En
marzo pasado, un pico de algas mostró al lago más deteriorado que
nunca. La reacción fue un rosario de promesas. En general, dependen
de gestiones por fondos en trámite. Ahora están retirando toneladas
de barro de las costas en Villa Carlos Paz.
por
Fernando Agüero
Villa
Carlos Paz. En marzo pasado la emergencia ambiental del dique San Roque tuvo su pico. Por esos días, despertó los temores más
oscuros entre los habitantes de Villa Carlos Paz. La proliferación
de algas, además de mostrar al sector del embalse más próximo a la
ciudad con un pésimo paisaje, generaba un olor desagradable y hasta
picazón en los ojos de los que se acercaban al lugar. Esa postal
decadente, aunque registra décadas de antecedentes, pegó más que
otras veces y promovió debates, anuncios y promesas de búsqueda de
soluciones.
La
contaminación por la falta de cloacas en toda la cuenca del centro y
sur de Punilla es la causa central de esa degradación.
Desde
entonces, y tras marchas de vecinos y protestas, se activaron algunas
acciones y gestiones tendientes a sumar cloacas a las muy escasas que
tiene la región. La cuenca hídrica del San Roque tiene 20
localidades, en las que sólo el 21 por ciento de los vecinos está
conectado a cloacas, según un relevamiento realizado en mayo pasado
por La Voz.
Pero
a siete meses de aquella postal impactante, no hay avances concretos
que impliquen más vecinos con cloacas. Los anuncios y las gestiones
siguen en marcha.
En
Villa Carlos Paz, la principal aportante de líquidos cloacales sin
curar al lago, la planta de tratamiento inaugurada en 2007 con fondos
nacionales y con capacidad para atender a toda la ciudad, sigue
procesando los desechos de apenas el 28 por ciento de sus inmuebles.
El
intendente Esteban Avilés planteó que el municipio buscó este año
financiamiento ante el Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento
(Enohsa) para culminar las redes domiciliarias, sobre todo las que
muchos usuarios pagaron en la década pasada y no se efectuaron. El
préstamo gestionado asciende a 187 millones de pesos. Pero, por
ahora, sigue siendo un trámite.
“No
podíamos sacar un crédito en el Enohsa porque durante la gestión
de Carlos Felpeto (el exintendente) no se pagaron anteriores
compromisos. Pagamos lo que se debía, pero asimismo no podíamos
sacar préstamos mayores a 25 millones”, argumentó Avilés.
La
Provincia firmó el aval para que el ente nacional le otorgara ese
crédito para terminar las obras. “En un año vamos a hacer lo que
habíamos planificado para nueve”, resaltó Avilés. Según
anticipó, las obras estarán a cargo de la Provincia y el municipio
pagará las cuotas al Enohsa con lo que recaude de una tasa que cobra
a los usuarios de agua en la ciudad.
“Con
esa obra cubriríamos el 70 por ciento de la población estable de
Carlos Paz”, señaló Avilés. La ciudad tiene unos 75 mil
habitantes, que por el turismo los fines de semana pueden ser 100 mil
y en temporada alta se duplican.
Si
todo sale como ahora anuncian, y los fondos aparecen, las obras
comenzarían el año próximo. En potencial.
Limpieza
de costas
Desde
la semana pasada, el municipio -con apoyo de la Provincia-
comenzó a aprovechar la bajante en la zona donde el río San Antonio
se hace lago para extraer el barro en el que se produce la mayor
concentración de cianobacterias (algas verdeazuladas) que afectan
la calidad del agua y que, al descomponerse, producen el olor
nauseabundo.
En
una semana se cargaron unos 500 camiones de tierra húmeda con ese
“condimento”. La tarea, que casi no reconoce antecedentes,
seguirá por varios días, pero avanza en las costas sólo hasta
donde el agua les marca el límite a las máquinas.
De
arriba a abajo
Para
2018 está prevista la ya prometida licitación provincial de las
obras para dotar de cloacas a la cuenca media del San Roque, que
comprende a las localidades de Cosquín, Tanti, Bialet Massé, Santa
María de Punilla y Villa Parque Siquiman. Esa obra se financiaría
con recursos compartidos de la Nación y de la Provincia.
