martes, 24 de octubre de 2017

La Feria Agroecológica y sus cuatro años en El Bosquecito de la FCC

Se realiza todos los sábados frente al Parque de las Tejas, donde los feriantes ofrecen una amplia variedad de frutas, verduras y alimentos saludables y sustentables.


por Monica Hernandez

En el año 2013 profesionales de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, del Inta Pro Huerta y de la Subsecretaría de Agricultura Familiar presentaron un proyecto de convocatoria ante la Secretaría de Políticas Universitarias de la UNC, el cual fue aprobado y subsidiado. “Ese proyecto salió en diciembre de ese año pero como no sabíamos si iba a ser aprobado, lo mismo comenzamos las actividades en noviembre. El subsidio duró hasta 2015 y con una parte del mismo se pudieron comprar los puestos. Hoy contamos con alrededor de 50 productores y están yendo unos 35 cada sábado”, contó la agrónoma Carmen Cabanillas, una de las integrantes del equipo.

Asimismo, la parte organizativa funciona con comisiones: la de Admisión, la de Fiscalización, la de Calidad Alimentaria, Recreación y la Tesorería.

Si un productor quiere ingresar a la feria debe enviar un e-mail a preadmisionferia@yahoo.com y entonces solicita que lo visiten y allí muestra los productos que elabora. Los puestos están destinados para productores de hortícolas, aromáticas, flores y huevos, principalmente. En el correo deben detallar lo que producen y tiene que constar que lo están haciendo sin productos químicos. Luego la comisión lo visita y dice si entra o no a la feria. Esta comisión está formada por ingenieros agrónomos y feriantes. Prácticamente está autogestionada por los feriantes desde hace cuatro años y levantamos los puestos en ese espacio que nos presta la UNC”, agregó Cabanillas.

Al plantear acerca de qué es la agroecología, las personas que participan de este encuentro la definen como “una forma de producir, ofrecer y consumir alimentos y otros productos realizados de manera saludable y sustentable revalorizando los conocimientos ancestrales e incorporando nuevos saberes”.

Por otra parte, existe un Registro para la Agricultura Familiar de acuerdo a la ley creada en 2014, aunque no fue reglamentada. Brasil, por ejemplo, ya cuenta con la reglamentación para esa actividad, país donde hay políticas públicas fuertes.

Nos diferenciamos de la parte orgánica porque esta tiene certificación. A eso lo hacen empresas privadas, además que se pueden hacer monocultivos. En cambio, en la agroecología planteamos la diversidad biológica. Es decir que cuando producen hortalizas pueden asociar con aromáticas, con flores, puede haber incorporados árboles, especies de monte nativas, y a su vez producción de huevos, de gallinas, de pollos, de cerdos, etcétera. Entonces, se debe tratar de hacerlo diversificado. Con la producción orgánica puede haber un monocultivo de olivo y certificarlo. Además, tener el control de las empresas privadas es oneroso para el productor. Lo que nosotros tratamos de trabajar es un sistema de garantía participativo, es decir que tanto feriantes, profesionales y consumidores integran el mismo. Ello significa que el campo tiene que ser visitado por un equipo, porque primero debe tener una aprobación de los pares y a su vez va acompañado por los profesionales. Por ejemplo, tenés monocultivo de frutilla, se debe consignar cómo lo hiciste y cómo lo plantaste, si usaste bioinsumos, qué trabajo se le hizo al compost; o sea de qué manera se abonó ese suelo, durante cuánto tiempo se estuvo haciendo el trabajo, si realizaste análisis de suelo, con qué cultivo se asociaron esas frutillas, etcétera. En la medida que diversificamos los cultivos, lo quiere decir que hay aromáticas, flores, otros cultivos hortícolas, frutales… al haber esa biodiverdad se van a necesitar menos bioinsumos”, sostuvo la profesional.

