martes, 9 de julio de 2013

Destacan importancia de industrializar la energía eólica

El empresario Martín Castillo dijo que Argentina es uno de los países con mayor potencial pero con menos desarrollo.

La crisis energética, financiera y ambiental que atraviesa el mundo globalizado actual, desde hace ya varias décadas, llevó a los países desarrollados a fomentar la investigación y la utilización de energías renovables capaces de alcanzar los estándares de las fuentes tradicionales.

Los estados nacionales de países que hoy se encuentran a la vanguardia del desarrollo tecnológico y científico en el mundo como Dinamarca, Estados Unidos, Alemania, Canadá y -en menor medida- España, sumado a Brasil en Sudamérica, vienen apostando en los últimos años a una fuente energética limpia, segura, confiable, con un potencial extraordinario para crear una nueva industria generadora de empleo calificado: la energía eólica.

En el contexto del nuevo orden mundial, la Argentina aparece como uno de los países con mayor potencial para implementar este tipo de industria, pero a la vez es el menos desarrollado. Por esta razón, con el objetivo de revertir esta situación de atraso estructural, desde los años noventa hasta el presente, el Congreso de la Nación sancionó una serie de leyes de promoción para de este tipo de emprendimientos, que le dan prioridad a la fabricación de molinos eólicos financiados con capitales nacionales.

Sin embargo, el desarrollo en el país de esta industria es todavía muy incipiente y la totalidad de los equipos para construir los parques eólicos son adquiridos en el extranjero.

Capitales chubutenses
Desde hace seis años, Industrias Bass, una empresa de capitales chubutenses con 15 años de experiencia en el sector de la metalúrgica, capacita en el país y en el exterior recursos humanos, con el objetivo de promover la industria de la energía eólica en la Argentina.

No solo realiza proyectos de construcción y remodelación de parques eólicos en esta provincia, sino también se expandió con emprendimientos en las provincias de Buenos Aires y Santa Cruz, y en el sur de Chile.

Para ello, la firma dispone de dos plantas en el Parque Industrial de Trelew, de las cuales una está destinada íntegramente a la producción de torres eólicas. Esta última cuenta con una superficie de 6500 metros cuadrados cubiertos, está emplazada en un terreno de 16 hectáreas y tiene capacidad para fabricar 150 torres anuales.

Según informó el titular de Industrias Bass, Martín Castillo, la firma "está en condiciones de fabricar productos con las mismas normas de certificación que cualquier fábrica extranjera". En este sentido, explicó que la empresa tiene el equipamiento y el transporte necesarios para producir los anillos de fundación, las torres eólicas y algunas partes para los aerogeneradores de estos sistemas.

Producción nacional
Con el propósito de fomentar el desarrollo de la industria eólica en la Argentina, el 23 de septiembre de 1998, el Congreso de la Nación sancionó la ley 25.019, el Régimen Nacional de Energía Eólica, que dispuso la promoción de la investigación sobre este recurso energético y promovió la instalación de parques eólicos en todo el país.

En Chubut -un par de meses antes-, el 7 de julio de ese mismo año, se había sancionado la Ley Eólica Nº 4.389, que en su artículo 8ª expresa claramente que el estado priorizará el financiamiento de los emprendimientos ejecutados con elementos que se fabriquen en la provincia.

En tanto, el 6 de diciembre de 2006, el Congreso de la Nación aprobó la ley Nº 26.190, que fomenta el uso de fuentes renovables de energía destinadas a la producción de energía eléctrica. Esta ley hace hincapié en la fabricación de torres eólicas en el país (entre otras fuentes de energía) y en la creación de fuentes de empleo con capitales nacionales.

Más cercano en el tiempo, el 30 de noviembre de 2011, cuando la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, inauguró el parque eólico de Rawson, remarcó que los molinos deben y pueden ser fabricadas en la Argentina.

Millones de dólares al exterior
Según datos brindados por Martín Castillo, cada megavatio instalado, hoy cuesta alrededor de dos millones de dólares, de los cuales sólo 200.000 quedan en el país como obra civil y logística, mientras que 1.800.000 dólares se van al exterior para la adquisición, puesta en marcha y mantenimiento de los equipos.

Al respecto, el titular de Industrias Bass explicó que las torres eólicas se fabrican con una chapa especial que no se produce en el país y que se importa del mercado asiático (principalmente de China y Corea), al igual que otros materiales.

Hoy la firma emplea a 50 personas pero el empresario destacó que, de incentivarse el desarrollo por parte del Estado nacional y provincial de esta industria limpia, habría un efecto multiplicador en el mercado laboral. "Cuando las fábrica de torres eólicas esté funcionando a pleno, dará trabajo a unas 90 personas sólo en ese rubro", indicó.

En este sentido, Castillo afirmó que "es necesario que al momento de asumir los compromisos, el gobierno y los desarrolladores, además de producir energía, impulsen la industria nacional".

A su entender, Chubut cuenta con la tecnología y los recursos humanos necesarios para hacerlo. "Los negocios están, falta que los desarrolladores vean a la industria nacional como una posibilidad cierta y necesaria para abastecer sus requerimientos, y que los inversores también prefieran financiar trabajo nacional", concluyó el empresario.

Industria en potencia
Chubut cuenta con las condiciones climáticas ideales, la superficie y las redes de conexión indispensables para montar parques eólicos en toda la región. En la actualidad, existen en el territorio chubutense una serie de proyectos previstos para generar 2500 megavatios de energía eólica, con una inversión estimada de 5000 millones de dólares.

El más ambicioso es el de Gastre, que prevé la generación de 1350 megavatios (Mw). Luego, se encuentran El Angelito (400 Mw), Puerto Madryn (220 Mw), Loma Blanca (200 Mw), Malaspina (100 Mw) y otros.

Fuente:

No hay comentarios:

Publicar un comentario