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Todos
recordamos el Protocolo de Montreal, un protocolo del Convenio de
Viena para la protección de la capa de ozono, diseñado para reducir
la producción y el consumo de numerosas sustancias que reaccionan
con el ozono y lo destruyen. El acuerdo se realizó en 1987 y entró
en vigor el 1 de enero de 1989. Y si todos los países cumplen con
los objetivos propuestos dentro del tratado, la capa de ozono podría
recuperarse para el año 2050.
Tuvo,
es cierto, un alto grado de aceptación y de implementación por lo
cual el tratado es considerado como un ejemplo excepcional de
cooperación internacional, con un objetivo claro, como es el de la
recuperación de la capa de ozono.
Todo
muy lindo. Todos recordamos el momento en que desaparecieron los
aerosoles con fluorocarbonos, los gases de las heladeras, de los
aires acondicionados y de múltiples instalaciones industriales.
Mostrábamos
a las visitas la etiqueta de nuestra heladera o la que el service del
aire acondicionado nos pegó al cambiarle el gas por uno que no
destruya la capa de ozono.
¿Pero
sabe qué? Parece que esos gases al ozono no le hacían mal, pero
para el calentamiento global resultaron un verdadero desastre.
Tan
desastre fueron, (y nadie se dio cuenta antes, caramba) que hubo que
salir a decir “paren todo, que éste gas es peor que el otro!”.
Y
no lo digo como una ecologista fanática o de desconfiada nomás, no.
En octubre de 2016, las Partes en el Protocolo de Montreal aprobaron
por unanimidad una Enmienda: La Enmienda de Kigali que viene a juntar
estos platos rotos y poner las cosas en orden: incorpora en el
Protocolo de Montreal la producción y el consumo futuros de hidro
fluoro carburos (HFC), lo cual supondrá una importante contribución
a la lucha contra el cambio climático.
Entre
los productos químicos fluorocarbonados, incluidos los HFC, se
encuentran muchos de los gases de efecto invernadero más potentes.
En
términos de impacto sobre el calentamiento global, la liberación de
1 Kg. de ciertos fluoro carburos suele ser entre 1.000 y 10.000 veces
peor que la liberación de 1 Kg. de CO2
Los
HFC son sustancias químicas que no agotan la capa de ozono, claro,
pero en términos de calentamiento global, fuimos de la sartén al
fuego.
El
alto potencial de calentamiento atmosférico de los HFC representa
una gran desventaja, motivo por el cual se debe fomentar el uso de
alternativas que no dañen la capa de ozono y tengan a la vez un bajo
impacto climático.
¿Qué
mercados se verán afectados? El principal mercado de los HFC es el
de la refrigeración, el aire acondicionado y las bombas de calor. La
Enmienda de Kigali va a afectar a la mayoría de las aplicaciones de
este sector, por ejemplo, la refrigeración de supermercados, el aire
acondicionado de edificios y aire acondicionado de los automóviles.
La fabricación de espuma aislante, los aerosoles y los equipos de
protección contra incendios son otros de los mercados que hay que
reemplazar.
En
virtud de la Enmienda de Kigali, se prevé una reducción del 85 % en
el uso mundial de HFC antes del año 2050. Esta reducción del
consumo mundial de HFC podría evitar un calentamiento de hasta medio
grado centígrado.
La
Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal relativo a las sustancias
que agotan la capa de ozono entró en vigor el 1 de enero de 2019 y
abre una ventana para rediseñar equipos de refrigeración que sean
más eficientes energéticamente, lo que favorecería aún más la
acción climática.
¿Cómo
se va a implementar? en tres fases: un grupo de países desarrollados
ya empezó la eliminación gradual de HFC a partir del 2019; los
países en desarrollo deben detener su uso para 2024 y un grupo menor
de países, en 2028.
El
proceso de reducción de los HFC no está exento de dificultades.
Falta de disponibilidad de tecnologías y fluidos de bajo potencial
de calentamiento, falta de habilidades técnicas y de capacitación,
los Códigos y estándares de seguridad inadecuados que han quedado
obsoletos, aunque claramente va a reportar ventajas ambientales
significativas.
