El intendente de Malvinas Argentinas, Daniel Arzani, analiza con abogados los alcances jurídicos de la ordenanza que otorgó el permiso de obra a la multinacional estadounidense. Un artículo de la normativa lo faculta a “caducar de pleno derecho” esa autorización.
Después de que Monsanto ratificó en las últimas horas su inversión en Córdoba, ateniéndose a las nuevas reglas oficiales, el municipio de Malvinas Argentinas estudia los pasos legales, incluso los que lo habilitarían a cancelar el permiso de construcción de la planta.
En el peor de los escenarios para la multinacional estadounidense, la Municipalidad de Malvinas Argentinas podría decidir remover el permiso para la instalación del semillero de maíz, que quedó en suspenso tras la no autorización provincial al estudio de impacto ambiental presentado por la compañía.
El artículo 5 de la ordenanza 821 (aprobada el 10 de enero de 2013), es el instrumento legal que tiene a mano el municipio del Gran Córdoba para protegerse de una potencial demanda por parte de Monsanto y, por otra cuerda, dejar sin argumentos a los activistas que se oponen al proyecto y así garantizar la tranquilidad de sus habitantes.
El intendente radical Daniel Arzani reconoció ayer a La Voz del Interior que en esa línea el municipio “está trabajando” junto con abogados, especialistas en derecho administrativo, e incluso admitió que, llegado el caso, su administración podría resolver “caducar el permiso” de la radicación.
Qué dice la ordenanza
Según el artículo 5 de la ordenanza 821, aprobada por el Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas, “la falta de cumplimiento por parte de Monsanto Argentina de lo que establezcan oportunamente la Secretaría de Ambiente, la Dirección de Recursos Hídricos y la Municipalidad de Malvinas Argentinas, hará caducar de pleno derecho el presente permiso de obra”.
Los abogados del municipio estudian cómo afecta a la administración local la resolución de Ambiente de la Provincia que no aceptó el estudio de impacto ambiental presentado por Monsanto y que frenó el emprendimiento agroindustrial.
Según se interpreta, por la ordenanza 821 se caería la autorización por el no cumplimiento y Monsanto debería iniciar todos los trámites de nuevo, desde cero. Pero, en la aplicación más drástica del artículo 5, Malvinas Argentinas “puede aprobar o desaprobar” la radicación.
Sobre este punto y ante la consulta específica de este diario, Arzani se mostró cauto y afirmó: “El alcance respecto de si se aprobará o no la inversión, no lo puedo adelantar. Es lo que estamos evaluando, punto por punto. Tomaremos el tiempo que haga falta; debemos ser prolijos también en la información que damos a la sociedad”.
No obstante, el intendente observó que la resolución de Ambiente sobre el informe de impacto ambiental “en ningún lado dice que se rechaza; dice ‘no autoriza’, lo que la empresa puede presentar uno nuevo”, y de este modo, no puede darse por totalmente anulada la radicación.
En lo formal, ni la Provincia ni el municipio le cerraron totalmente las puertas a la inversión.
¿La última palabra?
En sus últimas declaraciones sobre el caso, el gobernador José Manuel de la Sota sostuvo que “lo que tenía que hacer la Provincia ya lo hizo. Rechazó el estudio de impacto ambiental. Ahora, si la Municipalidad va a revocar la autorización, eso no le compete a la Provincia”, en lo que se entendió como un intento por dejar la última palabra al intendente Arzani.
La ordenanza en cuestión, que fue la que otorgó el permiso de obra a Monsanto, enfrenta nuevos condimentos, como la no autorización del estudio de impacto ambiental, el avenimiento de la empresa de recomenzar ese punto evaluatorio y el nuevo marco legal que anunció como proyecto el gobernador. De manera que el municipio también deberá contemplar estos aspectos.
Según Arzani, la nueva ley ambiental “dará posibilidades de expresarse a la sociedad”, a través de los mecanismos de consulta que se fijen en la norma. “Me imagino que después de semejante exposición pública (del caso Monsanto), los legisladores evaluarán debidamente este aspecto”.
“Estuve personalmente con el gobernador y me parece que la prioridad número uno es la paz social; es un tema que se tiene que resolver, no se puede dejar pendiente todo el tiempo. La empresa se dio el lujo de presentar un estudio incompleto; todos corremos riesgos y enfrentamos responsabilidades. Ellos (por Monsanto) se tienen que preocupar por la inversión; quien debería hacer las cosas correctamente es la empresa”, insistió el intendente.
