Un
fallo judicial le ordenó suspender el avance de las obras. Es un
barrio privado, sobre 150 hectáreas.
por
Héctor Brondo
La
empresa Ticupil consideró “ilegal, arbitraria y abstracta” la
resolución de la Cámara de Apelaciones de 4ª Nominación que le
ordenó suspender por seis meses las obras del emprendimiento
inmobiliario Candonga Villa Serrana, que desarrolla en la zona norte
de Sierras Chicas.
Hace
10 días, esa cámara dictó esa medida a partir de un amparo
promovido por la Asamblea de Vecinos de Chavascate. Este grupo
vecinal mantiene una disputa judicial con la desarrollista desde el
inicio del proyecto, en 2010.
La
empresa entiende que el dictamen vulnera derechos y garantías
constitucionales. Por un lado, lo cuestionó mediante la petición de
“aclaratoria” que presentó el viernes último y, por el otro, a
través de un recurso de casación que interpondrá ante el Tribunal
Superior de Justicia (TSJ).
Luciano
García, gerente general de Ticupil, recordó que en diciembre de
2017, “en un expediente autónomo, la Cámara Contencioso
Administrativo de 1ª Nominación dejó sin efecto una medida
cautelar de no innovar y autorizó las obras de infraestructura”.
Según planteó, lo hizo “por cuanto existía una urgente necesidad
de garantizar la provisión de los servicios públicos a todos los
adquirentes de buena fe que se encontraban ejecutando ya sus
viviendas” en ese predio de 150 hectáreas. Esa resolución fue
apelada y la causa está también en el TSJ. “En cumplimiento de
esa orden, durante 2018 se ejecutó toda la obra eléctrica del
loteo, y resta sólo la sustitución de un transformador”, añadió.
“Las
demás obras de infraestructura, autorizadas por la Secretaría de
Ambiente en 2010 (apertura de calles, alumbrado, sistematización de
lagunas de retardo, red de agua, plan de reforestación), ya se
encontraban a esa fecha totalmente ejecutadas”, acotó García.
Por
aquella autorización de 2010, el entonces secretario de Ambiente de
la Provincia, Raúl Costa, y dos de sus colaboradores están
imputados por abuso de autoridad y supuesta violación a la ley de
bosques nativos.
La
empresa cuestiona que ahora conviven “dos resoluciones judiciales,
dictadas por dos cámaras distintas, absolutamente contradictorias
entre sí”.
Los
vecinos denunciantes consideran que “la sentencia que ordena
paralizar obras debe ser cumplida porque se basa en el principio
precautorio, para prevenir daños ambientales en el lugar”.
Fuente:
Héctor Brondo, Candonga: country paralizado apela ante el Tribunal Superior, 9 mayo 2019, La Voz del Interior.
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