domingo, 1 de octubre de 2017

¿Por qué rechazar el plan nuclear que acordó Macri con China? Hablan referentes y especialistas

Marcha antinuclear en Viedma, el 9 de agosto de 2017

Dossier Patagonia No Nuclear. La Izquierda Diario entrevistó a diez especialistas y referentes para que nos expliquen la importancia de esta lucha.

por Roberto Andrés

Fue el pasado 9 de agosto cuando se realizó una movilización patagónica, con epicentro en Viedma (Río Negro) y a la que adhirieron más de 35 ciudades en todo el país, en rechazo al plan nuclear de 30 mil millones de dólares que Macri habría acordado con China, un acuerdo que incluía la construcción de dos nuevas centrales nucleares, una en el golfo de San Matías, en Río Negro.


En respuesta a la movilización pero considerando a su vez el pésimo desempeño electoral de su partido en las últimas PASO, el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck declaró que “si el rionegrino no la quiere, no la vamos a construir”, y le hizo saber a Nación el rechazo desde su gestión a la instalación de la central en la provincia.

El pasado 01 de septiembre la legislatura rionegrina votó en su mayoría por la prohibición de la construcción de la central nuclear, aunque la resolución incluyó la posibilidad de construir una planta tipo Carem (Central Argentina de Elementos Modulares) de baja potencia, lo que generó un fuerte cruce entre los legisladores y los manifestantes presentes en el lugar, ya que, entre otras cosas, el Invap no construye centrales nucleares.

Pero todo no quedó ahí. Cambiemos contratacó con una pequeña movilización convocada desde la municipalidad de Sierra Grande, la otra ciudad que se especuló podría albergar a la megaplanta acordada entre Macri y China. Desde ese lugar, el intendente Nelson Iribarren avanza con la idea de hacer una consulta popular pasadas las elecciones de octubre para revertir la opinión pública y la derrota del plan macrista.

Es por ello que el movimiento que nació para oponerse a la construcción de la central nuclear en la Patagonia ha convocado para este sábado 30 de septiembre a una nueva movilización, esta vez desde la propia Sierra Grande.

Para entender a fondo el tema en cuestión desde La Izquierda Diario hemos entrevistado a 10 especialistas y referentes de la lucha contra la instalación de la central nuclear: Pablo Lada, del Movimiento Antinuclear de Chubut (MACH), Silvana Buján, periodista científica de la organización BIOS Argentina, al médico Medardo Ávila Vázquez, de la Red Universitaria de Ambiente y Salud (RUAS), y al biólogo de la UNC Raúl Montenegro, de la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM). También al secretario general de ATE y la CTA Río Negro, Rodolfo Aguiar, a Fabiana Vega de la Asamblea No Nuclear y de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Viedma y Patagones, a Diego Sercovich, ingeniero químico pionero local de tecnologías de hidrógeno, a Roberto Ochandio, geógrafo y extrabajador de YPF, a Patricia González, bióloga de la UBA y conservacionista de la Fundación Inalafken, al historiador ecologista, economista y docente de la UBA Antonio Elio Brailovsky.

¿Por qué debemos rechazar las nuevas centrales nucleares que Mauricio Macri acordó con China?


Pablo Lada es activista, investigador de la temática socioambiental y referente del Movimiento Antinuclear de Chubut (MACH), movimiento impulsado por el pionero y fallecido Javier Rodríguez Pardo y que lideró las históricas movilizaciones provinciales contra la instalación del repositorio en Gastre a fines de la década de los 80 y comienzos de los 90.

Para Lada las nuevas centrales nucleares simplemente “son un desatino por donde las mires. El primer aspecto -que es el que más nos preocupa a los que venimos militando la cuestión nuclear hace mucho tiempo, y a la sociedad en general- es aquel que nos lleva a hacernos cargo de lo que llamamos la hipoteca nuclear, que son esos residuos que se generan cuando fisionamos el átomo en una central nuclear de potencia, y que se terminan haciendo cargo finalmente las generaciones siguientes. Son elementos que perduran por miles de años, como el plutonio, que tiene 24 mil años de vida en promedio y que son sumamente peligrosos”.

Según nos comenta el chubutense, que también forma parte de la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE), “la millonésima parte de un gramo de plutonio causa cáncer. Y para eso la industria nuclear no tiene respuesta. Van más de 70 años desde que comenzó la era nuclear y la industria no ha encontrado aún una respuesta a los residuos de alta actividad. Acá nos tocó a nosotros lidiar con la lucha contra el basural nuclear de Gastre, que justamente era una supuesta solución. Hoy, después de aquella lucha, y en muchos lugares del mundo, no existe un solo repositorio de residuos radioactivos de alta actividad”.

