Edificación dentro del núcleo urbano (calle Diseminado La Punta). Foto: J.H. |
¿Es
lo mismo 1 Bq/gr que 4 Bq/gr de Americio?
por
José Herrera Plaza
La
Federación provincial de Ecologistas en Acción de Almería denunció
ante la Sala 7ª de la Audiencia Nacional y el Parlamento Europeo, no
solo la inacción del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) con
respecto a la situación radiológica de Palomares, sino las rebajas
radiológicas impuestas por los norteamericanos, acepta das sin
rechistar por el CSN en 2015, que afectan y contradicen los criterios
radiológicos rectores marcados por el propio CSN.
Las
acciones anteriores no han sido producto de sospechas ni conjeturas,
algo perfectamente plausible ante la insólita y arbitraria
aplicación de «secreto oficial», según la Ley de Secretos
Oficiales de 1968 (¿dónde queda el Convenio Aarhus?), sino de
evidencias irrefutables que probablemente obvian o desconozcan
aquellos que niegan o dudan sobre las contradicciones y omisiones del
CSN al respecto. El secretismo sobre la cuestión Palomares siempre
ha coincidido con acciones execrables, que vulneraban la legislación
española e internacional.
Por
economía de tiempo y lectura, para mostrar con rapidez y eficiencia
las pruebas, se ha optado por visualizar el soporte documental en
capturas de pantalla insertadas en el texto.
Al
no ser Palomares considerado por el CSN una instalación nuclear, no
se le iba a aplicar el ventajoso nivel de intervención para una
futurible rehabilitación radiológica en término de dosis
efectiva, como p.ej. en Vandellós 1, que es de 0,1 miliSiervert/año
(art. 3 de la Instrucción IS-13, de 21 de marzo de 2007) -equivalente
a una radiografía de tórax- a pesar de que las instalaciones suelen
ser lugares no habitados. La incongruente legislación nuclear
europea permite que para el caso de Palomares sea un 1000 % más
alto (1 mSv/año), a pesar de ser habitada por una población
permanente con recursos agrícolas y turísticos. Hasta aquí lo
único que nos cabe es la incógnita de a quién protege realmente
esta normativa. Es obvio que a las personas no.
Gracias
a la explicitación en el acuerdo de intenciones Kerry-Margallo de
octubre de 2015, pudimos saber sobre la claudicación del Gobierno
Español a las pretensiones norteamericanas de dejar en la Sierra
Almagrera (Zona 6) una contaminación residual de 4 Bq/gr del emisor
gamma americio 241.
Tal
cifra y otras, que se mantienen en secreto, fue aceptado por el CSN,
a pesar que se contradecía con los criterios radiológicos marcados anteriormente por este mismo organismo. No hace falta ser un
especialista, solo saber leer con detenimiento:
SANCHO LLERANDI, C.; LANZAS, R. et al. Palomares, desde el accidente al Plan de Restauración. CSN, 2016; pág. 26. |
¿Esto
qué significa?. Si se optara por dejar 4 Bq/g (un 400 % más de
contaminación):
1.
Si se eleva la concentración derivada del Am241, también se
elevaría la dosis efectiva. Es decir, resulta obvio que sería muy
superior a 1 mSv/año (probablemente cerca de 4, inicialmente), lo
que contradice las afirmaciones interesadas del CSN, no la de sus
trabajadores especialistas, integrados en la Asoc. Prof. de Técnicos
de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica. Porque no se ha de
considerar únicamente la presencia de este radionucleido. El
combustible nuclear de las bombas constaba de varios radionucleidos.
La presencia conjunta de americio y los distintos isótopos de
plutonio están, en el presente, en la siguiente relación:
SANCHO LLERANDI, C.; LANZAS, R. et al. Palomares, desde el accidente al Plan de Restauración. CSN, 2016; pág. 26. |
Esto
significa que, si se dejan 4 Bq/gr de Am241, también quedarían 16
Bq/gr. de los isótopos Pu239+240, 0,4 Bq/gr. del peligroso Pu238 y
12 Bq/gr de Pu241. Por si queda alguna duda, la concentración
derivada de Pu239+240 para la restricción parcial de terrenos es de
5 Bq/gr., por lo que excedería en más del triple del máximo.
SÁENZ VERGARA, J.C. Caracterización radiológica del área afectada por el accidente de Palomares: Evolución histórica y situación actual. Univ. Complutense de Madrid. 2015; pág. 143. |
2.
El actual inventario de Am241 es dinámico, no estático. Todo el
Pu241 actual se está transmutando en Am241. Por su corto periodo de
semidesintegración (14,4 años) el CIEMAT ha calculado que en un
plazo máximo de 73 años el Pu241 se desintegrará en Am241. Se
estima que el inventario de americio alcanzará su cénit
aproximadamente en el 2030.
Ello
obligaría a mantener la restricción parcial desde el momento de la
descontaminación incompleta, hasta 2030. A partir de esta fecha, se
tendría que decretar la restricción total de las 21 ha., pues el
Am241 superaría sobradamente la cifra tope de 5 Bq/gr. Ello
supondría mantener el vallado y señalización, lo que perpetuaría
la estigmatización y el lastre a su economía; uno de los mayores
daños que lleva sufriendo toda la zona, desde hace 53 años, por
culpa de la radiactividad. Estas restricciones y este vallado se
prolongarían hasta el año 2462, cuando el inventario del americio
se haya desintegrado la mitad.
