El Senasa tiene registrados 433 principios activos de riesgo que se deberían monitorear. Pero sólo 11 son controlados en el agua de consumo humano. El Foro Ambiental Córdoba presentó una propuesta de actualización del Código Alimentario Argentino.
El Foro Ambiental Córdoba presentó a la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) una solicitud para que actualice la normativa relacionada con la presencia de plaguicidas, tritio y cianotoxinas en el Código Alimentario Argentino (CAA).
“Año tras año se sintetizan nuevos plaguicidas, algunos de los cuales alcanzan un uso masivo y generalizado. Actualmente hay registrados por el órgano nacional Senasa 433 principios activos en el ‘Informe sobre plaguicidas altamente peligrosos en Argentina’, habiendo un incremento promedio de siete plaguicidas por año en relación a los 302 principios activos registrados hacia 2003″, advierte la ONG cordobesa.
“Sin embargo, la legislación que fija los niveles máximos permitidos en agua potable no va al mismo ritmo que ese mercado, a tal punto que tan solo 11 plaguicidas son controlados en agua potable y todos ellos fueron comenzados a utilizar masivamente en tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, hace unos 60 años. Nueve de ellos fueron prohibidos totalmente entre 1990 y 2000, por lo que sería poco probable encontrarlos en agua, salvo que sean usados en forma ilegal o que se detecte alguna traza de insecticida clorado que haya sido usado hace muchos años debido a su larga persistencia en el ambiente. En los últimos años, por ejemplo, el malatión fue prohibido en 2017 y algunas formulaciones del herbicida 2,4 D en 2019″, se apuntó en el escrito.
También el Foro Ambiental Córdoba apunta el caso del tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno “cuya presencia se incrementa por la actividad de las centrales nucleares (como la de Embalse, en Córdoba”. Y marca que el lago Embalse. en Calamuchita, es usado como fuente de agua para la localidad de Embalse y el río Tercero que nace de ese lago como fuente de muchas otras localidades de Córdoba y Santa Fe.
En relación a las cianotoxinas, precisa que son producidas por cianobacterias o algas flotantes con fuerte presencia en los diques San Roque y Los Molinos, fuentes para el suministro de agua potable de la ciudad de Córdoba). También proliferan en ríos como el Uruguay, el Paraná y el de la Plata, usados también como fuente de agua potable de muchas ciudades y regiones argentinas.
Criterios
El Forto Ambiental Córdoba, que preside el biólogo Federico Kopta, describe que dentro de la legislación a nivel mundial, la Directiva 98/83 de la Unión Europea, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, “indica que puede haber como máximo 0,10 μg/l (una décima de microgramo por litro) para cada uno de los plaguicidas de una larga lista. También establece que la suma total de plaguicidas en el agua potable no puede superar los 0,50 μg/l (medio microgramo por litro)”.
En relación al tritio, establece un límite de 100 Bq/l (cien bequerelios por litro).
En el caso de las cianotoxinas por algas, la OMS (Organización Mundial de la Salud) regula una cianotoxina Microcistina-LR, fijando el valor de 1 µg/l (un microgramo por litro). En ese caso, se apunta que es el mismo valor que ya establece la resolución 174, de 2016, de la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia de Córdoba.
Fuente:
Plaguicidas y algas en el agua: piden que se actualice lo que se controla en Córdoba, 17 junio 2021, La Voz del Interior.
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