Por Juan Vernieri
Interpol y las Naciones Unidas están preocupados y preparados ante las amenazas terroristas vinculadas a los materiales químicos, biológicos, radiactivos, nucleares y explosivos.
Argentina considera que los actos de terrorismo son una amenaza a la dignidad humana, a la convivencia pacífica y civilizada, a la estabilidad y a la consolidación de la democracia y al desarrollo económico y social de las naciones. En 2019 sancionó un decreto declarando a Hezbolláh como organización terrorista.
La muerte de sus dos grandes líderes le redujo poder a Al Qaeda, no obstante, existe incertidumbre acerca de si dispone o no de capacidad para fabricar un Dispositivo Nuclear Improvisado. Este artefacto representaría el arma ideal para la red terrorista, que repetidamente ha manifestado su deseo de obtener y usar armas de destrucción masiva.
Al Qaeda y sus colaboradores tienen los recursos económicos, logísticos y probablemente los humanos necesarios para fabricar un Dispositivo Nuclear Improvisado.
Si algo impide la ejecución de planes terroristas de estas dimensiones es la dificultad de acceso al material físil necesario, supuestamente no han podido hasta hoy conseguirlo.
Un experto en electrónica, un físico nuclear, un químico y un experto en explosivos con unos ocho ayudantes podrían tener listo el artefacto en un año, e integrar el material físil en la bomba en tan solo un día (Fuente: Ferguson y Potter, 2005).
Hasta finales del año 2005 no parecía existir ninguna organización terrorista, aparte de Al Qaeda, con los recursos necesarios para reunir semejante equipo.
Pero la financiación y los medios que Irán proporciona a Hezbolláh, ya permitió que dispusiera de un vehículo aéreo no tripulado y lo utilizara en el norte de Israel en el año 2005.
No se puede descartar que una organización como Hebollah pudiera intentar fabricar y emplear un Dispositivo Nuclear Improvisado. Le resultaría difícil obtener un arma de un arsenal nuclear, pero sería más fácil desviar pequeñas cantidades de material físil de sus lugares de producción y almacenamiento, hasta llegar a la cantidad necesaria.
Aunque ninguno de los casos descubiertos de tráfico de material físil involucraba una cantidad suficiente para fabricar un explosivo nuclear, puede sospecharse la existencia de casos no detectados, que una organización terrorista dispusiera del mismo y que estuviera intentando fabricar un artefacto nuclear.
Con el objetivo de fabricar un Dispositivo Nuclear Improvisado podrían utilizarse dos materiales físiles: Uranio Altamente Enriquecido, o plutonio-239 en forma metálica, o en forma de óxido de plutonio. Resultaría más fácil de fabricarlo con uranio enriquecido, aunque este resulta menos accesible para los terroristas que el plutonio-239.
Uranio altamente enriquecido y plutonio, se han producido en grandes cantidades y se continúan produciendo en varios países, tanto con fines civiles como militares.
Aunque el material físil es un potencial objetivo de los terroristas en cualquiera de los cientos de lugares de almacenamiento existentes en el mundo, algunos son especialmente vulnerables: Rusia, con sistemas de seguridad más que deficientes, Pakistán, donde la inestabilidad política podría permitir la caída de material físil en manos terroristas, Irán, donde su programa de enriquecimiento de uranio y su reconocido apoyo a grupos terroristas podría desviar material físil hacia Hezbolláh.
Para un grupo terrorista resulta muy complicado disponer los 25 kilogramos de uranio altamente enriquecido necesarios. Conseguir plutonio resultaría más fácil debido a que la India, Israel, Corea del Norte, Pakistán, Francia, Rusia y probablemente China han continuado produciendo plutonio para sus armas nucleares.
El plutonio presente en los combustibles MOX, reprocesados de combustibles gastados, lo está en forma de óxido de plutonio mezclado con óxido de uranio y también puede encontrarse en las centrales nucleares donde se utiliza este combustible.
El MOX se produce en Reino Unido, Francia y Bélgica, y es usado como combustible nuclear en varios países.
Es posible separar el óxido de plutonio del MOX mediante métodos químicos de forma relativamente fácil (Fuente: Barnaby, 2004). El creciente comercio global de MOX aumenta la cantidad de material físil en circulación, elevando así el riesgo de terrorismo nuclear.
A pesar de que algún grupo terrorista con grandes recursos podría ocultar la producción de material físil, es altamente improbable que lo intentara: buscaría obtener material físil que fuera inmediatamente utilizable en un arma o que requiriera un procesado más o menos simple.
La posibilidad de un acto terrorista nuclear es una razón más de rechazo a la energía nuclear.
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