El viceministro de Exteriores Sergei Ryabkov enfatizó que la transmisión de datos a la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares es "voluntaria". Cuatro bases de detección fueron desconectadas tras la explosión de un presunto motor nuclear de misiles que causó también un aumento en los niveles de radiación.
El
gobierno de Rusia dijo a la Organización del Tratado de Prohibición
Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO) que el accidente nuclear de
dos semanas atrás en Arkhangelsk "no les incumbe", luego
de que cuatro estaciones rusas que forman parte de la red de
monitoreo del organismo dejaran de transmitir datos, indicó este
martes la agencia rusa Interfax.
El
lunes la CTBTO había confirmado que dos estaciones de monitoreo en
Dubna y Kirov, cercanas a la ciudad de Severodvinsk donde el jueves 8
de agosto ocurrió el incidente mientras científicos rusos probaban
un supuesto propulsor nuclear para un misil de crucero, dejaron de
enviar datos dos días después del hecho.
Otras
dos estaciones, Peleduy y Bilibino, se sumaron poco después,
aumentando las sospechas sobre un presunto encubrimiento de parte de
Moscú, especialmente luego de que autoridades locales en
Severodvinsk confirmaron un fuerte aumento temporal de los niveles de
radiación.
El
viceministro de Exteriores Sergei Ryabkov dijo este martes en una
conferencia de prensa que el accidente "no le incumbe" a la
CTBTO. "Es esencial mantener en mente que la entrega de
información de nuestras estaciones nacionales que forman parte del
sistema de monitoreo internacional es enteramente voluntaria, y es
así para cualquier país", agregó, de acuerdo a Interfax.
Los
mandatos del CTBTO sólo cubren ensayos nucleares, agregó Ryabkov,
por lo que el accidente del 8 de agosto "no debería tener
conexión" con las actividades del organismo, que no tienen
jurisdicción sobre el desarrollo de armas.
"Las
explicaciones exhaustivas sobre lo que ocurrió y cuáles fueron las
consecuencias ya fueron dadas por las estructuras relevantes",
explicó, recalcando que el misterioso accidente "no trajo
riesgos" para el medio ambiente o las personas.
El
presidente Vladimir Putin, por su parte, dijo también el lunes que
no había ningún riesgo por el aumento de la radiación y que todas
las medidas de seguridad necesarias habían sido tomadas.
En
el hecho murieron cinco científicos, según reconoció la agencia
nuclear rusa Rosatom, y dos militares, un dato reportado por los
medios locales, con un número no especificado de heridos, algunos de
los cuales fueron tratados por contaminación radiactiva, de acuerdo
al Moscow Times.
Este
martes el secretario ejecutivo de la CTBTO, Lassina Zerbo, señaló
que dos de las cuatro estaciones, que incluyen sensores de partículas
radiactivas, habían vuelto a transmitir tras el parate de casi dos
semanas. Se trata de las ubicadas en Peleduy y Bilibino. Aún no hay
novedades sobre las estaciones de Dubna y Kirov.
Desde
el principio el suceso ha estado envuelto en un halo de misterio y
afectado por una sucesión de reportes contradictorios de parte de
las autoridades. En un principio incluso se dijo que la explosión
había sido causada por un incendio en un buque de guerra, antes de
que finalmente trascendiera que el estallido tuvo lugar mientras se
trabajaba en el propulsor nuclear de un vanguardista misil de crucero
(el 9M730 Burevestnik) que Rusia está desarrollando.
El
ministerio de Defensa ruso desde el principio minimizó el hecho y
reportó que los niveles de radiación eran normales. Pero poco
después tanto el municipio de Severodvinsk como la agencia climatológica rusa reportaron fuertes aumentos de radiación en la
zona, en algunos caso 16 veces por encima de los niveles permisibles,
y por el espacio de cerca de una hora antes de que se estabilizaran.
Poco
después de estos reportes las estaciones rusas que reportan a la
CTBTO, y que incluyen sensores sísmicos, de ultrasonido y radiación,
entre otros, dejaron de transmitir información.
No
estaba claro si los motivos para el presunto ocultamiento tenían que
ver con una contaminación radiactiva mayor de la esperada, o
simplemente con la necesidad de bloquear posibles filtraciones de
datos técnicos sobre el desarrollo ultra secreto del misil
Burevestnik (también conocido en Occidente como SCC-X-9 Skyfall).
Para
Alexander Uvarov, director del sitio especializado AtomInfo y citado
por el periódico Moscow Times, el hecho podría estar más
relacionado a "actividades de contrainteligencia" y
"seguridad nacional".
De
acuerdo al periódico ruzo Znak, la intención de Moscú al frenar la
transmisión de datos es evitar que la composición de los isótopos
involucrados en el accidente sea revelada al mundo.
El
tratado CTBT, que da origen a la organización que entre sus
funciones monitorea su cumplimiento, fue adoptado por la Asamblea
Nacional de las Naciones Unidas en 1996 y ha sido firmado por 184
países y ratificado por 168.
Aunque
aún no ha entrado en efecto, ya que países de fuerte peso en el
complejo nuclear internacional como Estados Unidos y China no lo han
ratificado, se trata de un tratado de gran éxito cuyas disposiciones
han sido mayormente cumplidas por la comunidad internacional en forma
voluntaria, a la espera de su implementación.
Se
trata de un instrumento multilateral de derecho internacional que
prohíbe todas las explosiones nucleares, ya sea con fines civiles o
militares, en todo el planeta.
Rusia
firmó el tratado en 1996 y lo ratificó en el 2000, a diferencia de
otras potencias nucleares como Estados Unidos, China, Pakistán,
India e Israel.
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