Pero también rigen los aspectos económicos: “Esas dos centrales nucleares, según la información del propio Gobierno, cuestan 14 mil millones de dólares (sumando el préstamo chino), con lo que pone el propio Estado nacional, y solo para 1870 MW. Por otro lado, vemos que, también según la información del propio Gobierno, por las licitaciones del plan RenovAr de fomento a las energías renovables, salieron 59 proyectos solares y eólicos por cuatro mil millones de dólares para 2400 MW. Es decir, de los propios números del Gobierno y haciendo una comparación, podemos ver que cuesta la tercera parte (o menos) generar más electricidad con energías renovables. Por otro lado, nuestra Patagonia tiene un potencial casi único en energías renovables, sobre todo en energía eólica. Lo estamos viendo por estos días acá en Chubut, que gracias a las ultimas licitaciones que se hicieron hace poco, las renovables representan media central nuclear”.

Un fracaso económico a nivel mundial”
La energía nuclear se está dejando. De hecho en los últimos meses ha habido un anuncio atrás del otro. Incluso, países muy nuclearizados como Francia, con un presidente conservador, de derecha incluso, anuncia que cierra 17 centrales nucleares. En Suiza hubo un referéndum, luego Corea del Sur anuncia que también deja la energía nuclear. ¿Y por qué? Porque es un fracaso económico a nivel mundial. No hay empresa privada que pueda llevar adelante esto. Solo funciona con el respaldo del Estado. Es decir, va a ser el pueblo argentino el que va a pagar, el que se va a hacerse cargo de esos residuos radioactivos a perpetuidad”.


Rodolfo Aguiar es secretario general de ATE y de la CTA –Autónoma de Río Negro. A razón de la jornada de movilización del 9 de agosto, desde el sindicato convocaron a un paro en apoyo al que adhirieron los docentes de UNTER, Sitraju y la Corriente Clasista y Combativa. Ese día Aguiar señaló: “El paro ha sido masivo. Río Negro le está diciendo no a la instalación de la central nuclear, que va a incrementar el endeudamiento externo, dejará trunco todos los desarrollos tecnológicos y científicos propios, generará dependencia y afectará la soberanía energética”. A lo que agregó: “Queremos saber qué se esconde detrás de esta iniciativa. Nuestro país no necesita un megaproyecto de estas características. Macri y Weretilneck deben decirnos cuál es la verdadera finalidad”.

Consultado por La Izquierda Diario, el secretario general de la CTA señaló: “Nosotros debemos rechazar la posible instalación de una central nuclear en la provincia de Río Negro, en la Patagonia y en el país, fundamentalmente porque no necesitamos los argentinos una central nuclear china, que estamos comprando a paquete cerrado o bien llave en mano, porque se trata de proyectos que no responden a nuestros intereses. No hay una sola empresa en nuestro país que necesite 1000 MW de energía como produciría esta central nuclear. Es más, incrementarían nuestro endeudamiento externo en más de 7 mil millones de dólares. Pero además dejaría truncos los proyectos que en materia de energía son de origen nacional, porque esta compra llave en mano tendrá escasa o nula participación de nuestros científicos y técnicos locales”.

Un avance más en nuestra colonización

Es decir, acá nos siguen colonizando sin armas, porque si a esta pretensión de instalar en el suelo de la costa atlántica rionegrina una central nuclear china, le sumamos la minera china que ya existe en Sierra Grande, le sumamos el aeropuerto que el inglés magnate Joe Lewis tiene a dos kilómetros del mar, también en la localidad de Sierra Grande, sumamos el manejo que desde el puerto de San Antonio Oeste en todas las exportaciones hasta de los ingleses y de los rusos, nos vamos a dar cuenta que esta instalación de la central nuclear se trata de un avance más en nuestra colonización. Es decir, generamos dependencia y por supuesto que la instalación de esta central nuclear lo que hace es afectar en su grado máximo la soberanía de nuestro país”.

Por otro lado, tenemos que decir que lo que nos esconden el Gobierno nacional de Macri y el Gobierno provincial de Weretilneck es que el verdadero interés que tiene el Estado chino y el empresariado chino es poder enclavar estratégicamente en la Patagonia esta central nuclear, para luego poder exportar y vender energía al resto de los países latinoamericanos y del Caribe”.