Arzani se mostró preocupado por resguardar al municipio de eventuales demandas económicas: “Tenemos que usar un criterio para que el día de mañana no tengamos un juicio”, reconoció.
Clave legal
Ordenanza 821. Fue aprobada por el Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas en enero de 2013, otorgándole a Monsanto Argentina el permiso de obra correspondiente a la primera etapa de la planta de acondicionamiento de semillas de maíz en esta localidad del Gran Córdoba.
Qué dice el artículo 5º. Consigna que “la falta de cumplimiento por parte de Monsanto de lo que establezcan oportunamente la Secretaría de Ambiente, la Dirección de Recursos Hídricos y la Municipalidad de Malvinas Argentinas, hará caducar de pleno derecho el presente permiso de obra”.
Interpretación. Los abogados del municipio analizan si la no aprobación del informe de impacto ambiental por parte de la Provincia habilita a Malvinas Argentinas a desaprobar la inversión.
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Monsanto ratificó su inversión e insistió en presentar otro estudio
La empresa pidió al Gobierno la participación de universidades, audiencias y una mesa de diálogo. Negó las versiones sobre el abandono de la obra de Malvinas Argentinas.
Monsanto ratificó ayer su decisión de continuar con la inversión para levantar una planta de embolsado de semillas de maíz en Malvinas Argentinas e insistió en que trabaja en la elaboración de un nuevo estudio de impacto ambiental que le permita cumplir con las exigencias planteadas por las distintas jurisdicciones del Estado.
La empresa salió de tal modo al cruce de las versiones que en los últimos días mencionaban un cambio en la radicación del proyecto, ante un pedido que le habría formulado, de acuerdo con esos trascendidos, el Gobierno provincial.
“Ratificamos una vez más nuestra predisposición al diálogo para superar la violencia y lograr reunir, sin necesidad de marchas ni riesgos para las personas, a los vecinos, activistas e instituciones que han expresado su preocupación para definir las garantías que debe dar el proyecto y la empresa a fin de certificar que se cumplirán los requisitos de protección del ambiente”, indicó ayer a través de un comunicado.
Otras fuentes de la multinacional hicieron notar que la firma ya invirtió cerca de 30 millones de dólares, en la compra del campo sobre la ruta A-88, inició la obra donde ya están sentadas las bases de la instalación industrial e incluso tiene adquiridos los materiales para la primera etapa del proyecto. Los trabajos se encuentran paralizados por la Justicia.
El proyecto entró en un camino incierto luego de que la Provincia rechazara el estudio por contener gruesas deficiencias vinculadas con el tratamiento de la biomasa (marlos y chala) que generará como residuos, los efluentes y el tránsito, entre otros aspectos.
Pero ese rechazo no inhibe a la empresa de presentar un nuevo estudio. “Ratificamos nuestra disposición ya manifestada públicamente a presentar un nuevo estudio de impacto ambiental con todos los estándares y requerimientos fijados por las nuevas autoridades del área y la legislación que se prevé sancionar”, dijo la compañía.
En ese plano, Monsanto entendió que el rechazo de la Provincia se basó en “detalles” del “funcionamiento” de la planta proyectada “y no sobre la posibilidad de algún tipo de contaminación”. “Hemos preferido no discutir en términos administrativos ni judiciales la decisión y aprovechar la instancia para disponernos a desandar un camino que hasta ahora ha estado signado por conflictos y desencuentros, para emprender uno nuevo en el que logremos llevar garantías y confianza a toda la población”, insistió.
La compañía de biotecnología también confirmó un anticipo de La Voz del Interior en el sentido de que le pidió al gobernador José Manuel de la Sota, la convocatoria “a la participación de las universidades” y apuntó que si es necesario visitará “casa por casa” en Malvinas para explicar el proyecto.
Anticorrupción investiga la autorización de la obra
La Justicia analiza si las autorizaciones dadas por la Provincia
y el municipio de Malvinas violaron ley de uso de suelo.
El fuero Anticorrupción comenzó a investigar si la Provincia y el municipio de Malvinas Argentinas autorizaron la instalación de Monsanto en un terreno no permitido por la ley provincial N° 9.841 que regula el uso del suelo en la región metropolitana de Córdoba.
