miércoles, 21 de agosto de 2019

Rusia mantiene el secreto sobre el accidente nuclear que dejó al menos siete muertos: "No les incumbe"



El viceministro de Exteriores Sergei Ryabkov enfatizó que la transmisión de datos a la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares es "voluntaria". Cuatro bases de detección fueron desconectadas tras la explosión de un presunto motor nuclear de misiles que causó también un aumento en los niveles de radiación.

El gobierno de Rusia dijo a la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO) que el accidente nuclear de dos semanas atrás en Arkhangelsk "no les incumbe", luego de que cuatro estaciones rusas que forman parte de la red de monitoreo del organismo dejaran de transmitir datos, indicó este martes la agencia rusa Interfax.

El lunes la CTBTO había confirmado que dos estaciones de monitoreo en Dubna y Kirov, cercanas a la ciudad de Severodvinsk donde el jueves 8 de agosto ocurrió el incidente mientras científicos rusos probaban un supuesto propulsor nuclear para un misil de crucero, dejaron de enviar datos dos días después del hecho.

Otras dos estaciones, Peleduy y Bilibino, se sumaron poco después, aumentando las sospechas sobre un presunto encubrimiento de parte de Moscú, especialmente luego de que autoridades locales en Severodvinsk confirmaron un fuerte aumento temporal de los niveles de radiación.

El viceministro de Exteriores Sergei Ryabkov dijo este martes en una conferencia de prensa que el accidente "no le incumbe" a la CTBTO. "Es esencial mantener en mente que la entrega de información de nuestras estaciones nacionales que forman parte del sistema de monitoreo internacional es enteramente voluntaria, y es así para cualquier país", agregó, de acuerdo a Interfax.

Los mandatos del CTBTO sólo cubren ensayos nucleares, agregó Ryabkov, por lo que el accidente del 8 de agosto "no debería tener conexión" con las actividades del organismo, que no tienen jurisdicción sobre el desarrollo de armas.

"Las explicaciones exhaustivas sobre lo que ocurrió y cuáles fueron las consecuencias ya fueron dadas por las estructuras relevantes", explicó, recalcando que el misterioso accidente "no trajo riesgos" para el medio ambiente o las personas.

El presidente Vladimir Putin, por su parte, dijo también el lunes que no había ningún riesgo por el aumento de la radiación y que todas las medidas de seguridad necesarias habían sido tomadas.

En el hecho murieron cinco científicos, según reconoció la agencia nuclear rusa Rosatom, y dos militares, un dato reportado por los medios locales, con un número no especificado de heridos, algunos de los cuales fueron tratados por contaminación radiactiva, de acuerdo al Moscow Times.

Este martes el secretario ejecutivo de la CTBTO, Lassina Zerbo, señaló que dos de las cuatro estaciones, que incluyen sensores de partículas radiactivas, habían vuelto a transmitir tras el parate de casi dos semanas. Se trata de las ubicadas en Peleduy y Bilibino. Aún no hay novedades sobre las estaciones de Dubna y Kirov.

Desde el principio el suceso ha estado envuelto en un halo de misterio y afectado por una sucesión de reportes contradictorios de parte de las autoridades. En un principio incluso se dijo que la explosión había sido causada por un incendio en un buque de guerra, antes de que finalmente trascendiera que el estallido tuvo lugar mientras se trabajaba en el propulsor nuclear de un vanguardista misil de crucero (el 9M730 Burevestnik) que Rusia está desarrollando.

El ministerio de Defensa ruso desde el principio minimizó el hecho y reportó que los niveles de radiación eran normales. Pero poco después tanto el municipio de Severodvinsk como la agencia climatológica rusa reportaron fuertes aumentos de radiación en la zona, en algunos caso 16 veces por encima de los niveles permisibles, y por el espacio de cerca de una hora antes de que se estabilizaran.

Poco después de estos reportes las estaciones rusas que reportan a la CTBTO, y que incluyen sensores sísmicos, de ultrasonido y radiación, entre otros, dejaron de transmitir información.

No estaba claro si los motivos para el presunto ocultamiento tenían que ver con una contaminación radiactiva mayor de la esperada, o simplemente con la necesidad de bloquear posibles filtraciones de datos técnicos sobre el desarrollo ultra secreto del misil Burevestnik (también conocido en Occidente como SCC-X-9 Skyfall).

Para Alexander Uvarov, director del sitio especializado AtomInfo y citado por el periódico Moscow Times, el hecho podría estar más relacionado a "actividades de contrainteligencia" y "seguridad nacional".

De acuerdo al periódico ruzo Znak, la intención de Moscú al frenar la transmisión de datos es evitar que la composición de los isótopos involucrados en el accidente sea revelada al mundo.

El tratado CTBT, que da origen a la organización que entre sus funciones monitorea su cumplimiento, fue adoptado por la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas en 1996 y ha sido firmado por 184 países y ratificado por 168.

Aunque aún no ha entrado en efecto, ya que países de fuerte peso en el complejo nuclear internacional como Estados Unidos y China no lo han ratificado, se trata de un tratado de gran éxito cuyas disposiciones han sido mayormente cumplidas por la comunidad internacional en forma voluntaria, a la espera de su implementación.

Se trata de un instrumento multilateral de derecho internacional que prohíbe todas las explosiones nucleares, ya sea con fines civiles o militares, en todo el planeta.

Rusia firmó el tratado en 1996 y lo ratificó en el 2000, a diferencia de otras potencias nucleares como Estados Unidos, China, Pakistán, India e Israel.
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