Fabiana Vega: “Es una entrega total de soberanía tanto territorial como energética”

Fabiana Vega es asambleísta, miembro de la Asamblea No Nuclear y de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Viedma y Patagones. Para Fabiana, que también pertenece al Grupo de Reflexión Rural, es necesario rechazar las centrales nucleares “porque son una forma sucia, contaminante y la más costosa para conseguir energía. Además, es peligrosa, sucia y contaminante ya desde la extracción de uranio. No importa donde se haga, si acá o en cualquier otro lugar del mundo, ya desde entonces tenés un material radioactivo dando vueltas”.

Costosa porque el mantenimiento de esos residuos radioactivos que genera cada planta es por miles de años. Es muy costosa también al momento del desmantelamiento también, es por eso que no tienen previsto desmantelar las que estarían en edad de ser desmanteladas”.

Muchos de esos accidente no están registrados, no están blanqueados

Sucede una vez y después ya no es necesario que vuelva a suceder. Con lo que sucede ya alcanza para siempre, y prueba de eso es Fukushima y Chernobyl, que están irresueltos. Son lugares muertos. Todavía no tienen modo de pararlo. Por ejemplo, lo de Fukushima ya llegó por el Pacífico, está todo contaminado hasta Canadá. Por eso nos oponemos”.

Este caso tiene un agregado particular: son inversiones chinas en donde solamente van a quedar trabajando chinos en un lugar de zona de frontera. Es una entrega total de soberanía tanto territorial como energética”.

Están violando cuatro ordenanzas: Carmen de Patagones, Viedma, San Antonio Oeste y Sierra Grande”

Todo lo que están haciendo es ilegal. Están violando cuatro ordenanzas, porque por la proximidad hay que tener en cuenta la ordenanza del municipio no nuclear de Carmen de Patagones: las ordenanzas después de Viedma, San Antonio Oeste y de Sierra Grande, y también están violando principios de la Constitución Nacional y de la Ley General del Ambiente. Estamos redactando un amparo. Hay presentaciones previstas en el federal, hay presentaciones previstas en la corte”.


Diego Sercovich es ingeniero químico, experto en sistemas de acumulación de energía eléctrica y consultor de sistemas de baterías para aplicaciones aeroespaciales, y tiene contratos con la gerencia de aplicaciones no nucleares relacionado a las tecnologías del hidrógeno, de las que es un pionero local (de hecho ha cerrado contratos con la CNEA para el desarrollo de las baterías de este tipo).

¿Y por qué habría que rechazar las centrales nucleares?

En consonancia con la tendencia energética mundial, los fundamentos para el rechazo de esta tecnología se basan principalmente en dos argumentos claramente sostenidos por los países que lideran esta nueva corriente. El primer argumento refiere al peligro potencial que esta tecnología implica. Si bien es cierto que el número de accidentes es bajo con respecto a la cantidad de centrales nucleares instaladas, también es cierto que en casos de fallas los riesgos son demasiado elevados, llegando a extremos como Chernóbil (Ucrania) y Fukushima (Japón), por citar algunos”.

Es importante remarcar que cuando se habla de riesgos no solo se refiere a accidentes con repercusión internacional en la centrales nucleares como las antes mencionadas, también es importante aclarar que para su funcionamiento requiere de “combustibles nucleares”, generalmente compuestos por uranio, elemento sumamente peligroso desde su obtención en procesos mineros hasta su deposición final luego de haber sido agotado como combustible. El segundo refiere a costos. Dado que para su implementación no solo se requiere de una obra de infraestructura faraónica con todas las normas de control y de seguridad, sino que también debe contemplarse todo el ciclo del combustible que, como ya se mencionó, se inicia con la minería de uranio y permanece en estado de riesgo por miles de años posteriores a su utilización. Cuando finalmente se contemplan todas estas variables y se realiza un balance se concluye en que esta tecnología posee un costo por energía entregada superior al del resto de los sistemas de generación exceptuando cuando se la compara con generación a base de combustibles fósiles”.

¿Hay alternativas locales?

En argentina disponemos de una variada gama en abundancia de recursos naturales como para capitalizarlos energéticamente sin ninguna necesidad de tener que apelar a la costosa y peligrosa energía nuclear, y hasta para desvincularnos de los hidrocarburos. En nuestro país tenemos, por ejemplo, la zona del noroeste, que posee uno de los índices más altos de radiación solar para conversión fotovoltaica directa o para concentrarla con sencillos sistemas parabólicos y generar energía térmica (reemplazando a los reactores) para generación a gran escala. En la Patagonia se encuentran regiones con condiciones privilegiadas a nivel global en lo que refiere a vientos para generar con aerogeneradores. Disponemos de cantidades de kilómetros de costa marina que permitiría explotar energía mareomotriz.