Quería
contarles estas cosas, porque no aparece en los diarios, ha entrado
en vigencia, y ahora que lo sabe, ya puede dejar de mirar con tanto
cariño a su heladera. Cuando se rompa, la nueva va a tener dos
sellos: el del ozono y el del calentamiento global.
Me
pregunto ¿por qué no lo calcularon antes? en fin, el ozono y el
cambio climático están muy bien, pero ya se sabe: negocios son
negocios.
Editorial
-
Enmienda de Kigali: no todo químico nuevo es mejor…
Contenido
-
Cambio climático y océanos. Galen McKinley
Los ciclos de absorción del dióxido de carbono por parte de los océanos podrían estar siendo modificados, como tantas otros cambios que estamos provocando a nivel global, este aspecto es fundamental para la supervivencia de todo el planeta. El Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia está estudiando el tema y Galen McKinley es una de las científicas que viene trabajando en su análisis.
-
Carta al G20 de 40 millones de trabajadores de la salud. Mauricio
Ilabaca Marileo
Ecología,
desarrollo Sustentable y Culturas
ECOS
se halla al aire en la región desde 1998. Vino a llenar el espacio
creíble de información y debate en el que se trabajan cuestiones
globales (convenios internacionales, problemáticas generales)
nacionales (cuestiones de las diferentes provincias o sobre recursos
interjurisdiccionales) provinciales (problemáticas de cuenca,
radicación de industrias, costas, pesca, educación ambiental) y
locales (los temas de sustentabilidad en el municipio).
Objetivo
general Promoción del pensamiento crítico a partir de la difusión
de las temáticas ambientales y culturales en aras de la
concientización y la educación para un desarrollo sustentable.
Objetivos
específicos
-
Aumentar el bagaje de información disponible para el público en
general.
-
Difundir las cuestiones ambientales y culturales que se problematizan
en la región.
-
Acompañar los emprendimientos productivos que tiendan al desarrollo
sustentable.
-
Facilitar el acceso a las informaciones generadas en el seno de las
instituciones formales dedicadas al medio ambiente y a la
recuperación de las culturas tradicionales.
-
Poner en conocimiento del público en general disposiciones vigentes
que protejan el ambiente, los derechos de las comunidades nativas y
regulen el marco ambiental de la provincia.
Conductora
Silvana
Buján es Argentina, licenciada en Ciencias de la Comunicación
Social y periodista científico y ambiental, ejerciendo desde hace
más de dos décadas de manera ininterrumpida a través de radios y
medios gráficos del país y del exterior.
Es
activista ecologista y participa, dirige o coordina organizaciones no
gubernamentales y redes temáticas. Es conferencista y consultora en
temas de ambiente y desarrollo. Ha obtenido tres veces el 1º Premio
a la Divulgación Científica de la Universidad de Buenos Aires
(2009, 2012, 2014) y el 2º Premio en 2010; el 1º Premio
Latinoamericano y del Caribe del Agua CATHALAC-UNESCO 2009; Ocho
Premios Martin Fierro por sus trabajos en radio y 21 nominaciones. Ha
sido Premio Nacional de Periodismo en el año 2007, 1º Premio del
Congreso Tabaco o Salud 2010, 1º Premio de Periodismo en Salud de la
Asociación Médica Argentina 2010 Distinción honorífica Colegio de
Ingenieros DII por su labor en difusión ambiental, 2013.
Lleva
adelante desde 1998 ECOS ciclo de periodismo científico abocado al
ambiente y las culturas. Y CALIDAD EN VIDA, de periodismo médico,
cultura y salud. Dirige BIOS, ONG miembro de la Red Nacional de
Acción Ecologista y la Coalición Ciudadana Antiincineración. Es
miembro del Comité Consultivo de GAIA internacional. Es miembro de
la Red Argentina de Periodismo Científico y la Red Latinoamericana
de Periodismo Ambiental. Vive en Mar del Plata.
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