jueves, 20 de junio de 2019

Focos contaminantes sin solución

Los espacios públicos usados como vaciaderos son tierra fértil para contaminar el suelo, el agua y el aire, además de representar un peligro de incendios por quemas sin control.

Los basurales a cielo abierto en la provincia de Córdoba van ganando terreno como resultado de la falta de planificación respecto del sistema de higiene urbana.

Abundan las denuncias sobre la proliferación de estos gigantescos depósitos de desechos, que en muchos casos cuentan con la anuencia de las autoridades en zonas que carecen de vertederos ajustados a las normas sobre tratamiento y destino de los residuos sólidos urbanos.

El problema sigue sin resolverse, pese a que se trata de focos contaminantes que no sólo degradan la calidad del medio ambiente, sino que ponen en riesgo la salud de los vecinos que habitan cerca.

A menudo, las quejas se vinculan con los predios receptores de todo tipo de escombros que crecen en la periferia de la ciudad de Córdoba.

Sin embargo, el fenómeno se expande a casi todo el territorio provincial.

En el informe que publicamos el pasado domingo, referido al último Diagnóstico Ambiental Provincial, se pone en evidencia que en el 66 por ciento de los municipios y de las comunas de Córdoba los basurales a cielo abierto son los destinos principales de los residuos sólidos urbanos.

A ese cuadro preocupante se suma que sólo una mínima parte de esos desechos es separada para su reciclado. Una lógica consecuencia de la falta de gestión y de la informalidad con que se conduce un tema sanitario que, para la propia Secretaria de Ambiente de la Provincia, es el principal problema ambiental por combatir.

El consentimiento de muchos intendentes y jefes comunales obedece a cierta impotencia por no hallar otras fórmulas para sortear los contratiempos.

En efecto, para elaborar el referido diagnóstico ambiental, respondieron 307 de las 427 localidades cordobesas. Y dos tercios de ellas admitieron que buena parte de los residuos sólidos urbanos se disponen en un basural a cielo abierto.

Estos espacios públicos usados como vaciaderos (muchas veces con el aporte de vecinos desaprensivos) son tierra fértil para contaminar el suelo, el agua y el aire, además de representar un peligro de incendios por quemas sin control.

Las estadísticas son de enorme utilidad para conocer la magnitud de los problemas, pero sólo una agenda global y coordinada entre la Provincia y los municipios aportará a poner en orden tribulaciones de vieja data.

Los enterramientos sanitarios según los modelos de rigor no pueden continuar atados a trabas burocráticas.

Los cerca de cuatro millones de kilos de basura que generamos los cordobeses por día en la provincia deben ser un llamado de atención para cambiar viejos hábitos que sólo sirven para alimentar los nocivos basurales al aire libre.

Fuente:
Focos contaminantes sin solución, 18 junio 2019, La Voz del Interior. Consultado 20 junio 2019.

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