Roberto Ochandio: “Todas las plantas nucleares operan sin estar aseguradas”

Roberto Ochandio es geógrafo extrabajador de YPF. Durante 19 años se desempeñó en la industria petrolera y luego se fue a Estados Unidos en donde por 27 años trabajó con proyectos de computación en empresas de aviación. Tras jubilarse y volver a Argentina emprende su militancia contra el fracking petrolero a propósito de la intervención de Chevron en Vaca Muerta. Es coautor del libro 20 mitos y realidades del fracking, junto al Observatorio Petrolero Sur, Maristella Svampa, Enrique Viale y otros referentes.

Le preguntamos a Ochandio sobre su opinión respecto al plan del Gobierno nacional de instalar dos nuevas centrales nucleares, a lo que nos responde: “Creo que existen múltiples razones para oponerse a la instalación de plantas nucleares. Una de estas razones es la falta de seguros que garanticen a la población en la eventualidad de un accidente. Basado en mi experiencia en la industria de la aviación puedo hacer una comparación con la industria nuclear que sirve para ilustrar este problema. Quizás la gente todavía recuerde que la aviación de hace 30 o 40 años era muy insegura, con un record anual de accidentes y muertos. Uno de los factores que contribuyó a solucionar estos problemas fue la presión de las compañías de seguros, las cuales aumentaron drásticamente el costo de los seguros que se aplican a cada vuelo comercial. Este aumento afectó tanto a las compañías fabricantes de aviones como a las operadoras, las cuales se vieron obligadas a mejorar sus prácticas para no quedar penalizadas económicamente. Fue así como se mejoró la calidad de los aviones y sus motores, el mantenimiento periódico y rutinario, el entrenamiento de mecánicos, pilotos y controladores aéreos, y procedimientos de operación a todo nivel. En otras palabras, la exposición a penalidades económicas transformó a la aviación en una de las formas más seguras para viajar”.

No es este el caso para la industria nuclear, dado que no se puede calcular de antemano la magnitud o el impacto de un accidente. Pensemos solamente en la eventualidad de un escape de gases ionizados en Atucha 1, similar a lo que ocurrió en Three Mile Island, con una nube radiactiva cubriendo Buenos Aires, el conurbano y Montevideo. Es imposible estimar el costo de un seguro que cubra financieramente los daños a la salud y la propiedad de esa población, como también es imposible encontrar una compañía de seguros que acepte esos riesgos. Por esa razón todas las plantas nucleares se operan sin estar aseguradas. Los garantes en caso de accidentes son los gobiernos nacionales, y estos no tienen ningún incentivo que los empuje a mejorar la operación de las plantas nucleares”.

Cuando pensamos en los casos de Three Mile Island, Chernobyl y Fukushima, y la historia de negaciones y ocultamientos de los gobiernos responsables en esos países, y a eso le sumamos la falta de respuesta de nuestro propio Gobierno ante incidentes y accidentes locales (por citar algunos: el accidente de trenes en Once, el atentado en la AMIA, la muerte de Nissman, los derrames de la minería en Veladero, la acumulación de residuos radiactivos en minas de uranio abandonadas por parte de CNEA), no podemos dejar de dudar de la capacidad y voluntad de nuestro Gobierno. Somos conscientes que, ante cualquier eventualidad, el gobierno central y los gobiernos provinciales correrán a ocultar y negar los daños y proteger, antes que nada, a las compañías y funcionarios responsables. La falta de credibilidad de nuestro gobierno es una más de las razones por las cuales debemos decir un no rotundo a la construcción de nuevas plantas nucleares”.


Silvana Buján es licenciada en Ciencias de la Comunicación Social, periodista científico y ambiental y miembro de la Red Argentina de Periodismo Científico y la Red Latinoamericana de Periodismo Ambiental, lo que le ha valido reconocimiento y tres veces el 1° Premio a la Divulgación Científica de la UBA (2009, 2012 Y 2014), entre varios otros. Es activista ecologista y dirige la organización BIOS, que es parte de la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE) a través de la cual publicó Energía nuclear: Una historia de engaños, ocultamiento y abandono.

No puede ser limpia una industria que genera desechos tan peligrosos a lo largo de todo el ciclo”

Entrevistada por La Izquierda Diario le pedimos a Silvana que nos explique las razones por las que debemos rechazar el plan nuclear que Macri acordó con China, a lo que nos responde que “hay cuatro argumentos para rechazar la energía nuclear en nuestro país. Primero, no es una industria limpia. Las centrales nucleares generan a lo largo de todo el ciclo de la energía nuclear cantidades de diferentes tipos de residuos radioactivos de media, baja o alta actividad, para algunos de los cuales puede haber tecnología de control, puede haber accidentes en el camino, puede haber mala operación (como hizo la Comisión Nacional de Energía Atómica a lo largo de varios años)”.

