Están
ubicadas cerca de vegetación combustible, en el cordón de las
Sierras Chicas, desde Alpa Corral hasta Ischilín. En un sector de
120 mil hectáreas, el 12 % ya fue afectado por algún incendio entre
1999 y 2011.
por
Lucas Viano
El
fuego tiene efectos drásticos en la vegetación nativa de las
sierras de Córdoba, pero el problema más grave se presenta cuando
afecta a viviendas y a personas.
Según
un estudio, hay 144 mil edificaciones en zonas vulnerables al fuego
en el cordón de las Sierras Chicas. Equivale a la mitad de las
existentes en esta región.
Se
conoce esta área como “interfaz”, esto es, sectores en donde las
viviendas y otras edificaciones están cerca de zonas con vegetación
combustible.
El
trabajo fue realizado por Juan Pablo Argañaraz, becario posdoctoral
del Instituto de Diversidad y Ecología Animal del Conicet y de la
Universidad Nacional de Córdoba. Y fue publicado en la revista
Journal of Environmental Management en julio pasado.
“La
interfaz no sólo se da en áreas de bosque, también en áreas de
arbustales y pastizales, es decir, en cualquier lugar donde la
vegetación pueda quemarse e implicar un riesgo para las
edificaciones y la gente que vive o trabaja en ellas”, explica
Argañaraz.
El
investigador distingue dos tipos de interfaz. La interfaz de borde se
da en zonas de urbanización más densa, pero cerca de áreas con
vegetación combustible desde donde puede surgir una chispa que
desencadene un fuego en la zona urbanizada. “La mayoría de las
viviendas están en interfaz de borde, pero su probabilidad de riesgo
es más baja, ya que los materiales de construcción que se utilizan
en nuestro país son de baja flamabilidad”, explica.
En
tanto, la interfaz mixta es el área en donde las edificaciones se
mezclan con la vegetación combustible y es la más peligrosa. En
esta interfaz hay más de cinco mil edificaciones con una alta
probabilidad de incendiarse. Argañaraz calculó el nivel de riesgo
según la ocurrencia de incendios históricos. “Estos edificios no
están concentrados en un área puntual, pero el área principal es
la que está limitada al sur por la autopista Córdoba-Carlos Paz; al
noroeste, por Capilla del Monte, y al noreste, por Ascochinga”,
explica.
El
fuego pasó por allí
Las
144 mil edificaciones incluyen viviendas, galpones y edificios
industriales. No se incluyen muros, pircas, puentes, antenas y silos,
por ejemplo. En total, abarcan 120 mil hectáreas.
Alrededor
de 17 mil hectáreas de esta interfaz padecieron algún incendio
entre 1999 y 2011. Además, el 61 por ciento de la interfaz quemada
en ese período fue a causa de grandes incendios.
“Son
los de mayor preocupación, ya que son los más difíciles de
controlar y causan mayores daños”, indica.
“La
interfaz ocupa una porción pequeña, pero concentra la mayor
cantidad de viviendas potencialmente expuestas al fuego”, comenta
Argañaraz.
Las
Sierras Chicas son las que se queman en mayor proporción, y
frecuencia, y tienen mayor número de grandes incendios.
Esto
quizá se relaciona con la ocurrencia de mayores precipitaciones, que
generan mayores cargas de combustible, y también porque hay más
población y turismo en áreas silvestres, las cuales ofrecen más
fuentes de ignición.
“En
segundo lugar, se ubican las Sierras Grandes. Las extensas
plantaciones de pinos de Calamuchita acumulan mucho material
combustible, que sin adecuado manejo pueden dar lugar a incendios
difícilmente controlables”, comenta. En las Sierras Grandes se dan
algunos incendios naturales desencadenados por la caída de un rayo.
Argañaraz
explica que el uso del fuego está prohibido por la ley 8.751, pero
todavía se usa como herramienta de manejo ganadero y también para
reducir el volumen de basura en muchos basurales a cielo abierto.
Cuatro
medidas para mitigar los incendios
El
especialista cree que habría que mejorar los sistemas de información
relacionados al fuego e incorporar nuevas tecnologías.
Juan
Pablo Argañaraz señala cuatro medidas que podrían mitigar los
efectos del fuego en sectores con edificaciones.
Primero,
deberían identificarse las áreas con mayor probabilidad de inicio
de incendios para prevenirlos. “Habría que erradicar los basurales
a cielo abierto y hacer disposición adecuada de los residuos.
Mantener limpias las banquinas, y continuar y ampliar las campañas
educativas”, comenta.
También
deberían detectarse las áreas donde el comportamiento del fuego es
extremo, para adoptar medidas de remoción de combustibles. “La
remoción podría hacerse con métodos mecánicos o, incluso,
aplicando quemas en condiciones controladas para minimizar el riesgo
de pérdida de control del fuego”, detalla.
Para
Argañaraz, la mejor medida para evitar incendios en zonas de
interfaz es desarrollar una buena planificación urbana. “Muchas
áreas han sido urbanizadas en sitios que se han quemado en el pasado
reciente. Además, la urbanización avanza sobre áreas naturales, lo
que también contribuye a la pérdida de bosque nativo”, apunta.
Finalmente,
el especialista cree que habría que mejorar los sistemas de
información relacionados al fuego e incorporar nuevas tecnologías.
“Sería de gran ayuda la ampliación de la red de estaciones
meteorológicas en las sierras y la recolección de datos sobre los
puntos de ignición de los incendios”, ejemplifica.
Fuentes:
Lucas Viano, Hay 144 mil edificaciones en áreas vulnerables al fuego en Córdoba, 23/08/17, La Voz del Interior. Consultado 23/08/17.
Cuatro medidas para mitigar los incendios, 23/08/17, La Voz del Interior. Consultado 23/08/17.
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