Montaje del reactor de la Central Nuclear Embalse, un modelo CANDU de tubos horizontales conocido como Calandria. |
En
el accidente de Chernóbil fue clave el coeficiente de vacío
positivo del reactor modelo RBMK, una característica que también
presenta el reactor de Embalse, modelo CANDU.
por
Cristian Basualdo
La
miniserie Chernobyl emitida por el canal HBO batió records de
visualizaciones, multiplicó las búsquedas en internet relacionadas
con el desastre nuclear y sensibilizó a la opinión pública sobre
los peligros de la tecnología nuclear. En este marco, La Voz del
Interior publicó el artículo titulado: "Chernobyl", la serie: ¿cuál es el riesgo de que en la central de Embalse ocurra un accidente nuclear? Que incluye una entrevista a Carlos Murúa,
técnico nuclear de la Universidad Nacional de Córdoba (1), quien
estableció las diferencias entre el reactor de Chernóbil (modelo
RBMK de origen soviético) y el de la Central Nuclear Embalse (modelo
CANDU de origen canadiense) (2).
El
experto comenzó con el moderador, que en los reactores RBMK es de
grafito, mientras que los CANDU utilizan agua pesada. Además en
Chernóbil se desconectaron los sistemas de seguridad, mientras que
en la central cordobesa no puede hacerse, “mucho del funcionamiento
de la central soviética estaba en manos de los operarios, en vez de
poseer enclavamientos físicos” dijo Murúa. Que explicó que el de
Chernóbil fue un accidente único en su tipo, y el peor escenario
imaginado para Embalse es un accidente con pérdida de refrigeración
como el ocurrido en Fukushima. Agregó que la Central Nuclear
Embalse cuenta con un domo de hormigón que serviría para contener
los elementos radiactivos que podrían liberarse al ambiente,
mientras que la de Chernóbil no tenía domo.
Hasta
aquí las diferencias y, aunque La Voz del Interior no lo hizo,
corresponde preguntar por las similitudes. Descartando las obviedades
(ambos son reactores nucleares de fisión para la producción de
electricidad), debemos considerar que en el funcionamiento de un
reactor nuclear son importantes las cuestiones neutrónicas
relacionadas con la temperatura del combustible, y la temperatura y
densidad del refrigerante. Una forma de determinar los cambios frente
a perturbaciones es mediante los denominados coeficientes de
reactividad.
Gordon
R. Thompson es especialista en el tema que nos ocupa y autor del
estudio Riesgos de operar reactores CANDU 6, en el cual señaló que
los reactores CANDU tienen un coeficiente de vacío positivo. Que se
refiere al aumento de la tasa de fisión y la tasa de generación de
calor, que se producen si el refrigerante primario se convierte en
vapor o deja de circular. Ante esta situación, si los sistemas de
parada de emergencia fuesen ineficaces, el reactor experimentaría
una violenta excursión de potencia, desafiando la integridad de la
estructura de contención.
Y si bien el escenario del accidente de
Chernóbil difiere de los escenarios de excursión de potencia que
pueden surgir en un CANDU, la existencia de un coeficiente de vacío
positivo fue central en el accidente de Chernóbil. Los
modelos RBMK y CANDU tienen un coeficiente de vacío positivo, por el
contrario la mayor parte de la flota mundial de reactores tiene un
coeficiente de vacío negativo. El programa de coperación técnica
de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la seguridad de los reactores RBMK impulsó modificaciones de
seguridad relacionadas directamente con el accidente de Chernóbil,
centradas en reducir el coeficiente de vacío positivo y mejorar el
diseño de las barras de control.
Los
diseñadores canadienses optaron por agua pesada como moderador,
basándose en la experiencia previa con los reactores de
investigación. Uno de dichos reactores, denominado NRX, experimentó
un accidente el 12 de diciembre de 1952, que implicó un fuerte
aumento de la reactividad con una excursión de potencia que fundió
el combustible, y produjo una explosión de hidrógeno dentro de la
calandria, con fugas de material radiactivo al ambiente. Este
accidente es considerado el primero de la industria nuclear civil y,
si bien todavía no se había creado la Escala Internacional de
Sucesos Nucleares (INES), debido sus características se situaría en
el nivel 5 (accidente con consecuencias amplias). El reactor
NRX tenía un coeficiente de vacío positivo, al igual que todos los
reactores CANDU construidos a la fecha.
Mientras
que la respuesta del resto de los diseñadores de occidente al
accidente del NRX fue la de evitar los reactores con efecto de vacío
positivo; el enfoque canadiense consistió en desarrollar un método
de defensa en profundidad basado en el riesgo tolerable. Frenar el
potencial de excursiones y oscilaciones de potencia se convirtió en
un desafío recurrente. La central nuclear Gentilly 1 fue una versión
fallida del CANDU que nunca funcionó correctamente, entró en
criticidad en 1972 y cerró en 1977. El principal problema fue que el
núcleo del reactor tenía coeficientes de reactividad de potencia y
vacío positivos. Esta experiencia impulsó el desarrollo de un
sistema de parada de emergencia que implica la inyección de veneno
líquido dentro del moderador, surgiendo un consenso dentro de la
industria nuclear canadiense de que 2 sistemas de parada de
emergencia era respuesta suficiente al riesgo de una excursión de
reactividad.
Los
trabajos de extensión de vida de la Central Nuclear Embalse no
modificaron esta característica desfavorable del reactor. Un
modelado del núcleo vaciando el refrigerante sin modificar su
temperatura, determinó que la reactividad puede llegar a aumentar en
aproximadamente 1300 partes por cien mil (pcm), el coeficiente de
reactividad por porcentaje de vacío es 13,3 pcm/% (3).
Central Nuclear Embalse. Reactividad vs porcentaje de vacío de refrigerante. Gráfico: Spinella, Madariaga, Lazarte. |
Aunque
La Voz del Interior hable de la “nueva” central, la de Embalse es
un modelo anticuado que está lejos de cumplir con los estándares
tecnológicos de última generación necesarios para los nuevos
reactores. Y fue imposible alcanzar los con la extensión de su vida
útil, que consistió en reemplazar algunos sistemas, estructuras y
componentes envejecidos, pero poco pudo hacerse con el
envejecimiento tecnológico y conceptual.
Referencias:
1. Carlos
Murúa es director de Capacitación del Centro Universitario de
Tecnología Nuclear de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y
Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba.
2. RBMK
es el acrónimo de reáktor bolshói móschnosti kanálny que
significa reactor de gran potencia de tipo canal. CANDU es el
acrónimo de Canadian deuterium uranium.
3. Determinación de los coeficientes de reactividad por temperaturas de combustible y refrigerante de la Central Nuclear Embalse, Mecánica Computacional
Vol XXXIII, págs. 3135-3150 Graciela Bertolino, Mariano Cantero,
Mario Storti y Federico Teruel (Eds.) San Carlos de Bariloche, 23-26
Setiembre 2014.
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