La seguridad en el tema de la energía nuclear es una fantasía
Segundo, la seguridad. Una industria que utiliza elementos que van a tener una toxicidad, un riesgo latente a lo largo de miles y miles de años nunca puede ser segura. Las industrias tienen actividades humanas sobre ellas, conductas humanas, personas que accionan o desaccionan mecanismos. La falla humana en una industria común puede generar el derrame de algo, una pérdida de algo o detener un ciclo productivo. En el caso de la energía nuclear una falla humana puede producir cosas como la de Chernobyl o Three Miles Island. Ambas fueron a causa de errores humanos. La seguridad en el tema de la energía nuclear es una fantasía en verdad, y lo ha demostrado tristemente la saga de accidentes nucleares en Japón, el más conocido de los cuales es Fukushima”.

Los cálculos del costo del kilovatio por hora han sido completamente falseados”

Tercero. En relación al tema económico, es la industria energética más cara que hay en el planeta. Los cálculos del costo del kilovatio hora (K/h) han sido completamente falseados, dejando fuera del cálculo a todo lo que es mineración de uranio y los gastos de la remediación. Claro que acá en Argentina no lo hacían, sino que directamente lo dejaban a la buena de Dios. Dejando fuera claramente los costos de la disposición durante miles de años de la basura nuclear, ¿cuánto sale hacer primero un basurero para todas estas cosas? Finlandia está haciendo su primer basurero, y están ya en el orden de los 9 mil millones de dólares para construir el basurero. Ni siquiera EEUU tiene un basurero y tiene serios problemas con el almacenaje con sus históricos desechos desde el año 45 en adelante. El cálculo del kilovatio hora ha sido trampeado porque no se han colocado todas estas externalidades que llevarían y llevan haciendo los cálculos como corresponde a que sea la energía nuclear la más cara de todas las energías disponibles”.

Y por último, la licencia social. La CNEA ha desinformado a lo largo de toda su historia, y en el mundo en general el ocultamiento y el secretismo de estos temas y hasta la falta a la verdad, han acompañado el desarrollo de la energía nuclear, generando una masa crítica de personas que creen que la energía nuclear es algo casi mítico, que es algo que está a cargo de señores de delantal blanco o que saben exactamente lo que hacen y que pueden poner la seguridad en sus manos, porque estos señores los van a proteger. Numerosos casos en el mundo muestran que siempre el ocultamiento, el secretismo y el solamente hacer lindas visitas guiadas y hacer preciosas declaraciones en los medios han acompañado a la energía nuclear para hacerle un halo de tecnología de punta, desarrollo-país, maravilloso. Criticamos y cuestionamos ese proceso de ocultamiento que ha habido a lo largo de los años sobre este tipo de energías”.


Raúl Montenegro es biólogo de la Universidad Nacional de Córdoba y presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), quien desde hace años viene denunciando las irregularidades e ilegalidades en torno a la central nuclear Embalse en la provincia mediterránea, por lo que ha denunciado penalmente tanto a Julio De Vido como a José Aranguren. Participó activamente de la movilización en Viedma el pasado 9 de agosto.

Recién este año el Concejo Deliberante de Zárate aprobó una resolución (la N° 2963, para que el gobierno bonaerense adhiera a la Ley Nacional de Actividad Nuclear Nº 24.804 y su Decreto Reglamentario 1390/98), a través de la cual reclama un Plan de Emergencia Nuclear para el distrito y así sea la provincia también el organismo que establezca un protocolo de seguridad y un plan de contingencia ante un escape radiactivo accidental. ¿Por qué recién ahora?

Aclaremos la responsabilidad que ha habido en los organismos municipales que ha habido en las zonas cercanas al parque de centrales nucleares (Atucha I, Atucha II, Carem 25). Nunca se preocuparon demasiado porque exista un plan ciudadano para enfrentar tanto los accidentes que pueden existir desde adentro como los eventos, por ejemplo, un acto terrorista. Es tan escandaloso el hecho de que Argentina no esté preparada para accidentes y eventos nucleares nivel 7 que en el caso de Funam hicimos en 2011 un plan ciudadano para enfrentar accidentes y eventos nucleares. Hace rato que las autoridades debieron haber exigido un plan de emergencia, porque CNEA con la complicidad de la autoridad regulatoria nuclear lo único que hacían eran simulacros para accidentes menores, nunca para el 7 y siempre a diez kilómetros alrededor de la central nuclear, lo que es verdaderamente ridículo porque el radio puede ser de entre 500 y 700 kilómetros en el caso de un accidente nivel 7”.

