jueves, 13 de junio de 2019

Finaliza la causa por un amparo ambiental

Con una inspección ocular en la planta de Porta, concluyó el trámite por un amparo. Controversia sobre si se requiere permiso para producir bioetanol y si hay riesgo para vecinos.

El proceso judicial iniciado en 2013 por un grupo de vecinos que presentó un amparo contra la empresa Porta Hermanos tuvo ayer su última instancia. Consistió en una inspección ocular en la planta ubicada en barrio San Antonio, de la ciudad de Córdoba.

Durante dos horas, el juez federal Hugo Vaca Narvaja, la fiscal Graciela López de Filoñuk, los abogados de Porta, los de los vecinos y dos de los habitantes de la zona recorrieron las instalaciones de la fábrica. Fue la última instancia de la causa judicial en la que se analiza si la empresa cuenta con los permisos necesarios para la producción de bioetanol.

El grupo recorrió las instalaciones para corroborar in situ algunas pruebas descriptas en forma documental.

Un largo proceso

El conflicto tiene extensos antecedentes. Comenzó en 2013, cuando vecinos de barrio San Antonio, ubicado al sur de la ciudad de Córdoba, presentaron una denuncia en la Justicia provincial por presunta contaminación por parte de Porta. La causa fue archivada en 2015, luego de que se hiciera un peritaje en el que se determinó que los niveles de contaminación no superaban los permitidos a nivel internacional.

En 2016, unos 30 integrantes de la agrupación Vecinos Unidos en Defensa de un Ambiente Seguro (Vudas) presentaron el amparo en la Justicia federal. Adujeron que la empresa no contaría con el permiso de la Secretaría de Energía de la Nación para producir biocombustible.

Si bien desde la empresa no hicieron declaraciones a la prensa, fuentes allegadas a esta afirmaron que la planta de bioetanol, que funciona desde 2012, no produce biocombustible, que por eso no necesitan tal permiso y que no hay riesgo para el ambiente y menos aún para los vecinos.

Desde Vudas indicaron que el proceso de producción es el mismo y que, por ello, “la Secretaría de Energía debería controlar y regular la actividad”. “Nunca se hizo un estudio de impacto ambiental. Cuando la causa estaba en la Justicia provincial, se hizo un peritaje del aire, pero no un estudio transversal del suelo, agua y aire. En los barrios aledaños, hay una alta tasa de niños con malformaciones, y uno de cada tres niños usa broncodilatador”, indicó Virginia Sánchez Domínguez, bióloga y miembro de la Asamblea en Defensa del Ambiente de Córdoba.

Sánchez Domínguez aseguró que los vecinos conviven con la empresa desde 1992 -cuando se instaló-, pero que los problemas comenzaron “cuando instalaron la planta de bioetanol”. “Ahí empezaron los olores. Tener una planta así cerca de los vecinos es de alta peligrosidad, por el riesgo de explosión”, agregó.

En instancias anteriores, Vaca Narvaja solicitó un estudio para saber si había contaminación ambiental, pero el pedido fue rechazado por la Cámara.

En el proceso, se realizó una audiencia pública y luego, en otra instancia, testigos de las partes, médicos e ingenieros, entre otros, declararon ante el juez. Ahora, resta conocer cuál será el veredicto que, aseguran, no tardará más que uno o dos meses.

Si el juez hiciera lugar al amparo en forma total o parcial, ello afectaría sólo a la parte de bioetanol y no a la producción total.

Fuente:
Finaliza la causa por un amparo ambiental, 13 junio 2019, La Voz del Interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario