La
crisis climática, cada vez acuciante, está acentuando unas
desigualdades pre-existentes tanto en un plano doméstico como
internacional. Las desigualdades de raza, de clase y de género
juegan un papel clave en la recuperación tras una catástrofe
natural, lo cual también se puede aplicar en una comparativa entre
los llamados países del Primer Mundo y los más empobrecidos.
por
William Minter y Imani Countess
Artículo
publicado originalmente en The Global African Worker.
Julio
de 2019 fue el mes más cálido desde que hay registros, al superarse
en varias zonas de los Estados Unidos los 37 grados centígrados.
Este último verano también se sufrieron olas de calor en Europa y
el Ártico, desde Alaska hasta Siberia. Los glaciares de Groenlandia
se están derritiendo a una velocidad sin precedentes. A todo esto,
tenemos que considerar la normalización de una meteorología extrema
con tormentas, inundaciones, incendios y una crisis climática cada
vez más difícil de ignorar, incluso en los Estados Unidos, donde el
negacionismo climático ha prevalecido más que en cualquier otro
país.
La
Administración Trump anunció su salida del Acuerdo de París, pero
no antes de usar su membresía para bloquear cualquier progreso
significativo en la Cumbre de Madrid el pasado diciembre. Sin
embargo, la opinión pública estadounidense está cambiando muy
rápido, gracias al activismo de la juventud, como el Sunrise Movement. Varias encuestas demuestran que la mayoría de votantes en
Estados Unidos apoyan la idea de un Green New Deal.
Nuevos
movimientos sociales han expandido el horizonte de este y otros
debates en la última década: Occupy y la primera candidatura de
Bernie Sanders concienciaron sobre la desigualdad económica, Black
Lives Matter sobre la desigualdad racial, el movimiento 'Medicare for
All' lucha por la sanidad como un derecho y Me Too por la igualdad
racial, por citar unos pocos. Pero es con el Green New Deal y la
crisis climática donde percibimos con mayor claridad la relación
entre la política doméstica y la internacional.
El
movimiento ecologista estadounidense presta poca atención al racismo
medioambiental
Durante
el siglo XX, las principales organizaciones medioambientales en Estados Unidos
prestaron poca atención al racismo medioambiental, pese a la presión
para ello y las críticas por las desiguales consecuencias del
impacto ecológico, marcadas por cuestiones raciales y de clase. En
el siglo XXI, y en particular desde el huracán Katrina, la
concienciación pública es otra.
Los
y las activistas por el clima de hoy en día luchan por la justicia
climática, enfatizando que la emergencia afecta en especial a las
poblaciones más vulnerables. Las desigualdades de raza, de clase y
de género existentes dificultan la recuperación después de
desastres naturales para las minorías, para las personas pobres y
para las mujeres. Estas últimas cuentan con menores recursos
económicos, se enfrentan a mayores riesgos como la violencia
machista y deben afrentar el cuidado de bebés y personas mayores. Y
la juventud afronta además una crisis climática aún mayor que la
que conocemos.
Todas
estas desigualdades se acentúan en un contexto internacional, como
quedó patente en 2019.
El
ciclón Idai golpeó Mozambique y países circuncindantes en marzo de
2019, acabando con las vidas de 1200 personas y destruyendo dos
millones de hectáreas de cultivos. Mientras tanto, en el Medio oeste americano comenzaron las inundaciones cuando los agricultores se
preparaban para sembrar el campo. En ambos casos, el impacto fue
devastador. Y sin embargo, Mozambique sufrió más, y cuenta con
menos recursos para recuperarse. Casi 150.000 personas fueron
desplazadas. A finales de 2019, muchas seguían en campamentos sin
residencia permanente. En situaciones como esta, además de la
pobreza general, las mujeres y las menores son especialmente
vulnerables ante los predadores y oportunistas.
Continúa
en la segunda parte.
Traducción
de Raúl Sánchez Saura.
Fuente:
William Minter y Imani Countess, El Green New Deal puede y debe ser global I, 15 junio 2020, El Salto Diario. Consultado 16 junio 2020.
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