No solamente Argentina no está preparada para un accidente o evento nuclear (cosa que no ha constituido obstáculo para que la gestión de Macri haga estos insensatos acuerdos para nuevos reactores nucleares), debe quedar en claro que la sociedad no está preparada, pero peor aún ni siquiera tenemos sistemas hospitalarios de máxima complejidad preparados para el peor accidente posible, lo que no me cabe ninguna duda implicaría una mortandad muy alta”.

Lo que pasa en Argentina es escandaloso y en este momento una gestión como la de Macri, con gente muy ignorante en el Gobierno, con impericia y a su vez demasiado proclive a los negocios, termina siendo una combinación letal”.

Caso Damián Straschenco: “En cualquier lugar con funcionarios con neuronas en funcionamiento eso debió ameritar inmediatamente el cierre de la planta para que se investigara”

El pasado 9 de mayo un delegado de Atucha, Damián Straschenco, fue envenenado con material radioactivo. Recibió a través del agua de una botella que tenía en su oficina sindical más de 132 milisieverts (unidad que mide dosis radiactivas) cuando lo deseable es 20 milisieverts en todo un año. Llevó el caso a la Justicia Federal y ahora fue despedido por Nucleoeléctrica Argentina SA. ¿Cómo explicas que pueda suceder eso?

Analicemos lo que ha pasado: le colocan agua pesada contaminada radiactivamente, que ha estado en contacto con las partes activas del reactor. El que alguien pueda manejar agua pesada que ha sido contaminada radioactivamente, el que alguien pueda colocarla en un recipiente, el que un operario tome parte de esa agua y obviamente su organismo ha sido irradiado muy posiblemente con fuentes que descargan partículas alfas, beta o radiación gama, es un escándalo dentro de otro escándalo. Porque de hecho en cualquier lugar medianamente civilizado y con funcionarios con algún poco de idea y neuronas en funcionamiento eso debió ameritar inmediatamente el cierre de la central nuclear para que se investigara este episodio, pero como vivimos en una Argentina con funcionarios de segunda, o en el caso de la gestión actual de tercera, en donde no tienen idea de lo que están manejando (porque obviamente Mauricio Macri lo más cerca que puede estar de la energía nuclear es haber visto una película, lo mismo digo para José Aranguren que hasta se jacta de haber seguido un curso para poder entender más el tema), entre la gestión anterior y la gestión actual es totalmente comprensible que actos tan graves como el de la contaminación de este operario como la falta de planes ciudadanos (y la lista sigue) es inconcebible que estemos en el punto en el que estamos. Por lo tanto sumar a esto dos reactores chinos, entre ellos el Hua Long para Río Negro, un reactor experimental, un reactor del cual no conocemos mayormente, que viene a su vez de un país como China en donde se violan sistemáticamente los derechos humanos, y es uno de los países más contaminados del planeta, con sistemas de seguridad de sus reactores completamente criticables, el Gobierno actual ha consolidado ni más ni menos que un acuerdo para traer dos reactores nucleares no solo dentro de esta tónica del escándalo y del absurdo sino que además el reactor que se pretende instalar en la bahía de San Matías, el Hua Long, sería el primer reactor nuclear refrigerado con agua de mar, es decir, seria experimental en varios sentidos”.

Afortunadamente hubo una marcha que fue un éxito y hay una resistencia civil espectacular no solo en Viedma sino también en muchas otras ciudades argentinas".


Patricia González es bióloga de la UBA e investigadora de aves playeras migratorias “que van desde Tierra del Fuego hasta el Ártico canadiense, como indicadoras de la salud ambiental de los ecosistemas que utilizan en sus escalas migratorias”. Trabaja en conservación de estas aves a través de la Fundación Inalafken y es parte activa del movimiento que surgió desde San Antonio Oeste contra la instalación de la central nuclear en la bahía de San Matías, Río Negro.

¿Cómo afectaría la instalación de una central nuclear en un lugar como el golfo de San Matías?

En la provincia de Río Negro tenemos como un “rosario” de áreas protegidas: tenemos el complejo Islote Lobos en las cercanías de Sierra Grande, luego más al norte tenemos el área protegida de la bahía de San Antonio, que es un humedal muy importante como cría de larvas de peces y plancton, y biodiversidad que son sostenes de otras tramas tróficas que después van a ser aprovechadas por las pesquerías. Además, es una zona que desde el punto de vista paleontológico es muy importante ya que cuenta con muchas huellas ignitas de seres que han vivido en tiempos pretéritos. O sea, es un lugar que tiene un valor como para ser declarado patrimonio de la humanidad”.

