viernes, 12 de octubre de 2012

Greenpeace: La remediación de Dioxitek debe realizarse con participación ciudadana


Mauro Fernández, coordinador del área de Energía en Argentina, señaló que si los cordobeses no forman parte de esa decisión, se estará “en el camino equivocado”.

Trabaja en Greenpeace hace seis años y meses atrás se trasladó desde Buenos Aires a Córdoba para coordinar la comisión que trata la problemática energética nacional. Entrevistado por La Mañana, Mauro Fernández analizó el reciente cierre de la planta de producción de dióxido de uranio Dioxitek en el barrio Alta Córdoba, y la renovación de la licencia en la Central Eléctrica de Embalse.

Respecto a Dioxitek, señaló que el cierre fue solicitado desde hace mucho tiempo en conjunto con los vecinos del barrio Alta Córdoba. “Cuando nos enteramos de la decisión municipal, la consideramos tardía pero necesaria; es buena la medida. Esperamos que se mantenga la firme decisión porque Dioxitek no puede estar emplazada en esa zona. Incluso para Greenpeace, la solución no es el traslado sino el cierre definitivo de la planta para no afectar a una nueva comunidad, como hubiese ocurrido si se hubiera llevado a Despeñaderos, cuando en 1998 esa comunidad le cerró las puertas, o a La Rioja, ahora con una ordenanza sancionada hace unas semanas, que se le prohibió la entrada.

- ¿Qué debería hacerse con el “Chichón” de Dioxitek que integran desechos que quedaron del proceso de elaboración de dióxido de uranio?
- Son 57 mil toneladas y el saneamiento de ese pasivo ambiental que ha quedado después de las actividades uraníferas en la provincia, es un callejón sin salida. Las dos soluciones que se manejan, tanto la remediación in situ como el traslado, tienen mucho potencial de afectar a la comunidad. El traslado de material radiactivo es una de las actividades más resistidas a nivel mundial, con lo cual eso no es una opción. Por otro lado, la manipulación en el lugar pone en peligro a la comunidad cercana que ya ha constatado pérdidas y fugas. Por supuesto hay que avanzar en una remediación, pero ésta debe realizarse con amplia participación ciudadana. Si la gente de Córdoba no forma parte de esa decisión, estaremos en el camino equivocado. Exigimos a la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) que comience con esas actividades en lugar de estar planificando la expansión de la capacidad nuclear.

- Últimamente trascendió que se reactivará el proyecto de saneamiento de la ex mina de uranio en Los Gigantes. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
- En realidad, no hay una voluntad real de avanzar en el saneamiento. Hace años, la Cnea abrió un proceso participativo en Córdoba que fue el Foro Social para recibir el crédito que le exigía el Banco Mundial, y en cuanto ese dinero se otorgó, el Foro dejó de existir definitivamente y no por falta de voluntad de los actores involucrados. De esos 30 millones de pesos que se otorgaron, se ejecutaron menos de 3 millones. Eso demuestra que los esfuerzos del sector nuclear están puestos en otra dirección y no en el saneamiento de los sitios anteriores. Tiene que haber una redirección de los objetivos, los fondos y los esfuerzos para remediar y cerrar, y no para seguir ampliando este enorme pasivo que no lleva a nada más que a un callejón sin salida como demuestra el caso de Dioxitek.

- Desde Greenpeace mostraron también su oposición a la renovación de la licencia a la Central de Embalse.
- Nosotros tenemos una propuesta desde Greenpeace de acá a 2050 de reducir emisiones para no seguir fomentando el cambio climático y poder tener soberanía energética que sea limpia, segura y renovable, algo que ni los hidrocarburos ni el paradigma nuclear han conseguido en el mundo. El futuro está en las energías renovables con recursos que no tienen dueño como el viento o el sol. Por eso planteamos un abandono tanto de las energías fósiles como nucleares, con el reemplazo progresivo con fuentes renovables. Es cierto que la Central de Embalse tiene su vida útil vencida de diseño. Por eso es la primera central que tendría que salir de servicio en forma urgente por una cuestión de peligrosidad, y por el contrario se le otorga una licencia extra basada en equis criterio que la entidad reguladora nuclear mantiene como información reservada. Exigimos que el reactor de Embalse se cierre definitivamente en este marco de apagón nuclear en el país.

- Por último, ¿Greenpeace tiene opinión fijada respecto a las luchas de los pueblos fumigados en Córdoba y la llegada de Monsanto en Malvinas Argentinas?
- La posición de Greenpeace respecto a los transgénicos es opuesta y creemos que se tiene que escuchar a la población en los reclamos que hace. No se puede pasar por encima a la población de Malvinas Argentinas que se está manifestando en contra de la instalación de la planta de Monsanto, sin siquiera hacer un estudio de impacto ambiental o una audiencia antes de aprobar el proyecto. Ésa es una condición sine qua non para cualquier proyecto que pueda afectar al medioambiente. Y nuevamente traigo a referencia el tema de Embalse, que es otro de los proyectos que no tiene un estudio de impacto ambiental ni una consulta pública.

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