El empresario Martín Castillo dijo que Argentina es uno de
los países con mayor potencial pero con menos desarrollo.
La crisis energética, financiera y ambiental que atraviesa
el mundo globalizado actual, desde hace ya varias décadas, llevó a los países
desarrollados a fomentar la investigación y la utilización de energías
renovables capaces de alcanzar los estándares de las fuentes tradicionales.
Los estados nacionales de países que hoy se encuentran a la
vanguardia del desarrollo tecnológico y científico en el mundo como Dinamarca,
Estados Unidos, Alemania, Canadá y -en menor medida- España, sumado a Brasil en
Sudamérica, vienen apostando en los últimos años a una fuente energética
limpia, segura, confiable, con un potencial extraordinario para crear una nueva
industria generadora de empleo calificado: la energía eólica.
En el contexto del nuevo orden mundial, la Argentina aparece como
uno de los países con mayor potencial para implementar este tipo de industria,
pero a la vez es el menos desarrollado. Por esta razón, con el objetivo de
revertir esta situación de atraso estructural, desde los años noventa hasta el
presente, el Congreso de la
Nación sancionó una serie de leyes de promoción para de este
tipo de emprendimientos, que le dan prioridad a la fabricación de molinos
eólicos financiados con capitales nacionales.
Sin embargo, el desarrollo en el país de esta industria es
todavía muy incipiente y la totalidad de los equipos para construir los parques
eólicos son adquiridos en el extranjero.
Capitales chubutenses
Desde hace seis años, Industrias Bass, una empresa de
capitales chubutenses con 15 años de experiencia en el sector de la
metalúrgica, capacita en el país y en el exterior recursos humanos, con el
objetivo de promover la industria de la energía eólica en la Argentina.
No solo realiza proyectos de construcción y remodelación de
parques eólicos en esta provincia, sino también se expandió con emprendimientos
en las provincias de Buenos Aires y Santa Cruz, y en el sur de Chile.
Para ello, la firma dispone de dos plantas en el Parque
Industrial de Trelew, de las cuales una está destinada íntegramente a la
producción de torres eólicas. Esta última cuenta con una superficie de 6500 metros cuadrados
cubiertos, está emplazada en un terreno de 16 hectáreas y tiene
capacidad para fabricar 150 torres anuales.
Según informó el titular de Industrias Bass, Martín
Castillo, la firma "está en condiciones de fabricar productos con las mismas
normas de certificación que cualquier fábrica extranjera". En este sentido,
explicó que la empresa tiene el equipamiento y el transporte necesarios para
producir los anillos de fundación, las torres eólicas y algunas partes para los
aerogeneradores de estos sistemas.
Producción nacional
Con el propósito de fomentar el desarrollo de la industria
eólica en la Argentina ,
el 23 de septiembre de 1998, el Congreso de la Nación sancionó la ley 25.019,
el Régimen Nacional de Energía Eólica, que dispuso la promoción de la
investigación sobre este recurso energético y promovió la instalación de
parques eólicos en todo el país.
En Chubut -un par de meses antes-, el 7 de julio de ese
mismo año, se había sancionado la
Ley Eólica Nº 4.389, que en su artículo 8ª expresa claramente
que el estado priorizará el financiamiento de los emprendimientos ejecutados
con elementos que se fabriquen en la provincia.
En tanto, el 6 de diciembre de 2006, el Congreso de la Nación aprobó la ley Nº
26.190, que fomenta el uso de fuentes renovables de energía destinadas a la
producción de energía eléctrica. Esta ley hace hincapié en la fabricación de
torres eólicas en el país (entre otras fuentes de energía) y en la creación de
fuentes de empleo con capitales nacionales.
Más cercano en el tiempo, el 30 de noviembre de 2011, cuando
la Presidenta
de la Nación ,
Cristina Fernández de Kirchner, inauguró el parque eólico de Rawson, remarcó
que los molinos deben y pueden ser fabricadas en la Argentina.
Millones de dólares al exterior
Según datos brindados por Martín Castillo, cada megavatio
instalado, hoy cuesta alrededor de dos millones de dólares, de los cuales sólo
200.000 quedan en el país como obra civil y logística, mientras que 1.800.000
dólares se van al exterior para la adquisición, puesta en marcha y
mantenimiento de los equipos.
Al respecto, el titular de Industrias Bass explicó que las
torres eólicas se fabrican con una chapa especial que no se produce en el país
y que se importa del mercado asiático (principalmente de China y Corea), al
igual que otros materiales.
Hoy la firma emplea a 50 personas pero el empresario destacó
que, de incentivarse el desarrollo por parte del Estado nacional y provincial
de esta industria limpia, habría un efecto multiplicador en el mercado
laboral. "Cuando las fábrica de torres eólicas esté funcionando a pleno, dará
trabajo a unas 90 personas sólo en ese rubro", indicó.
En este sentido, Castillo afirmó que "es necesario que al
momento de asumir los compromisos, el gobierno y los desarrolladores, además de
producir energía, impulsen la industria nacional".
A su entender, Chubut cuenta con la tecnología y los
recursos humanos necesarios para hacerlo. "Los negocios están, falta que los
desarrolladores vean a la industria nacional como una posibilidad cierta y
necesaria para abastecer sus requerimientos, y que los inversores también
prefieran financiar trabajo nacional", concluyó el empresario.
Industria en potencia
Chubut cuenta con las condiciones climáticas ideales, la
superficie y las redes de conexión indispensables para montar parques eólicos
en toda la región. En la actualidad, existen en el territorio chubutense una
serie de proyectos previstos para generar 2500 megavatios de energía eólica,
con una inversión estimada de 5000 millones de dólares.
El más ambicioso es el de Gastre, que prevé la generación de
1350 megavatios (Mw). Luego, se encuentran El Angelito (400 Mw), Puerto Madryn
(220 Mw), Loma Blanca (200 Mw), Malaspina (100 Mw) y otros.
Fuente:
Destacan importancia de industrializar la energía eólica, 08/07/13, El Chubut.
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