al aumento de las temperaturas a nivel global. Es urgente que las políticas de estado que regulan las actividades económicas y extractivas prioricen la protección ambiental, y por ello debemos frenar ya las exploraciones sísmicas en el Mar Argentino y la expansión petrolera offshore.

7- Porque no va a beneficiar a las economías locales

La pesca y el turismo en toda la costa atlántica dependen de un mar vital y saludable. No es cierto que el trabajo local vaya a aumentar en una proporción considerable mientras sí aumentan los riesgos de una disminución considerable de actividad económica por tiempo indeterminado frente a un derrame de petróleo.

Mar del Plata es el principal puerto pesquero del país. La pesca se ve afectada con la sísmica y requiere de subsidios que afrontamos todos para la cobertura de esa inactividad. No son las petroleras quienes responden ante la desaparición de los cardúmenes. Ante un derrame puede ocurrir lo que pasó en Magdalena, que el pasivo ambiental del derrame arrastre todas las actividades económicas de la localidad.

Dentro de los sectores económicos tradicionales, la economía del Partido de General Pueyrredon, cuya ciudad cabecera es Mar del Plata, se encuentra liderada por el sector de servicios, en el que se destaca la actividad turística que la convierte en la primera ciudad turística del país. Mar del Plata recibe 8.000.000 de turistas anuales. Sólo durante el verano puede recibir la mitad de esa cifra.

La industria petrolera es incapaz de desempeñar ningún papel en una recuperación justa y equitativa tras la pandemia. Es una industria que se alimenta de subsidios, necesita el constante aporte del Estado, agrava la emergencia climática, difunde la contaminación y la oculta y destruye la biodiversidad. Es una industria que está en declive y que no debe ser ampliada.

En un mundo adaptándose a las nuevas condiciones ambientales por el cambio en el clima, el único rol de la industria petrolera es gestionar su decrecimiento, al incorporar una transición justa para los trabajadores y construir una industria renovable.

8- Porque todo el proceso viene haciéndose a espaldas de la ciudadanía

Desde el año 2016 se otorgaron permisos para desarrollar exploración sísmica en más de 1 millón de Km2 del Mar Argentino hasta el 2025. Estas concesiones se hicieron a espaldas de las y los argentinos, sin consulta pública ni tratamiento parlamentario.

El proceso por medio del cual se entregaron estos permisos, con una simple resolución ministerial, no fue suficiente para resguardar la integridad y protección del Mar Argentino.

La Constitución Nacional en su artículo 41 dicta que todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras y tienen el deber de preservarlo. Estos permisos se entregaron en contra de estos principios de justicia social y ecológica.

Desde Greenpeace se fueron realizando pedidos de información pública al Ministerio de Ambiente, en el marco del Acceso a la Información Pública Ambiental de la Ley General de Ambiente 25.831, para era saber si efectivamente existían otras solicitudes de trabajo (sísmica y/perforación exploratoria) en el Mar Argentino, que hubiesen ingresado a la Secretaría de Cambio Climático del Ministerio y que estuvieran en proceso de Evaluación de Impacto Ambiental en el marco de la Resolución 3/2019

En el caso de la reciente aprobación por parte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (a través de la resolución 436/2021) de la explotación petrolera offshore en el Mar Argentino, hubo meses de silencio, en los que el rechazo de la población fue constante. antes de que las solicitudes de Equinor se resolvieran un 30 de diciembre en épocas de fiestas, vacaciones y ferias judiciales.

También el acceso a la información fue obstaculizado, dado que los accesos en el seguimiento de expedientes electrónicos fueron demorados durante semanas. A su vez, la resolución que aprueba la solicitud de Equinor, no cuenta con información aclaratoria, ni adjunta los expedientes, ni la Declaración de Impacto Ambiental.

9- Porque el cambio climático requiere que dejemos de explotar petróleo AHORA.

