PIERRELATTE, Francia, 16 noviembre 2021.- Miembros del grupo ecologista Greenpeace bloquearon el acceso ferroviario a un centro de almacenamiento de la empresa Orano, para denunciar la irresponsabilidad de la industria nuclear en la gestión de los residuos radiactivos. El Estado francés es el propietario mayoritario del Grupo Orano.
El mes pasado, una investigación de Greenpeace Francia reveló que se reanudaron las exportaciones de residuos nucleares a Rusia, tras un paréntesis de once años. Un contrato entre Orano y la empresa estatal rusa Rosatom prevé la exportación de uranio reprocesado francés a Siberia. Tras ser transportado por tren hasta el puerto de Le Havre (Normandía), el uranio reprocesado es cargado en un buque con destino a San Petersburgo, para luego continuar por tren hasta Serversk (Siberia).
La industria nuclear francesa utiliza el reprocesamiento del combusible nuclear gastado para mantener la ilusión de un “ciclo” del combustible y de una energía nuclear “verde”. El reprocesamiento consiste en la separación de tres materiales: el plutonio (entre el 1 y el 2%), el uranio reprocesado (entre el 95 y el 96%) y los residuos finales (entre el 3 y el 4%).
El uranio reprocesado teóricamente puede utilizarse para repostar ciertos reactores, pero primero hay que convertirlo y volver a enriquecerlo, y la única planta del mundo que lo hace se encuentra en Siberia, en la ciudad de Tomsk 7 (rebautizada como Seversk).
De 1972 a 2010, se exportaron a Rusia varios miles de toneladas de uranio reprocesado para su conversión y enriquecimiento. Enviadas de vuelta a Francia como uranio reprocesado “enriquecido”, menos de 600 toneladas se utilizaron en los cuatro reactores de la central de Cruas-Meysse entre 1994 y 2013.
En una carta dirigida al Ministerio de Medio Ambiente francés, Greenpeace exigió que se pusiera fin al traslado de residuos a Siberia. Esta acción es un disparate medioambiental y sociopolítico, ya que el uranio se almacena en un vertedero a cielo abierto cerca de edificios residenciales, y las condiciones de trabajo en el lugar son inadecuadas, dijo el grupo ecologista.
El presidente Emmanuel Macron se esfuerza por conseguir que la energía nuclear sea calificada como energía verde en la taxonomía europea, a pesar que no cumple todos los criterios, al producir residuos extremadamente contaminantes y no reciclables.
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