La
serie "Chernóbil", de HBO, sobre el desastre nuclear
ucraniano en 1986 hizo aumentar las visitas al reactor, pero también
los selfies inapropiados. Kai Dambach reflexiona sobre su propio
viaje a la zona.
por
Kai Dambach
Poco
después de que la miniserie "Chernóbil” de HBO y Sky,
aclamada por la crítica, terminara de emitirse, surgió una
controversia por los selfies en Instagram, tomados en el sitio del
desastre real. Parece que hacer clic sobre el corazón, compartir y/o
avergonzar se ha vuelto repentinamente más importante que recordar
la catástrofe nuclear, que tuvo lugar en Ucrania el 26 de abril de
1986. Todo esto me parece alarmante y, no solo debido a los medios
sociales incitando al sobreturismo, sino porque yo mismo visité
Chernóbil no hace mucho.
Rutas
oficiales en Chernóbil
Chernóbil,
al igual que otros reactores nucleares, no está ubicado cerca de una
ciudad importante. La más cercana es la vecina Pripyat, construida
en 1970 junto con el reactor.
En las semanas posteriores a la explosión en la central nuclear, se evacuaron a alrededor de 116.000 personas, que vivían en Pripyat, en un radio de 30 kilómetros. Dos personas murieron por la explosión y otras 28, en su mayoría operarios de la central y socorristas, murieron en las semanas posteriores por las quemaduras y la exposición a la radiación. Las estimaciones sobre la cifra de muertos varían ampliamente: según la Organización Mundial de la Salud fallecieron al menos unas 4.000 personas.
En las semanas posteriores a la explosión en la central nuclear, se evacuaron a alrededor de 116.000 personas, que vivían en Pripyat, en un radio de 30 kilómetros. Dos personas murieron por la explosión y otras 28, en su mayoría operarios de la central y socorristas, murieron en las semanas posteriores por las quemaduras y la exposición a la radiación. Las estimaciones sobre la cifra de muertos varían ampliamente: según la Organización Mundial de la Salud fallecieron al menos unas 4.000 personas.
Hasta
el día de hoy, solo los trabajadores de la central, los funcionarios
del Gobierno o ciertos grupos de turistas pueden acceder a la zona de
exclusión de 30 kilómetros, el área donde se pensó que hubo más
cantidad de lluvia radiactiva. Estas visitas tienen lugar desde 2011,
cuando las autoridades consideraron que ya eran seguras.
Cuando
me enteré de la controversia por las fotos de Chernóbil en las
redes sociales, decidí llamar a Sergiy Ivanchuk, el fundador de
"SoloEast Tours”, una agencia turística con permiso oficial
para visitar Chernóbil. Me dijo que a veces era consciente de que se
tomaban fotos en las excursiones de su empresa. Sin embargo, dijo que
la mayoría de las personas que realizan sus recorridos respetan la
magnitud de lo sucedido en el lugar, y él y su equipo se aseguran de
que los turistas sean conscientes de ello todo el tiempo.
Visitando
el sitio de una tragedia nuclear
Estoy
de acuerdo con sus declaraciones. Hace aproximadamente dos años y
medio, en una fría mañana de enero hice una excursión con su
empresa. En esa época, la serie de HBO aún no había comenzado a
filmarse y Twitter e Instagram no eran tan populares como lo son hoy.
Entrar
a la zona de exclusión de 30 km es, en sí, un desafío: todos los
visitantes son sometidos a extensos controles de seguridad. No
podíamos tocar ni mover nada, ni tampoco llevarnos nada del lugar.
En
la ciudad de Pripyat, donde vivían los trabajadores de la central,
parecía que nos habíamos quedado atrapados en el tiempo: los libros
de texto escolares eran de los años 80, los periódicos tenían la
fecha de unos días antes de la catástrofe y todas las atracciones
populares de la ciudad fueron abandonadas durante tres décadas.
En
la miniserie televisiva se tiene la impresión de que en el momento
del desastre nuclear nadie sabía cómo actuar ante la radiación.
Sin embargo, en la actualidad, la gente de los alrededores sabe cómo
hacerlo. Para poder irnos del lugar, tuvimos que pasar por dos
controles de detectores de radiación nuclear. En la actualidad,
generalmente recibes más radiación en un vuelo trasatlántico que
tras haber pasado un día en Chernóbil.
Turismo
televisivo y de las redes sociales
Chernóbil
sigue siendo un lugar de difícil acceso tanto física como
legalmente, lo que lo mantiene relativamente a salvo de la amenaza
del sobreturismo. No como otros lugares utilizados para filmar:
Dubrovnik, en Croacia, por la serie "Juego de Tronos” o la
playa Maya en Tailandia, donde se grabó el filme "La playa”,
protagonizada por Leonardo DiCaprio. Esa playa, debido a todo el daño
que los turistas han causado, estará cerrada hasta 2021.
Algunas
agencias turísticas reconocieron que las solicitudes para visitar
Chérnobil ascendieron entre un 30 y un 40 por ciento, tras el
estreno de la serie, según la agencia de noticias Reuters. Ivanchuk,
de “SoloEast”, dice que “en 2016, tuvimos 7.500 (visitantes de
Chernóbil) y en 2018, 11.450. Estoy bastante seguro de que la
miniserie hará que aumenten algo más. Por supuesto que la gente no
se precipitó a entrar en la zona el día después de la emisión (de
la serie), pero sí aprecio un interés que va en aumento y se notará
en la reservas del futuro".
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Fuente:
Kai Dambach, Visita a Chernóbil: entre el desastre nuclear e Instagram, 21 junio 2019, Deutsche Welle.
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