La Bóveda Global de Semillas de Svalbard (Noruega),
conocida como el "Arca de Noé" de los cultivos y situada
en el Ártico, tiene desde este martes más de un millón de muestras
almacenadas en su interior gracias al mayor depósito realizado desde
que fue inaugurada hace más de una década.
por Anxo
Lamela
El
Banco Genético Nórdico, el Gobierno noruego y el Fondo Mundial para
la Diversidad de Cultivos impulsaron este proyecto que culminó en
febrero de 2008 con la apertura de la que también se conoce como la
bóveda “del fin del mundo”.
Bóveda
Global de Semillas de Svalbard (Noruega)
Se
trata de un depósito seguro, construido en una cueva excavada en una
montaña, de duplicados de semillas de cultivos alimentarios para
protegerlos frente a fenómenos como el cambio climático.
Representantes
de 36 organizaciones de 33 países participaron en la ceremonia
celebrada en el exterior de la bóveda, que ahora contiene muestras
de 5.000 especies distintas, donadas por 85 depositarios.
Donación
de semillas de Colombia,México, Perú y Brasi
Entre
las instituciones que han hecho nuevos aportes, más de 60.000
muestras en total, figuran el colombiano Centro Internacional de
Agricultura Tropical (CIAT), que ha donado esta vez variedades de
guisante de mariposa, trébol, sorgo y frijoles.
El
mexicano Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo
(CIMMYT) y el peruano Centro Internacional de la Papa (CIP) también
han participado en la nueva ronda de depósitos, al igual que la
Universidad de Costa Rica, que aporta variedades de tres especies de
arroz nativo, incluyendo dos salvajes.
La
representación latinoamericana la completa la estatal Empresa
Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), que ha enviado
variedades de cultivos como la cebolla, el melón y la guindilla.
A
la bóveda del archipiélago noruego de Svalbard llegaron también
muestras de los jardines botánicos reales Kew del príncipe de
Gales, así como una donación de la nación cherokee, la primera
tribu estadounidense en colaborar con el mayor depósito mundial de
semillas.
Esta
entrega es especialmente oportuna”, afirmó en la ceremonia la
primera ministra noruega, Erna Solberg, recordando que 2020 es el
plazo límite para que cada país proteja su rango genético de
cultivos, con vistas a lograr en 2030 el objetivo de desarrollo
sostenible de la ONU de acabar con las hambrunas.
Efectos
del cambio climático en el Ártico
Excavada
a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca,
situada a las afueras de la localidad de Longyearbyen, la bóveda
“del fin del mundo” es impermeable a fenómenos como la actividad
volcánica, los terremotos y la radiación.
Las
semillas están almacenadas a 18 grados bajo cero y en caso de fallo
eléctrico, el permafrost ártico (capa permanentemente helada) del
exterior actuaría como refrigerante natural.
Pero
los efectos del cambio climático han empezado a notarse también en
el Ártico, lo que obligó a realizar el año pasado una mejora de
las instalaciones, tanto en su estructura como en materia de
seguridad, en previsión de un clima más cálido.
Así,
se invirtieron unos 20 millones de euros en varias reformas, que
incluyen la construcción de un nuevo túnel de acceso resistente al
agua.
Recuperación
de semillas
La
condición de este “Arca de Noé” ártica como depósito de
seguridad mundial de cultivos ha quedado probada en el caso del
Centro Internacional para las Investigaciones Agrícolas en las Zonas
Áridas (ICARDA), que originalmente tenía su sede en Alepo, una de
las ciudades más afectadas por la guerra en Siria.
El
ICARDA ha empezado a reconstruir su colección en Marruecos y Líbano
gracias a que ha podido duplicar semillas procedentes de la bóveda
de Svalbard.
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Fuente:
La Bóveda de Semillas de Svalbard (Noruega) supera el millón con nueva donación, 26 febrero 2020, EFEverde.
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