Además de ser extremadamente peligrosa la explotación petrolífera offshore es sumamente incompatible con la realidad ambiental que le toca vivir a la Argentina. Esta actividad genera emisiones fugitivas de metano durante la explotación y emisiones de dióxido de carbono, óxidos nitrosos y otros durante la combustión de los hidrocarburos producidos. Estos Gases de Efecto Invernadero afectarán al clima donde quiera que se quemen.

Resulta contradictorio que en nuestro país se esté impulsando la expansión de la industria petrolera en el Mar Argentino. Todas las etapas de este desarrollo son perjudiciales para los ecosistemas de nuestro mar, desde la exploración sísmica hasta la extracción. Destruye los ecosistemas marinos y tiene gravísimos impactos en su fauna. Este proyecto podría generar emisiones anuales de hasta 3,1 millones de toneladas de CO2, una verdadera bomba de carbono.

La extracción y combustión de petróleo genera un gran volumen de emisiones extra, que se sumarán a las vigentes, y a las emisiones del resto de los países, lo que profundiza el cambio climático, vulnerando así la subsistencia de las generaciones presentes y futuras.

A su vez, la exploración sísmica impacta directamente en el poder de resiliencia del océano, propiciando el colapso del principal mitigador del cambio climático.

Debemos tener en cuenta que en su último reporte, el IPCC concluyó que no debe haber inversiones en combustibles fósiles en ningún lugar, y la eliminación gradual de la infraestructura existente debe alinearse con el objetivo de 1,5 ° C.

10- Porque no hubo una evaluación de impacto ambiental correcta

Empresas petroleras planean avanzar con diversos proyectos, tanto para realizar exploración sísmica como perforaciones exploratorias.

Sus solicitudes corresponden a 24 bloques: 15 de la Cuenca Argentina Norte, 4 de la Cuenca Austral y 4 de la Cuenca Malvinas Oeste. Esto implica un total de 135.000 km2, es decir una superficie equivalente a la provincia de Santa Fe.

Esto incluye a los tres bloques petroleros CAN 100, 108 y 114, donde la empresa de capitales noruegos planea perforar el año que viene en sociedad con Shell e YPF, y que abarcan 24500 Km2, similar a la superficie de la provincia de Tucumán.

Estos bloques se solapan con zonas de altísima importancia para la biodiversidad como el Frente del Talud. Es el sitio de alimentación predilecto de especies como el pingüino de Magallanes o mamíferos como la ballena franca Austral y es el corredor biológico más importante del mar argentino.

Las evaluaciones de impacto ambiental a cargo del Ministerio de Ambiente, sin embargo, no contemplan cuál sería impacto si todos los bloques están en operación en simultáneo, o si se realiza sísmica en paralelo en todos ellos. Sin embargo, esta es una posibilidad real que no ha sido considerada y por tanto no se ha evaluado el grave impacto que esto tendría en mamíferos, poblaciones de peces y los ecosistemas marinos en general.

Tampoco contemplan especies relevantes de nuestro mar que transitan la zona, y no fueron incluidas en sus estudios, como los elefantes marinos.

Por último, proponen como única medida de mitigación algo que es imposible de realizar. Para evitar el impacto de la sísmica en animales marinos, la mitigación sería una persona observadora de abordo que esté observando el mar, ,y si detecta algún animal, frenaría la operación.

Esto es ridículo considerando que la mayoría de los animales marinos son buceadores, es decir que no se ven a simple vista, y que el alcance de la sísmica es de un radio aproximado de 300.000km2, es decir, imposible de mitigar realmente.

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Por todas estas razones no podemos permitir que estos proyectos avancen en el Mar Argentino. Los argumentos sobran y cada vez son más claros y evidentes. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) determinó que no se pueden abrir nuevas fronteras de explotación petrolera en ninguna parte del mundo si queremos cumplir con los objetivos climáticos de limitar la temperatura global al 1.5C°.

La ciudadanía de las localidades de la costa atlántica, junto a organizaciones ambientales y sociales, se movilizaron, es hora de actuar.


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Fuente:

10 razones para detener las exploraciones petrolíferas en el Mar Argentino, 11 enero 2022, Greenpeace Argentina.

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