Este
mes se pone en marcha la Central, luego de un proceso de instalación
irregular. Desde la asamblea de vecinos difundieron una imagen que
contradice lo expresado por el mandatario en una nota publicada por El Diario del Centro del País. Había asegurado que “no hubo un solo ladrillo colocado
previo a la Audiencia Pública”, cuando en realidad se trabajó
durante casi cinco meses hasta que se obtuvo la licencia ambiental.
Este
mes se pondrá en marcha la Central Termoeléctrica que se instaló
en uno de los anexos del Parque Industrial de nuestra ciudad mediante
un proceso irregular, en el cual la empresa MSU Energy salteó
distintos pasos legales para empezar su construcción y contó con el
aval de Nación, Provincia y municipio.
Las
irregularidades en la radicación de la industria que generará
energía para distribuir al resto del país -es decir, que el recurso
no se quedará en la ciudad- motivaron la creación de la Asamblea No
a la Termoeléctrica, conformada por un diverso grupo de vecinos.
Hace
unos días, desde ese espacio desmintieron lo dicho por el intendente
Martín Gill al Diario del Centro del País, en una nota publicada el 2 de diciembre de
2017.
El
medio digital La Ventolera entrevistó a integrantes del colectivo
quienes se encargaron de cuestionar a Gill.
En su
momento el titular del Ejecutivo, consultado sobre las errores
cometidos en los distintos pasos legales, aseguró que “lo que
realizó MSU en su momento fue comprar el predio y solo hubo alguna
intervención en materia de amojonamiento y de movimiento de suelos,
pero no hubo un solo ladrillo colocado previo a la Audiencia Pública.
Nos queda una enorme tarea en materia de control concurrentemente a
organismos nacionales y provinciales”.
Según
lo dicho por los vecinos a La Ventolera, se trata de puras “mentiras”
, afirmación que justificaron con una imagen.
Se
trata de una captura de pantalla de un informe del canal
universitario Uniteve, en la cual se observa un cartel que declara el
20 de marzo como el día de inicio de obras (la foto fue tomada el 15
de julio).
“Es
inconcebible que en cuatro meses, con casi 300 obreros trabajando no
se haya colocado ni un ladrillo, como dice el intendente”,
cuestionaron.
Cuatro
meses fueron los que transcurrieron entre el comienzo de la
construcción y la obtención de la licencia ambiental que otorga la
Provincia, paso que debería respetarse para iniciar cualquier tarea.
Gill,
en sus palabras, toma la Audiencia Pública como requisito para
emprender la construcción, pero en realidad hasta no obtener
licencia ambiental no se puede avanzar sobre el terreno.
En la
misma nota se cita la ley 10.208 de Política Ambiental, que
establece respecto a las audiencias públicas en su capítulo V: “Se
establece a la Audiencia Pública como procedimiento obligatorio para
los proyectos o actividades que estén sometidas obligatoriamente a
Evaluación de Impacto Ambiental enunciados en el Anexo I de la
presente Ley. La Autoridad de Aplicación debe institucionalizar las
audiencias públicas y establecer los otros mecanismos de consulta
para los demás proyectos que no están sometidas obligatoriamente a
Evaluación de Impacto Ambiental. Las audiencias públicas y demás
mecanismos de consulta se realizarán en forma previa a cualquier
resolución, con carácter no vinculante y de implementación
obligatoria.” (artículo 35).
En el
texto publicado por La Ventolera se advierte, además, que “en el
relevamiento del marco legal se nota la ausencia de la contemplación
de la Resolución N°105/17 de la Provincia de Córdoba con el Anexo
de las Tablas que establecen los parámetros de calidad de aire
(aprobada en 2016 y publicadas sus tablas en 2017); clave para
regular y controlar la calidad de aire de la empresa teniendo en
cuenta las consecuencias particulares que trae aparejada en cuanto a
este tema”.
El
informe resalta que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado
por MSU “refiere en su marco legal a la Ley Calidad de Aire de
Buenos Aires. Ley 5.965- Dec. Reg. 3395/96, pero se desentiende de la
normativa provincial. Es decir, toma los parámetros de la ley de
Buenos Aires y los compara con los datos arrojados en el EIA de la
Central que se desarrollará en Villa María- Córdoba; de esta
forma, no hay referencia a los parámetros de calidad de aire
estipulados para la provincia cordobesa. En este caso, los estudios
de calidad de aire se realizaron en febrero de 2016, también antes
de la Audiencia Pública y, paradójicamente, antes de las
habilitaciones. Esto quiere decir que la empresa ya tenía relevado
el terreno sin previa consulta”.
Fuente:
Desmienten al intendente Gill por sus dichos sobre la Termoeléctrica, 02/01/18, El Diario del Centro del País.
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