domingo, 10 de diciembre de 2023

Una fuga radiactiva en Sellafield representa un peligro para la población

“Dirty 30”, uno de los edificios industriales más peligrosos de Europa, en Sellafield. Crédito: Gobierno del Reino Unido.


Un enorme silo de residuos radiactivos de Sellafield, la mayor instalación nuclear de Europa, sufre una fuga creciente que podría suponer un riesgo para la población, reveló el diario The Guardian. Sellafield está ubicada en la costa noroeste de Inglaterra, en el condado de Cumbria, que almacena y trata residuos nucleares producidos durante décadas de fabricación de armamentos y generación de energía nuclear.

Un edificio en ruinas conocido, como silo de almacenamiento de virutas Magnox (MSSS), presenta una fuga de material radiactivo al exterior, que es probable que continúe hasta 2050. También se han producido grietas en la capa de hormigón y asfalto que cubre el enorme estanque que almacena lodos tóxicos, conocido como B30.

Un informe de la Unión Europea de 2001 advirtió de que un accidente en Sellafield podría ser peor que el de Chernóbil. Sellafield contiene mucho más material radiactivo que Chernóbil.

El complejo cambió de nombre luego de un accidente ocurrido en 1957, antes se llamaba Windscale, que en su momento se consideró una de las peores catástrofes nucleares de la historia europea.

Estos problemas han provocado tensiones diplomáticas con países como Estados Unidos, Noruega e Irlanda, que temen que Sellafield no haya conseguido controlar los problemas.

Sellafield está intentando extraer los residuos nucleares acumulados durante décadas en la MSSS, una instalación que data de la década de 1960, una tarea que podría llevar al menos 20 años. En 2019, Sellafield informó de una fuga de la unidad de almacenamiento a la Oficina de Regulación Nuclear (ONR). La fuga empeoró significativamente en los dos años siguientes, y un documento, cuyos datos fueron revelados por The Guardian, revela que entre 2,3 y 2,5 metros cúbicos de líquido radiactivo se han estado filtrando de la instalación todos los días. Este líquido es una sopa de limaduras de aleación de magnesio radiactivo disueltas en agua, procedentes de los revestimientos de residuos que recubrían el combustible nuclear Magnox gastado.

Los inspectores afirman que no es posible determinar cuántas grietas se han formado en el silo, por lo que recurren a conjeturas y modelos basados en las fugas de la instalación para calcular el riesgo que supone para el público y los trabajadores del emplazamiento.

Un comité de científicos, encargado de supervisar Sellafield y otros emplazamientos nucleares, advirtió de que el silo necesita una atención mucho mayor.

También existe gran preocupación por B30, un estanque que contiene lodo nuclear y que se describe como uno de los edificios industriales más peligrosos de Europa. Descrito por los trabajadores de Sellafield como “Dirty 30”, contiene lodos radiactivos procedentes de barras de combustible nuclear corroídas utilizadas en antiguas centrales, y su piel de hormigón y asfalto está llena de grietas. Estas grietas han empeorado en los últimos meses, informó The Guardian.

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