El
rutenio detectado en suelo europeo no es de origen militar pero sí
del tipo generado en centrales nucleares de ese país.
por
Malen Ruiz de Elvira
Los
niveles anómalos en la atmósfera de un isótopo radiactivo del
elemento químico rutenio que se detectaron en muchos países
europeos en septiembre y octubre de 2017 alarmaron a las autoridades
aunque estas aseguraron poco después que no llegaron a suponer un
peligro para la salud y el medio ambiente. Rusia ha negado siempre
que el origen de la nube radiactiva estuviera en alguna de sus
instalaciones nucleares de uso civil o militar, aunque su servicio
meteorológico sí comprobó e hizo público que se dieron niveles
elevados de rutenio 106, muy superiores a los detectados en Europa,
durante unos días en la zona sur de los Urales.
Desde
entonces, la hipótesis más manejada en ambientes especializados ha
sido que se produjo un escape accidental en el enorme complejo de
Mayak, situado en esa zona, donde se procesa combustible gastado de
las centrales nucleares, y se han publicado algunos estudios que la
apoyan. El último y más concluyente, que se acaba de hacer público,
indica que el rutenio detectado no solo no es natural sino que además
procede de una instalación civil, lo que excluye la alarmante
posibilidad de que se originara durante la fabricación de plutonio
para bombas atómicas, algo que seguía preocupando a los encargados
de la vigilancia radiactiva.
Lo
que hace importante este estudio es que se han analizado directamente
los minúsculos restos de isótopos estables de rutenio en partículas
retenidas en filtros de aire en países europeos. Los datos indican
que el exceso procede de una fase avanzada del procesamiento de
combustible nuclear gastado y reciente y además que ese combustible
procedió originalmente de reactores VVER, que son rusos. Este
pionero análisis, realizado por científicos de las universidades
alemanas de Hannover y Münster, no solo es importante para este caso
concreto sino que probaría que es posible identificar con precisión
el origen de cualquier sustancia radiactiva, según explican sus
autores en la revista Nature Communications.
El
analisis ha sido posible gracias a técnicas de alta precisión
desarrolladas para otros fines, como la planetología, lo que prueba
una vez más la importancia de la ciencia básica. "Normalmente
medimos isótopos de rutenio para estudiar la historia de la
formación de la Tierra", explica Thorsten Kleiner, uno de los
científicos.
Los
niveles de rutenio medidos en 2017 sobre Europa fueron 100 veces más
elevados que los detectados cuando se produjo el lejano accidente
nuclear de Fukushima, en Japón. El escándalo que supone que Rusia
no comunicara, como es la obligación de todos los países, y siga
negando un escape así, sigue vivo y los organismos internacionales
continúan investigándolo.
La
agencia nuclear rusa Rosatom, de la que depende Mayak, insiste en que
los niveles medidos en 2017 en la zona fueron los normales e incluso
se especuló con que el rutenio procediera de la reentrada en la
atmósfera de un satélite con un pequeño reactor nuclear, algo que
luego quedó definitivamente descartado. Los datos tampoco cuadraban
con un escape de una central nuclear.
Mayak
era una central nuclear cuando se produjo en 1957 un gravísimo
accidente allí que las autoridades soviéticas ocultaron totalmente.
Luego se reconvirtió a planta de procesamiento. En las últimas
décadas, recuerdan los autores de este último análisis, y en gran
parte por la catástrofe de Chernóbil se han establecido redes
globales de detección de sustancias radiactivas en la atmósfera que
son tan sensibles y precisas que pueden percibir pequeños vertidos
de elementos de origen artificial. Ya no es tan fácil negar lo
evidente, a pesar de que, como en este caso, siga sucediendo.
El
año pasado otro análisis que señalaba igualmente a Mayak como
origen del escape lo relacionó con un trabajo que se realizaba allí
por encargo de un laboratorio italiano de física de partículas. Era
la fabricación de una cápsula de cerio 144 (un isótopo del cerio,
que es una tierra rara) para un detector de neutrinos. Mayak canceló
el encargó muy poco después del escape de rutenio detectado en
Europa alegando que no había conseguido la concentración necesaria.
Posiblemente en el proceso se produjo el accidente que dio lugar a la
nube radiactiva, creen los expertos.
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relacionadas:
Cómo es la planta de reprocesamiento nuclear rusa acusada de ser el origen de la nube radiactiva que cubrió a Europa
Fuente:
Malen Ruiz de Elvira, El escape radiactivo de 2017 que Rusia sigue negando procede de una instalación nuclear de uso civil, 16 junio 2020, Público. Consultado 16 junio 2020.
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