Las temperaturas altas hacen que incremente el riesgo de floraciones algales tóxicas, de parásitos, patógenos y mareas rojas”

Respecto al funcionamiento de las plantas nucleares y que no tiene que ver con la radiación, el agua de refrigeración que enfría el condensador de las turbinas… se utiliza agua que generalmente viene de fuentes externas, como el mar o un río, o algún lago. Entonces se toma agua y esa agua debería ser liberada a una temperatura similar a la temperatura que hay en el ambiente externo, pero eso no ocurre por lo general. Hay muchas denuncias en España, Garoña. La contaminación térmica es algo bastante serio desde el punto de vista biológico, pero además con el agua succionada ingresa plancton, organismos microscópicos. O si estamos hablando de la costa seguro va haber larvas de organismos marinos. Estoy hablando de agua a alta presión, con sustancias toxicas y además a una temperatura que va a ser más alta que la normal. Por ejemplo, las gametas de los mejillones (estoy hablando de los óvulos y espermatozoides de los mejillones), ellos liberan las gametas al medio marino, y estas se deben encontrar para poder fecundarse, entonces para eso los mejillones tienen una sincronización en el tiempo para liberar esas gametas, y esta sincronización generalmente depende de la temperatura del agua, de sus ciclos naturales, y esos ciclos pueden verse afectados por la contaminación térmica. Es un ejemplo de lo que podría ocurrir. Las temperaturas altas hacen que incremente el riesgo de floraciones algales tóxicas, de parásitos, patógenos, mareas rojas, y una vez que aparecen ya después no desaparecen más. Sería como un efecto El Niño pero localizado. Hay un montón de efectos que podrían producirse solo por un cambio en la temperatura del agua”.

Tenemos acá muchas especies de mamíferos marinos como el delfín nariz de botella que tiene unas poblaciones locales que ahora se sabe que son pequeñas y deben ser protegidas. La ballena franca austral hoy día tiene un número tan importante como para que se esté desarrollando el avistaje, en San Antonio y Las Grutas, y las ballenas van a reproducirse a la península Valdés”.

¿Y variaciones térmicas como las que señalas pueden afectar la cadena alimenticia de estos animales?

Sí, porque las ballenas se desplazan por lo general cerca de la costa, en donde se van alimentando. A través de las tramas tróficas se pueden afectar a muchos organismos, y te estoy hablando solo de un aspecto, no solo de la radiación. Sabemos por experiencias de Argentina y otros lugares del mundo que cuando ocurren incidentes o accidentes no se le da la información a la gente como se debe, sino que más bien se oculta, o aparece más tarde. Por ejemplo, en España en muy pocos lugares hay estudios epidemiológicos alrededor de las centrales nucleares que asocien la tasa de aborto o el nacimiento de chicos con deformidades, o las tasas de cáncer que suelen ser más altas alrededor de las centrales nucleares que en otros lugares. ¿Qué está pasando? Hay algo de radiación que está siendo liberada. Y esto es para siempre, porque los efectos de la radiación son acumulativos, entonces, no es que vos te intoxicas con radiación y te la sacas después o te la limpias de alguna manera, porque la radiación afecta el ADN de los seres vivos”.

Si esos efectos ocurren en los óvulos o en los espermatozoides, o mejor dicho en los organismos femeninos de las hembras de diferentes especies o en las células que van a dar origen a los espermatozoides, no hay manera de reparar eso, entonces se transmite a la descendencia. Y si ocurre en las células somáticas que son las del cuerpo ahí es cuando aumenta la incidencia de cáncer. No hay forma, no se puede comparar con una intoxicación o algo que comiste y te hizo mal entonces te desintoxicas y ya está. No funciona así. Es algo realmente muy serio y los riesgos siempre están”.


Medardo Ávila Vázquez es médico de la Universidad Nacional de Córdoba, coordinador de la Red de médicos de pueblos fumigados y miembro de la Red Universitaria de Ambiente y Salud. Le preguntamos al médico cordobés acerca de por qué debemos rechazar las nuevas centrales nucleares y esto nos dijo:

Está claro que las plantas nucleares generan un daño a la población. En Europa, en Francia especialmente que es el país que más plantas nucleares tiene y es más dependiente del lado nuclear de la matriz energética, se ha demostrado hasta cuatro veces la prevalencia de leucemia en las personas que viven en los alrededores de las plantas, hasta dos mil metros de las zonas en donde hay plantas nucleares. Y construir en Argentina nuevas plantas realmente responde a las necesidades de negocios, sobre todo a empresas que hacen negocio a expensas del Estado”.