Los bioinsumos se preparan en los mismos campos, los cuales son muy utilizados en base a paraísos u ortigas, este último para pulgones. Se hacen maceraciones con ortigas (que también utiliza como fertilizante; se la deja alrededor de 15 días en agua y se va aireando, genera un olor fuerte y se puede aplicar el producto luego de filtrarlo), como asimismo preparados con ajenjo, o a partir de madera de roble para pulgones, destinados a determinadas plagas, los cuales se utilizan para pulverizar. Se hace este procedimiento y el principio activo del paraíso está en los frutitos, más específicamente en el carocito, al cual hay que machacarlo y dejarlo en agua varios días en determinada proporción porque es muy fuerte. Se aplican con mochila. Las dos variedades de paraíso son de amplio espectro para pulgones, orugas y gorgojos, y, además, se han hecho estudios para hacer preparados con las hojas.

En tanto, algunos productores obtienen semillas en sus propios campos. Eso es importante porque la semilla viene curada. Entonces si se hacen brotes de allí para vender, por ejemplo de alfalfa, de lentejas, tiene que ser de origen agroecológico u orgánico que también se puede utilizar. Algunos hablan de poner tabaco, pero la ley no permite su uso porque es bastante tóxico.

Hay feriantes que producen y venden los bioinsumos. Es decir que si uno de ellos no puede hacerlo en su campo, lo puede adquirir en la feria.

En cuanto a la producción, existe una ley para productos orgánicos, ecológicos o biológicos. Esa norma hace varios años que fue aprobada y permite la exportación. Todo lo orgánico tiene ese destino: a Estados Unidos, Europa, Asia, etcétera. Existe la normativa para estos productos pero no para los agroecológicos. “Como tiene una serie de anexos y hay determinados productos que se pueden poner, tratamos de seguir los lineamientos de la producción orgánica”, sostuvo la profesional.

Además, en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC desde hace algunos años se dicta la Claysa (Cátedra Libre de Agroecología y Soberanía Alimentaria), creada por una resolución durante el rectorado de Francisco Tamarit para toda la universidad, de esta manera se puede interactuar con otras carreras, lo que lo hace más dinámico. Se han organizado charlas para profesionales y estudiantes de otras áreas y de otras universidades del país, constituyendo de esta manera un espacio interesante y una forma de vincular la información.

La mencionada cátedra dicta diversos cursos sobre insectos, compost, etcétera, los cuales son abiertos al público, a productores y profesionales en general. En estos tiempos en los que se está hablando más de los productos saludables, desde este espacio se brinda un servicio a la comunidad en lo referente a precios y a calidad nutritiva.

Los dueños de los puestos son productores, principalmente, del cinturón verde (caminos a 60 Cuadras y a San Carlos, y Av. Valparaíso); Sierras Chicas (Río Ceballos, Villa Silvina y Salsipuedes); de Alta Gracia, Villa Ciudad de América; de Colonia Tirolesa y José de la Quintana, entre otros.

A su vez, los productos de panadería son elaborados con harinas integrales y de mandioca, con azúcar mascabada o moscabada, que resulta de la caña integral no refinada, o con sal agroecológica, que es aquella sin aditivos químicos.

El 11 de noviembre la feria cumple su cuarto aniversario, el cual será celebrado con una comida, actividades artísticas y charlas para el público en general.

Ejes principales de la feria

Una de las formas de ver la agroecología se asienta en tres pilares:
  • Conciencia por la tierra. 
  • Solidaridad.
  • Comercio justo.
Productos que se comercializan:
  • Verduras, frutas, huevos, miel, plantas, dulces, mermeladas, panes, fideos, galletas, frutos secos, cereales, semillas, cosméticos, lombricompuesto, tierra fértil, aceites de oliva extravirgen, etcétera.
Horarios y contactos:
Todos los sábados de 09.00 a 13.30, en El Bosquecito de Facultad de Comunicación Social de la UNC, avenida Los Nogales (frente al Parque de Las Tejas).
Contactos: e-mail: feriaagroecologicacba@gmail.com

Fuente:
Monica Hernandez, La Feria Agroecológica y sus cuatro años en El Bosquecito de la FCC, 23/10/17, La Nueva Mañana. Consultado 24/10/17.

No hay comentarios:

Publicar un comentario