miércoles, 14 de agosto de 2019

Cinco días después del accidente nuclear de Severodvinsk, Rusia admitió un aumento de la radiación y recomendó abandonar la zona


La agencia nacional Rosgidromet registró niveles de rayos gamma entre 4 y 16 veces por encima de lo normal y las autoridades locales pidieron a la población de Nyonoksa que se vaya. La crisis se produjo tras el estallido de un pequeño reactor atómico

El Servicio Federal de Hidrometeorología y Vigilancia Ambiental de Rusia (Rosgidromet) informó este martes que los niveles de radiación en Severodvinsk aumentaron considerablemente y por un corto tiempo tras la explosión accidental del motor nuclear de un misil de crucero ocurrida la semana pasada en el norte del país, indicó la agenciaestatal rusa TASS. Se trata del primer reconocimiento de un hecho que ya había sido reportado por las autoridades municipales.

Además, se aconsejó a los 450 pobladores de Nyonoksa, un pueblo de 30 kilómetros de Severodvinsk que habría sido el más afectado por el incidente por su cercanía a la base militar, a abandonar el lugar a partir del miércoles 14 de agosto de cara a los trabajos que serán realizados en el centro de pruebas de misiles nucleares donde ocurrió la explosión, informó la agencia privada rusa Interfax.

La recomendación llegó después de que los rumores de una posible evacuación comenzaran a circular en redes sociales y llegaran incluso a la agencia de noticias regional Severny Novosti, que citó a fuentes anónimas.

Sin embargo, el gobernador de la región de Arkhangelsk, Igor Orlov, negó ante Interfax que hubiera una evacuación planeada y que la recomendación de abandonar la zona es parte de "medidas planificadas".

Nyonoksa, peligrosamente cerca a un centro de pruebas de misiles nucleares construido en 1954, suele ser evacuado ante diferentes ensayos y obras programadas, recordaron numerosos expertos, por lo que es difícil saber si en este caso se trata de una emergencia ambiental fruto de la liberación de elementos radioactivos.

Pero lo cierto es que Rosgidromet registró niveles de radiación gamma (una de las más poderosas y peligrosas para la vida) que oscilaron entre 4 y 16 veces por encima de los valores normales el 8 de agosto, cuando se produjo la explosión, de acuerdo al reporte citado este martes por TASS. Los niveles habían alcanzado la normalidad 90 minutos después.

En el mismo día del accidente Valentin Magomedov, jefe de defensa civil de Severodvinsk, anunció que sus equipos habían registrado tres veces el nivel permisible de 0,6 microsieverts por hora. En total, el alza duró 30 minutos, según este departamento, y llevó a la población local a agotar las existencias de yodo, utilizado para contrarrestar los efectos de la radiación, en las farmacias.

Leonid Bolshov, miembro del Instituto de Seguridad Nuclear de la Academia Rusa de Ciencias, dijo a TASS que estos niveles no significan un riesgo para la población de la región de Arkhangelsk. La postura ha sido compartida por el gobierno ruso, que niega cualquier peligro para la población local.

Tampoco se han detectado aún señales de una posible diseminación de material radiactivo en el medio ambiente por fuera de Rusia. Ni la Autoridad Noruega de Radiación y Seguridad Nuclear ni la red de monitoreo británica RIMNET detectaron niveles fuera de lo normal dentro de sus respectivas zonas de monitoreo, indicó al portal especializado británico New Scientist.

Esto no significa que elementos radioactivos no lleguen a Europa, como ocurrió en 2017 con una enorme nube radioactiva presuntamente producida por un accidente en una central en Rusia, pero se espera que sean en niveles marginales.

La explosión, sin embargo, sí fue lo suficientemente fuerte como para ser detectada por la red de sensores y centros de monitoreo de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), con sede en Austria.

Un incidente preocupante y un misil de "alcance ilimitado"

En el estallido del jueves en las instalaciones militares de Nyonoksa murieron cinco científicos nucleares y dos militares rusos y varios más resultaron heridos, según los últimos reportes oficiales. Se cree que fue causado por un accidente mientras el grupo trabajaba en un nuevo sistema de propulsión nuclear para el vanguardista misil de crucero 9M730 Burevestnik (Conocido como SSC-X-9 "Skyfall" en occidente).

Después de fuertes especulaciones, ha quedado claro que el incidente no involucró una ojiva nuclear como las que el proyectil puede cargar, y cuyo poder es potencialmente devastador, sino a un nuevo y pequeño reactor nuclear diseñado por la agencia rusa Rosatom para propulsar al arma.

Se trata de una tecnología de vanguardia con la que ningún país cuenta actualmente, aunque Estados Unidos sí intenta o ha intentado desarrollarla. Un sistema de propulsión nuclear permitiría al misil contar con un alcance prácticamente ilimitado, lo cual revolucionaría al mundo de las armas de destrucción masiva y la guerra nuclear.

Aunque lo moderno y avanzado de este sistema de armas subraya, también, las enormes dificultades en su desarrollo, como ha quedado evidenciado con este accidente. Así como también los problemas crónicas de falta de mantenimiento y deterioro en las Fuerzas Armadas de Rusia, que han sufrido numerosos incidentes, incluyendo el estallido de un arsenal de artillería y el incendio a bordo de un submarino de propulsión nuclear, en los últimos meses.

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