Gabriel
Musso, intendente de Cosquín, señaló que “hay expectativa por
esa obra” y apuntó que en las ciudades serranas, por su
topografía, “es muy complicado y costoso hacer redes de cloacas”.
La
cuenca alta es la única que tiene una mayor cobertura de redes. Pero
aún es parcial y además arrastra problemas. La Falda, Valle
Hermoso, Huerta Grande y Villa Giardino envían del 50 al 60 por
ciento de sus líquidos cloacales a una planta de tratamiento puesta
en marcha en la década de 1980. Pero, aun en esa mitad con servicio,
en el último tiempo se han registrado desbordes y quejas, por falta
de inversiones.
En la
cuenca baja, en tanto, Carlos Paz tiene cobertura muy parcial (menor
al 30 por ciento) y el resto de la comunas vecinas no suman ni un
metro de cloacas.
Convocan
a una “mesa regional” intermunicipal
El
Comité de Cuenca, sin funcionamiento efectivo.
El
Concejo de Representantes (concejales) de Carlos Paz resolvió ayer
convocar a sus pares de los demás municipios y comunas de Punilla
para conformar una mesa de trabajo conjunta por el saneamiento del
lago San Roque. La idea es
conformar
“una mesa para un plan regional de abordaje”. De algún modo,
emularía el Comité de Cuenca que por ley provincial se creó hace
más de 20 años, pero que nunca alcanzó a funcionar como estaba
previsto.
20
pueblos y ciudades en la cuenca
La
Falda, Villa Giardino, Valle Hermoso y Huerta Grande integran la
cuenca alta del dique San Roque y cuentan con entre el 50 y 60 por
ciento de sus propiedades conectadas a cloacas.
Cosquín,
Casa Grande, Santa María de Punilla y Bialet Massé conforman la
cuenca media. Allí, las cloacas no existen. Sólo tiene servicio el
cuatro por ciento de Cosquín (un solo barrio).
En la
cuenca baja se suman Carlos Paz, Estancia Vieja, Parque Siquiman, San
Roque, Villa Santa Cruz del Lago, Tanti y Cabalango, más la serie de
comunas sobre el río San Antonio (Cuesta Blanca, Tala Huasi, Icho
Cruz, Mayú Sumaj y San Antonio de Arredondo). Ninguna tiene redes
cloacales, salvo Carlos Paz, en casi un 30 por ciento de su zona
urbana. Pero de ese 30, un tercio no está conectado, aunque le red
le pase al frente.
De
cada 10 habitantes de la zona, ocho no tienen conexión cloacal
Carece
de conexión a redes cloacales el 79 por ciento de los 170 mil
habitantes estables de las 20 localidades de Punilla que impactan en
el embalse San Roque y en sus ríos y arroyos tributarios.
Eso,
sin contar a los turistas, en una de las regiones cordobesas que más
visitantes reciben en verano y en cada fin de semana.
Las
algas “comen” el fósforo y el nitrógeno que llegan al dique,
sobre todo, con los líquidos cloacales no tratados de esa amplia
cuenca hídrica. Se acumulan ya los diagnósticos que repiten que
dotar de cloacas a la región representaría el principal aporte para
reducir el nivel de eutrofización que degrada la calidad del agua.
La
erosión de las sierras por desmontes, las cenizas de los incendios y
una carga ganadera no regulada también suman sus impactos que
favorecen la proliferación de algas.
El
San Roque recibe agua de dos ríos (Cosquín y San Antonio) y de dos
arroyos (Las Mojarras y Los Chorrillos).
Casi
no se ven turistas bañándose en ese embalse. Para los vecinos, hace
años que es algo impensado, y hay razones: consumir su agua sin
potabilizar es un riesgo para la salud. En 2016, por ejemplo, un
estudio del Instituto de Virología de la UNC detectó en sus aguas
la presencia de una combinación de virus entéricos que, en casos de
ingestión sin previa potabilización, son habituales causantes de
las gastroenteritis agudas.
Fuentes:
Fernando Agüero, Punilla sin cloacas: el San Roque suma anuncios y esperas, 13/10/17, La Voz del Interior.
20 pueblos y ciudades en la cuenca, 13/10/17, La Voz del Interior.
De cada 10 habitantes de la zona, ocho no tienen conexión cloacal, 13/10/17, La Voz del Interior.
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