Así lo informó el abogado Miguel Martínez, quien presentó la denuncia el año pasado, y
lo confirmaron fuentes de la fiscalía en lo Penal y Económico N° 1, a cargo de Hugo Amayusco.
Martínez denunció a fines de 2013 que la planta de semillas de maíz de Monsanto comenzó a construirse en una zona que, según el plano anexo en la ley N° 9.841, corresponde a un área de actividad agropecuaria no contaminante.
En la ordenanza N° 714 de 2011, Malvinas Argentinas adhirió a la ley N° 9.841 de uso del suelo, sancionada en septiembre de 2010.
Por este motivo, Martínez y la asamblea ciudadana Malvinas Lucha por la Vida consideran que las autorizaciones otorgadas a Monsanto violaron la legislación provincial. El abogado también denunció tentativa de contaminación.
Monsanto dice que insistirá con su planta en Río Cuarto: “Sería un hito para nosotros”
por Marcos Jure
La multinacional había insinuado que se iría a una localidad cercana, pero ahora el gerente corporativo, Adrián Vilaplana, indicó que la ciudad tiene un significado especial para la empresa.
Monsanto, que en febrero insinuó que podría radicarse en alguna localidad de la zona ante la negativa del intendente Juan Jure a darle la habilitación para operar en Río Cuarto, dice ahora que no piensa dar por descartada la instalación en la ciudad porque se trata de una inversión “con un significado muy especial para la empresa”.
El viernes, la multinacional envió un comunicado a los medios en el que ratificó su intención de invertir en Malvinas Argentinas, donde comenzó a construir una planta procesadora de semillas de maíz que terminó frenada por un extenso conflicto con agrupaciones ambientalistas y por el rechazo de la Provincia al estudio de impacto ambiental.
Un mes antes, la firma había señalado que Malvinas Argentinas era su prioridad y que la planta de Río Cuarto podía ser sustituida por una similar en alguna localidad de la región.
Sin embargo, ayer, Adrián Vilaplana, gerente de Asuntos Corporativos de Monsanto, dejó en claro que no abandonan su intención de instalarse en Río Cuarto. Es más, planteó que se trataría de “una especie de hito histórico”.
“No está descartado Río Cuarto. Estamos trabajando para dar nuestros argumentos por vía administrativa. Si ese camino no funciona, se haría una presentación judicial. Seguimos creyendo que, por la localización que tiene y por las características de la planta, que es puramente experimental, es más que viable operar en Río Cuarto”, manifestó Vilaplana.
Si bien admitió que, por ahora, la situación en la ciudad está en punto muerto, agregó que la multinacional está esperando la oportunidad para poder avanzar.
El directivo de la empresa indicó que Río Cuarto es un proyecto relevante para Monsanto. “Queremos reflotar el proyecto porque, para nosotros, Río Cuarto tiene un significado muy especial. Fuimos la empresa que desarrolló los primeros maíces, junto con Dekalb, resistentes al mal de Río Cuarto. Lograr tener una estación experimental en la ciudad sería casi un hito histórico, por haber sido la empresa que desarrolló el maíz resistente”, manifestó Vilaplana.
El gerente de Asuntos Corporativos opinó que en la ciudad se mezclaron cuestiones políticas con técnicas y que prevalecieron las primeras. “Queremos explicar nuevamente que se trata sólo de una estación experimental. Es una actividad muy simple”, declaró Vilaplana.
En la primera quincena de diciembre del año pasado, Jure firmó el decreto que rechazaba la instalación de la planta experimental en Río Cuarto. El propio intendente explicó entonces que, si bien el estudio de impacto ambiental había dado negativo, su decisión política era impedir la radicación aunque la multinacional hiciera los cambios necesarios para atenuar los posibles efectos negativos. Argumentó que su prioridad era preservar la paz social en la ciudad.
La empresa hizo entonces su descargo. Presentó un recurso de reconsideración en el que apeló la decisión del mandatario, por considerarla arbitraria y discrecional. Y cuestionó la facultad del intendente para denegar el permiso de uso del suelo.
El proyecto de Monsanto contempla la puesta en marcha de un centro de experimentación con semillas de soja y maíz, ubicado a la vera de la ruta 8, camino a Holmberg. Los directivos siempre sostuvieron que allí únicamente se iba a hacer la selección, el análisis y el curado de granos.
