¿Cómo
puede la selva amazónica, uno de los lugares más húmedos del
mundo, ser escenario de miles de incendios cada año?
por
Stefania Gozzer
Solo
en Brasil, que alberga el 60 % del llamado "pulmón del planeta",
el número de incendios forestales creció en un 84 % en solo un año
hasta alcanzar los 74.155 entre enero y agosto de 2019. Y de estos,
más de la mitad se dieron en la Amazonía.
En
la selva tropical más grande del mundo, la humedad es tan alta que,
en ciertas áreas, sus bosques son capaces de crear su propia
temporada de lluvias con el vapor de agua que transpiran sus hojas.
¿Por
qué entonces hay varios focos de fuego ardiendo sin control desde
hace hace más de dos semanas?
Poca
información
A
diferencia de los incendios forestales que se desatan cada verano en
Europa, los del territorio amazónico han sido muy poco estudiados.
Aún
así, las pocas investigaciones que se han hecho sobre este tema
apuntan a que esta selva, que se reparten nueve países
sudamericanos, se ha vuelto más inflamable en las últimas décadas.
A
diferencia de los bosques europeos, la Amazonía goza de una barrera
natural contra el fuego.
Primero,
porque el dosel que forman las copas de los árboles permite atrapar
la humedad en la parte inferior, conocida como sotobosque. Este alto
nivel de humedad dificulta que las llamas prendan o se extiendan.
Y,
segundo, porque las posibilidades de incendios naturales en esta
región son muy escasas, como le explicó desde Brasil a BBC Mundo
Jos Barlow, profesor de Ciencias de la Conservación de la
Universidad de Lancaster.
"Hay
pocas evidencias de incendios forestales naturales en la Amazonía
porque eso requeriría que hubiera rayos secos, es decir, sin
lluvia".
"Esto
es frecuente en algunas partes del mundo, pero no en el Amazonas".
Por
lo tanto, la gran mayoría de incendios que se dan en esta región
poco poblada son iniciados por los seres humanos, como ya señalaban
los expertos que comenzaron a registrar los primeros focos en los
años 80. "Resaltaron los vínculos con la ganadería y la tala,
porque la ganadería involucra la quema de árboles y la tala hace
que el bosque sea más inflamable", afirmó Barlow.
"Pero,
en los últimos años, hay una serie de causas más complicadas que
están haciendo que los incendios sean tan prevalentes hoy en día",
añadió.
Una
de ellas es que, una vez que un bosque ha sido víctima de las
llamas, tiende a ser más susceptible de que esto se repita.
"Donde
arde un bosque y la mortalidad de los árboles es alta, digamos que
el 40 % o 50 % de los árboles mueren, estos se caen y dejan el techo
más despejado. Esto hace que el sotobosque sea más seco y además
añade combustible en forma de hojas y ramas, haciendo más probable
que arda otra vez".
Y
cada vez hay más incendios.
Días
de humo
El
incremento de incendios en la cuenca amazónica no es nuevo, aunque
su intensidad, sí.
Ya
en 2009, Ilan Koren, investigador atmosférico del Instituto de
Ciencias Weizmann, en Israel, advertía en el portal EarthSky: "Si
miras imágenes satelitales de la Amazonía, la mayor parte de
Sudamérica, durante la estación seca, verás que muchos días no se
puede ver la superficie debido a la presencia de humo".
Unos
años antes, Koren había participado en un estudio que arrojó que
el número de incendios forestales en selva amazónica se había
duplicado entre 1998 y 2005.
Su
investigación, además, afirmaba que el humo impedía a las nubes
reflejar los rayos del sol con normalidad, provocando que el clima
terrestre recibiera más energía solar de la normal.
El
efecto del cambio climático
Otro
elemento que ha vuelto la selva más vulnerable a las llamas es el
cambio climático, como explicó Barlow: "Tan solo las subidas
de la temperatura, que ya se están dando en la Amazonía, hacen que
la selva sea más inflamable".
La
selva amazónica es tan grande, que las temporadas de lluvia varían
de una zona a otra, como explicó el catedrático.
En
el sur, el área afectada por los incendios actuales, hoy es
temporada seca. Y, si bien como dijo la Nasa en su página web, "no
es inusual ver incendios en Brasil en esta época del año debido a
las altas temperaturas y la baja humedad", los fuegos actuales
preocupan a expertos como Barlow.
"Lo
que inquieta ahora de estos incendios es que están pasando en la
parte sur de la selva amazónica, donde es temporada seca. No sabemos
qué tan malos serán cuando la temporada seca llegue a la parte
central, que sucederá en octubre o noviembre".
Un
clima más cálido hace que el bosque sea más seco, pero también
genera anomalías como la intensificación de la frecuencia del
fenómeno del Niño.
"Y
las áreas central y oriental de la Amazonía tienden a ser las más
afectadas cuando El Niño llega con fuerza. Por eso, la preocupación
ahora está en Brasil".
Otra
consecuencia de tantas variaciones y anomalías climáticas es que
ahora la temporada seca, la de mayor riesgo de incendios, dura más
con cada década que pasa.
Las
esperanzas de que esto se revierta son pocas: según el Panel
Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en
inglés), en 2100, las temporadas secas en la Amazonía se alargarán
entre tres y 10 días.
Tala
y deforestación
La
tala y la deforestación, autorizadas o no, también han contribuido
a que la selva se vuelva más inflamable.
"Se
sabe que la deforestación reduce la lluvia a nivel local, así que
hace que el bosque se vuelva más seco. También aumenta los bordes
del bosque y se sabe que estos son áreas más secas y, por tanto,
más inflamables", explicó Barlow.
"Además,
gran parte de la selva está siendo talada, lo que deja huecos en el
dosel que forman las copas de los árboles. Esto hace que el
sotobosque se vuelva más seco y tenga más posibilidades de arder y
también añade mucho combustible a la atmósfera porque te deja
ramas y hojas de la misma tala, que en caso de prenderse producen más
calor".
Cuando
la selva arde por primera vez, las llamas son muy pequeñas, como
explicó el experto: "Apenas unos 30 centímetros de alto y se
queman muy lentamente, así que solo avanzan entre 100 y 200 metros
al día".
Como
el dosel no deja ver lo que sucede en el sotobosque, los incendios en
la Amazonía solo pueden ser combatidos desde tierra y muchas veces
pasan desapercibidos.
"Es
un desastre que se mueve lentamente y solo llegan a la prensa después
de haber estado ardiendo durante días".
"La Amazonía no tiene límites, lo que se haga allí nos afecta a todos"
‘Los pulmones de la Tierra están en llamas’: Brasil enfrenta críticas mundiales por los incendios en la Amazonía
Fuente:
Stefania Gozzer, Incendios en el Amazonas: cómo la selva amazónica se volvió más inflamable pese a ser uno de los lugares más húmedos del mundo, 22 agosto 2019, BBC Mundo. Consultado 24 agosto 2019.
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