La
degradación del Consejo de Seguridad Nacional
En
la demanda interpuesta en 2017 por Ecologistas en Acción contra el
CSN en la Audiencia Nacional, pendiente de resolución, este ha
defendido empecinadamente, a través de la Abogacía del Estado, en
negar la evidencia de que ser aquiescentes con la contrapropuesta
norteamericana y dejar un 400 % de contaminación residual en Sierra
Almagrera, junto a Palomares y Villaricos, no altera la dosis
efectiva que ellos mismos han marcado como máxima. Esta actitud
rayana en lo infantil, como el niño con los labios llenos de
merengue que niega haberse comido el pastel, es su única salida para
no reconocer su particular descenso a los infiernos desde la etapa de
la directora Esteban Bolea y su connivencia con la patronal de
Vandellós II por probada negligencia. La actitud de inacción con
Palomares no es única. Desde entonces el descrédito público del
organismo no ha hecho más que incrementarse: ATC, renovación de
centrales que han agotado su vida...
Los
intereses de los partidos mayoritarios, de la industria nuclear, de
los negocios de unos pocos, la conflictividad laboral con sus
técnicos especializados, con casos de acoso laboral, la actitud de
ihibición con el resto de las cinco zonas radiactivas de España,
casi todas en la periferia peninsular, alejan su imagen como ente de
Derecho Público, independiente de la Administración General del
Estado(...) y como único organismo competente en materia de
seguridad nuclear y protección radiológica, tal como reza, con
tristes y nostálgicos aires de utopía, el primer artículo de su
ley fundacional.
Por
si todo esto fuera poco, nos hemos enterado por fuentes bien
informadas, que la directora de Protección Radiológica, Sánchez
Ojanguren, que fue nombrada por el Gobierno de Mariano Rajoy en
2013, ha osado nada menos que negar documentación relacionada con
Palomares al nuevo consejero Francisco Castejón, posiblemente por su
afiliación a Ecologistas en Acción y por haber sido nombrado a
propuesta de Podemos. Según estas fuentes, el desembarco de dos
consejeras del PSOE y especialmente el inusitado arribo de un
ecologista, ha podido generar el que se caven trincheras y genere un
búnker que agrava aún más la degradación orgánica del ente.
Ya
va siendo hora que los ciudadanos que pagamos, reivindiquemos un
órgano regulador en materia nuclear digno de crédito, transparente,
que siga fielmente sus cometidos y no como patronal de las
energéticas, o ring de lides partidistas. Urge una auditoría total
y que no se destruyan documentos de las etapas del director Fernando
Martí y predecesores.
La
cuestión de las rebajas radiológicas con Palomares no son mas que
una prueba más del sentido cíclico de la Historia. Los Estados
Unidos, al igual que en 1966, defienden sus intereses sin más
consideraciones morales de justicia o restitución. No les importa
si se vuelve a realizar una descontaminación parcial e
insuficiente. El Departamento de Energía (DoE) considera para su
territorio la cifra de 0,01mSv/año como alternativa más exigente y
la de 1 mSv/año de peor escenario verosímil. La Nuclear Regulatory
Commission coincide y apostilla a esta última cifra: fallo de
control institucional. El colmo de la desvergüenza es que el mismo
DoE, desde más de 12.000 km de distancia, haya propuesto para la
zona 6 una radiactividad residual que generaría una dosis cerca de
4000 veces más alta de lo que recomienda para su tierra. Pero lo más
triste son los españoles mamporreros de los norteamericanos, que
viven muy lejos de la zona afectada y los miembros del anterior
órgano rector del CSN, que apoyan esta desmesura, protegiendo
oscuros intereses ajenos y siempre antepuestos a los de los
palomareños.
La
evidencia histórica señala que en 1966 el Dep. de Estado solo
autorizó 1.000 m³ de residuos para ser enterrados en Savanah
River. Mientras que lo publicitaban, estaban enterrando de manera
subrepticia 4.000 m³ de tierras y cultivos contaminados en dos
fosas, al tiempo que ocultaban, mediante el arado profundo, más de
20.000. Ahora han impuesto que haya una significativa reducción de
las tierras a tratar. Se ha pasado de los 50503 m³ a los 28000 por
arte de magia, cuando todos los estudios derivados del Plan de
Investigación (PIEM-VR, 2003-2008) y los del Plan de Rehabilitación
de Palomares (PRP, 2010) de manera incontestable marcan la necesidad
de esa cifra en aras de la eficiencia y los criterios radiológicos
marcados, tal como se ve en esta tabla:
SÁENZ VERGARA, J.C. Caracterización radiológica del área afectada por el accidente de Palomares: Evolución histórica y situación actual. Univ. Complutense de Madrid. 2015; pág. 143. |
Estas
son las pruebas y estos los argumentos sobre los que se sustentan.
Los mismos que han servido para que desde 2015 la Federación Prov.
de Almería de Ecologistas haga honor a su nombre y entre en acción
dentro del marco legal, en el ámbito de las instituciones jurídicas
nacionales, para empezar. Se ha de vindicar una descontaminación
unilateral y efectiva, con el estricto apego a los criterios
radiológicos establecidos y dentro de las coordenadas del PRP. No
vamos a permitir una nueva descontaminación parcial que siga con
los riesgos a las personas, el medioambiente y perpetúe el estigma
social. Respecto a los residuos, sostenemos la necesidad de modificar
la orden ministerial que regula el Cabril para su lmacenaje
provisional, en calidad de material propiedad de los Estados Unidos
de América, a la espera de la devolución a sus legítimos
propietarios.
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