La ONG pide que se rescaten los contratos con el grupo ruso Rosatom y sus filiales.
A pesar de la guerra en Ucrania, Francia sigue importando uranio de Rusia. “Decenas de tambores de uranio enriquecido y diez contenedores de uranio natural procedentes de Rusia” fueron transportados por un barco de carga al puerto de Dunkerque el martes 29 de noviembre, para ser cargados “en un tren y en varios camiones cuyos destinos podrían ser Pierrelatte, en Francia, y/o Lingen, en Alemania”, afirma Greenpeace.
Estos intercambios han provocado una fuerte reacción de la ONG, que pide al gobierno francés que ponga fin a los “contratos de comercio de uranio” entre Francia y Rusia, mientras las entregas continúan a pesar de la guerra, en ausencia de sanciones internacionales sobre la energía nuclear civil rusa. En un comunicado, “Greenpeace pide el cese definitivo de todo comercio nuclear con Rusia”.
Framatome confirma las entregas
Greenpeace pide también “la rescisión de todos los contratos vigentes entre la industria nuclear francesa y Rosatom [el gigante nuclear ruso] y sus filiales, empezando por los contratos de comercio de uranio entre Tenex, filial de Rosatom, y EDF y Orano, respectivamente”.
Mientras el conflicto ucraniano hace estragos, “todo sigue igual entre Francia, Europa y Rusia. Escandaloso”, denuncia Pauline Boyer, responsable de las campañas nucleares y de transición energética de Greenpeace Francia.
El fabricante de centrales nucleares y proveedor de combustible Framatome, filial de EDF, confirmó a la AFP el martes por la noche que el cargamento identificado en Dunkerque era efectivamente una “entrega de material para la fabricación de combustible nuclear” destinado a su planta de Romans-sur-Isère (Drôme). Este combustible se destina luego a sus “clientes y, en particular, al parque nuclear francés”, dijo.
Reciclaje de uranio
El grupo nuclear Orano (antes Areva), otro de los principales actores del sector, declaró a la AFP que “estos envíos no afectaban a sus materiales o instalaciones”. Sin embargo, confirmó que había entregado a Rusia “cinco o seis” cargamentos de uranio reprocesado (TRU), que poseía hasta octubre, a la planta de Seversk de Rosatom, como parte de un contrato firmado en 2020 por un volumen total de 1.150 toneladas.
Orano había confirmado a franceinfo a principios de octubre que este contrato había sido “liquidado” y que “no se ha firmado ningún nuevo contrato de compra o venta de material nuclear [por el grupo] desde el estallido de la guerra”.
A partir del procesamiento del combustible, el TRU (o uranio reciclado) puede reutilizarse para producir nuevo combustible después de ser convertido y enriquecido de nuevo. Este TRU se exportó a Rusia porque Orano “no tiene un taller de conversión”, subrayó el portavoz. EDF firmó en 2018 un contrato de 600 millones de euros con una filial de Rosatom, Tenex, para “el reciclaje del uranio reprocesado de EDF”. “La decisión de proseguir ciertas relaciones se toma, en particular, en cumplimiento de las sanciones internacionales”, comentó EDF en un correo electrónico a la AFP, sin referirse a un contrato concreto.
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Fuente:
Nucléaire : Greenpeace dénonce la poursuite "scandaleuse" du commerce d'uranium entre la France et la Russie, 30 noviembre 2022, franceinfo.
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