En
la conmemoración del Día Mundial contra la Desertificación y la
Sequía, Greenpeace alertó sobre el avance extremo de la sequía en
el mundo y las complejas consecuencias que tendrá en los próximos
años.
En
este sentido, la ONG advirtió que, en el 2025, se estima que 1.800
millones de personas en el mundo enfrentará una situación de
escasez absoluta de agua, mientras que unos dos tercios de la
población del planeta no dispondrán de suficientes recursos
hídricos.
“Se
trata de una de las situaciones medioambientales con más
consecuencias palpables para la humanidad. De hecho, se estima que la
degradación de los suelos, la falta de agua y el avance de la
desertificación generará más muertes y desplazamientos forzados
que cualquier otro tipo de desastre natural”, advierte Estefanía
González, coordinadora delárea de campañas en Greenpeace Andino.
De
acuerdo a distintas estimaciones, para el 2045 se cree que unas 135
millones de personas habrán debido desplazarse desde donde viven a
consecuencia de esta nueva realidad medioambiental marcada por la
desertificación.
En
general, las diferentes actividades relacionadas con el uso intensivo
del suelo representan casi el 25 % de las emisiones globales de CO2,
por lo que las medidas de mitigación y de recuperación de extensas
zonas resulta clave en el combate contra el cambio climático. “De
hecho, se estima que la restauración de suelos actualmente
degradados puede significar la absorción y almacenaje de hasta 3.000
millones de toneladas de carbono por año”, dice Estefanía
González.
En
Argentina, según fuentes oficiales, las tierras secas ocupan el 70 %
del territorio nacional y se ven afectadas por la industria
agropecuaria, la deforestación y el uso inadecuado de los recursos
hídricos.
Fuente:
Greenpeace: “El mundo se seca”, 19 junio 2019, Greenpeace Argentina. Consultado 20 junio 2019.
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