Se trata de Dioxitek, una sociedad anónima estatal perteneciente en un 99 % a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y en un 1 % a Mendoza, que pretende instalarse en Formosa. El Gobierno de esa provincia avala la iniciativa pero Paraguay se opone porque el estudio de impacto ambiental estaría incompleto.
Una planta de uranio proyectada por la firma Dioxitek pretende ubicarse en Formosa, en la frontera con Paraguay.
La iniciativa ya despertó cierta polémica en tanto mientras el Gobierno de esa provincia avala la idea; voces de la oposición, de la Iglesia y del país vecino, pusieron el grito en el cielo, fundamentalmente, por temor a la contaminación que podría suscitar.
Asimismo, un legislador radical, Luis Naidenoff, citado por La Nación, sumó un dato más que curioso: Dioxitek fue clausurada en Córdoba por una denuncia de la Comisión de Energía Nuclear. A partir de entonces han intentado instalarla en otras ciudades y todas se han negado, incluso San Rafael, en Mendoza. La firma es una sociedad anónima estatal perteneciente en un 99 % a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y en un 1 % a Mendoza.
De acuerdo con el informe que publicó Lucila Barreiro para el matutino porteño, quienes apoyan la instalación dicen que la planta de uranio le daría a Formosa ventajas estratégicas para apostar por la energía nuclear y señalan que quienes se oponen no conocen de qué se trata.
Es la misma posición que defiende el gobierno de Insfrán. A su vez, la titular de la CNEA, Norma Boero, acusó a la Iglesia de "provocar la confrontación y divisiones con su crítica".
Y Rolando Granada, del Instituto Balseiro, pidió que la sociedad "escuche a los científicos y estudiosos en la materia y no se deje influenciar por fantasmas del miedo".
Del otro lado, entre quienes se oponen a la iniciativa, se encuentran los senadores paraguayos que están preocupados por el proyecto.
La planta cordobesa de Dioxitek fue rechazada, y lo mismo hicieron otras provincias, incluida Mendoza.
El obispo de Formosa, monseñor Conejero, presentó un documento, en el que afirmó que "no es bueno hipotecar la vida y la salud del pueblo formoseño".
Criticó "las divisiones en nuestra sociedad y con un país hermano" que ha generado el proyecto y reclamó más información.
Fuente:
Polémica por una planta de uranio mendocina, 22/07/14, MDZ. Consultado 23/07/14.
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