El Ártico es un océano rodeado de tierra: Esto permite que el calor del océano influya directamente en el hielo marino. La Antártida es un continente rodeado de océanos: La vasta capa de hielo de la Antártida está aislada por el viento circumpolar antártico y la Corriente Circumpolar Antártica, que actúan como barreras que limitan el transporte de calor desde latitudes más cálidas.
Por Juan Vernieri
La Antártida es mucho más fría que el Ártico debido a su altitud elevada y su aislamiento extremo. Aunque el cambio climático está afectando a ambos polos, el hielo antártico es más resistente al derretimiento inmediato porque las temperaturas rara vez alcanzan el punto de congelación en la mayor parte del continente.
El Ártico depende en gran medida del hielo marino, que es más delgado y se forma estacionalmente, lo que lo hace más vulnerable al calentamiento global.
En la Antártida, el hielo marino es menos crítico porque la mayor parte del hielo es terrestre y se encuentra sobre el continente.
En el Ártico, las corrientes oceánicas cálidas, como la del Atlántico Norte, llevan calor hacia el norte, aumentando el derretimiento del hielo. En contraste, las aguas que rodean la Antártida están menos expuestas al calor oceánico debido a la barrera de la Corriente Circumpolar Antártica.
El Ártico está más cerca de áreas densamente pobladas e industriales en el hemisferio norte. Las partículas de carbono negro y otros contaminantes transportados por el aire pueden oscurecer la superficie del hielo, disminuyendo su albedo y acelerando su derretimiento.
Aunque la Antártida está relativamente aislada, el calentamiento global afecta sus regiones más vulnerables, como la Antártida Occidental, donde el derretimiento de los glaciares se ha acelerado por el calentamiento de las aguas circundantes. Sin embargo, el ritmo del cambio es más rápido y evidente en el Ártico.
Resumen:
El Ártico sufre más por su configuración oceánica, la amplificación ártica y su proximidad a fuentes de calor y contaminantes. La Antártida, aunque menos afectada por ahora, enfrenta desafíos en sus bordes costeros debido al calentamiento de los océanos. Ambos polos están en riesgo, pero las dinámicas que los afectan son distintas.
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