Nosotros los humanos estamos adaptados a vivir en un ambiente en donde los niveles de radiación imperante no nos dañan. Nosotros tenemos la capacidad de nuestro cuerpo, nuestras células, nuestra estructura biológica, a repeler la radiación y a reparar las estructuras que se van dañando, pero nos hemos adaptado (y los demás seres) a niveles de radiación bajos”.

En una entrevista para CBA24 en marzo de este año señalaste que hay un depósito que tiene 57 mil toneladas de residuos radioactivos. ¿Hay datos, informes o estudios en Argentina que señalen que es seguro vivir cerca de estos residuos?

Esos residuos están en un barrio de Córdoba, en unas fosas que llaman chichón. Son residuos de la fabricación del combustible de uranio. En las plantas nucleares hay unos piletones donde van depositando las varillas radiactivas ya usadas, que siguen generando radiación. Esas piletas se construyeron con las plantas para albergar sus desechos. Luego se agrandaron porque Argentina estiró la vida útil de las centrales”.

Dijiste que la humanidad aprendió a vivir con cierto grado de radioactividad natural. ¿Cómo es eso?

La Tierra tenía mucha más radioactividad hace millones de años. Cuando esta disminuye, y la atmosfera se vuelve respirable es cuando comienza a desarrollarse la vida. Nuestra especie (no la humanidad, que es más cultural) se desarrolla y expande con niveles tolerables de radiación. No soportamos una exposición mayor. Lo primero que se afecta es la capacidad reproductiva. Puede que el individuo no enferme ni muera pero pierde capacidad reproductiva”.

Hay defensores de la energía nuclear que argumentan que hay más muertos por accidentes de tránsito que por accidentes nucleares. ¿Te parece una comparación sensata?

Las consecuencias de Chernobyl en leucemias, malformaciones congénitas y abortos espontáneos aún no terminan, el accidente de tránsito ya termino hace 30 años. ¿Se entiende? Las consecuencias no son solo la gente que muere quemada por el calor del accidente, el agua se vuelve radiactiva, el aire se respira con isotopos radiactivos que no se apagan, sino al cabo de 200 o 300 años”.


Antonio Elio Brailovsky es Licenciado en Economía política de la UBA, historiador, ecologista y docente universitario. Además, fue Defensor del Pueblo en la Ciudad de Buenos Aires y autor de una serie de libros, entre ellos Esta, nuestra única Tierra.

Con respecto al proyecto, yo creo que el principal problema de fondo no es esta discusión de si puede explotar o puede explotar mañana, sino cuál es la lógica, cuál es la racionalidad de un proyecto de energía nuclear para producir electricidad, teniendo en cuenta que son subproductos de proyectos militares desarrollados en el primer mundo. A lo largo de la historia los ricos siempre se las arreglaron para que los pobres les financiaran las cosas. En este caso, si China nos vende centrales atómicas, estamos financiando el desarrollo nuclear de China, porque se abaratan los costos. El beneficio económico chino es absolutamente claro, es economía de escala: cuantos más clientes tenga, más barato me salen las cosas. La pregunta es cuál es el beneficio nuestro”.

A lo largo de la historia los ricos siempre se las arreglaron para que los pobres les financiaran las cosas”

Si uno piensa en términos de racionalidad, una central atómica produce energía, es decir beneficios, durante una generación, 30, 40, 50 años, y genera problemas de los que hay que ocuparse maniáticamente para que no haya desastres durante un tiempo indefinido. Es decir, el único Gobierno del mundo que se tomó en serio el tema de sus residuos radioactivos es el de Finlandia, con el único repositorio que se está construyendo en el mundo y que se van a tardar un siglo por la enorme magnitud de la obra, mucho más grande que una gran pirámide subterránea, y los finlandeses se plantean cuáles son las técnicas, los procedimientos para mantenerlo aislado de la biosfera por un millón de años”.

El plutonio pierde su radioactividad en algo así como 140 mil años, pero sigue siendo toxico, tiene toxicidad química, o sea, mientras haya vida en la Tierra, los residuos en las centrales atómicas siguen siendo peligrosos. Lo primeros 140 mil años son peligrosos por radioactividad, y después porque son sustancias químicas toxicas. De modo que otra vez la pregunta es, si criticamos al presidente por comprometer a nuestros descendientes con la deuda externa por solamente 100 años, aquí estamos comprometiendo el medioambiente por cientos de miles de años”.

Fuente:
Roberto Andrés @RoberAndres1982, ¿Por qué rechazar el plan nuclear que acordó Macri con China? Hablan referentes y especialistas, 30/09/17, La Izquierda Diario.

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