La disputa, que amagó con apagarse hace apenas un mes, parece estar lejos de terminarse.
Jure ratificará por decreto el no a la instalación de Monsanto
Está listo el dictamen del fiscal municipal, y resta la firma del mandatario, que había calificado su decisión como “inapelable”. Así, se acabaría la vía administrativa, pero a la firma le queda todavía el camino judicial.
El intendente Jure ratificará por decreto el rechazo a la instalación de Monsanto en la ciudad. Eso podría suceder entre esta semana y la que viene, según informaron fuentes cercanas al mandatario. El propio Jure había advertido, cuando comunicó que denegaba el permiso a la multinacional, allá por noviembre del año pasado, que su decisión era “inapelable”. Ayer, la empresa aseguró en este diario que insistirá hasta las últimas consecuencias para radicarse en Río Cuarto, dado que la ciudad tiene para ellos un alto valor simbólico. Con la respuesta del Municipio, se agotará la instancia administrativa, y la firma podría acudir entonces a la Justicia.
El Municipio ratificará la negativa a otorgarle la habilitación a Monsanto que la multinacional necesita para poder radicarse en la ciudad. La decisión sería refrendada por el intendente Jure, a través de un decreto, en el corto plazo.
El propio Jure le había denegado la habilitación a Monsanto por esa misma vía, el 27 de noviembre del año pasado, en el marco de una fuerte decisión política, que generó incluso repercusiones a nivel nacional.
En aquel expediente, el intendente se amparaba en sus poderes discrecionales y en que el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa presentaba gruesas falencias.
Ahora, luego de que la multinacional presentó un recurso administrativo en el que contestaba cada uno de los puntos que se le reprochaban en materia ambiental, la decisión está en manos del Municipio.
Según pudo conocer este diario, está listo el dictamen técnico del fiscal municipal, Hernán Di Santo, y fue enviado a la Subsecretaría Legal y Técnica la semana pasada.
“El decreto está a punto de salir”, indicó el subecretario de Legal y Técnica, Ignacio Fernández Sardina. Además, el funcionario destacó que “es un tema de agenda para esta semana”.
Fernández Sardina explicó de todos modos que todavía no venció el plazo legal para que el intendente se pronuncie respecto del tema.
“El dictamen del fiscal llegó la semana pasada a la subsecretaría de Legal y Técnica. Ahora, debemos redactar un proyecto del decreto, y el intendente Jure podría estar firmándolo en el transcurso de esta semana o la que viene”, señaló el funcionario municipal.
Además, Fernández Sardina explicó que, una vez que se publique el decreto del intendente, quedará agotada la instancia administrativa para la resolución del conflicto enttre las partes. Eso significa que, si Monsanto pretende insistir contra la decisión del Municipio, deberá hacerlo en la Justicia.
“Después de ser notificada, Monsanto tendrá un plazo de 30 días hábiles interponer una demanda judicial ante la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial”, dijo el subsecretario Legal y Técnico del Municipio, en diálogo con este diario.
Malvinas: De la Sota delegó la decisión final al intendente
El gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota sostuvo que Monsanto se tiene que retirar de Malvinas Argentinas "salvo que presente otro estudio de impacto ambiental".
Consultado por la suerte de la multinacional, en diálogo con Cadena 3 dijo: "Lo que tenía que hacer la Provincia ya lo hizo. Le rechazó el estudio de impacto".
"Ahora, si Malvinas Argentinas va a revocar la ordenanza de autorización es un tema municipal donde no debo intervenir. Está en manos de la Municipalidad", consideró el mandatario provincial.
Con relación a si quien tiene ahora la decisión final es el intendente Daniel Arzani, respondió: "Exactamente".
Fuentes:
Podrían cancelar el permiso a Monsanto, 10/03/14, La Voz del Interior. Consultado 10/03/14.
Monsanto ratificó su inversión e insistió en presentar otro estudio, 08/03/14, La Voz del Interior. Consultado 10/03/14.
Anticorrupción investiga la autorización de la obra, 08/03/14, La Voz del Interior. Consultado 10/03/14.
Monsanto dice que insistirá con su planta en Río Cuarto: “Sería un hito para nosotros”, 09/03/14, El Puntal de río Cuarto. Consultado 10/03/14.
Jure ratificará por decreto el no a la instalación de Monsanto, 10/03/14, El Puntal de río Cuarto. Consultado 10/03/14.
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