En la
ciudad de Cosquín, en el sitio ocupado hoy por la terminal de
ómnibus, existió un importante hotel. Nos referimos al Hotel
Mundial, una gloria pasada de la ciudad que aún conserva algunos
misterios sin resolver. El mismo fue demolido en parte para dar lugar
a la mencionada terminal.
Historia del hotel: Una breve reseña histórica
Agustín
Marcuzzi fue un constructor nacido en 1860 en el norte de Italia y
emigrado a nuestra tierra en 1885. Aquí conoce al Ing. Carlos
Cassafousth con quien colabora en la construcción del dique San
Roque, trayendo picapedreros de Europa. Recibió como pago por sus
honorarios un solar en la ciudad de Cosquín (de parte del socio de
Cassafousth, el Dr. Bialet Masse, dueño de grandes extensiones de
tierra en la zona), en donde erigió su casa familiar y un importante
hotel que se transformó en un polo social y cultural del pueblo.
Fue
intendente de Cosquín entre los años 1913 y 1925, donde realizó
importantes obras para el desarrollo de la futura ciudad. Falleció
en 1930.
El
Hotel tuvo dos etapas constructivas, la 1º que data de fines del
siglo XIX (ya demolida para construir la actual terminal de ómnibus)
y una ampliación en el siglo XX, donde se construyó un salón
comedor, actualmente en pie y usado como playon de estacionamiento
para vehículos, aunque en estado ruinoso.
Sin
embargo, bajo la terminal de ómnibus quedaron parte de los subsuelos
de las construcciones más antiguas y los sótanos de la 2º etapa
constructiva. Nos referimos específicamente a un par de bóvedas
subterráneas que se corresponden con las 1º construcciones y
otros sótanos más modernos originados en la ampliación del hotel a
principios del siglo XX.
Los subterráneos
Hace
algunos años se excavó un pozo para una fosa de engrase para
automóviles en lo que fue un patio del hotel (Hoy es un playón
donde funciona un lavadero de autos), y aproximadamente a los 1,7
metros de profundidad se dio con una bóveda de ladrillo, que se
rompió accidentalmente por los trabajos de excavación. El
propietario constató qué se trataba de un túnel de grandes
dimensiones, que corría de norte a sur. Hacia el sur se internaba
bajo la calle Salta y en su extremo opuesto se dirigía hacia los
sótanos del viejo hotel.
Cuál
era el objeto de este túnel? La tradición oral menciona que los
sótanos del hotel funcionaron hacia principios del siglo pasado como
un casino clandestino. De confirmarse esto, bien podría haber
servido este túnel para ingresar de incógnito a dicho casino y/o
abandonarlo rápidamente en caso de que cayera una redada policial,
usando el pasadizo como vía de escape. Un dato aportado por un
descendiente directo de Don Marcuzzi (ya fallecido), refiere que el
túnel llegaba hasta el río que atraviesa la ciudad y supone que era
usado como desagüe cloacal del hotel. Esto contradice las normas de
higiene ya instaladas al final del siglo XIX. Tampoco vimos nunca un
túnel cloacal en esa época, ademas de hallar un par de pozos ciegos
en lo que fue un patio del hotel, lo que haría innecesario el uso
del túnel para el fín mencionado por Marcuzzi.
Nuestro relevamiento
Pudimos
constatar parte del trayecto del túnel mencionado, pero no pudimos
ingresar al mismo y verificar hacia donde se dirige en su extremo
sur. La imposibilidad se manifestó al encontrar barro al metro de
profundidad cuando realizamos la excavación. Una vertiente?. No lo
sabemos pero esto impidió profundizar el pozo de sondeo y llegar a
la bóveda del túnel, 1 metro mas abajo.
El
extremo norte llega a un espacio que es la antesala a la bajada
actual a los sótanos del viejo hotel. Inmediatamente está cerrado
por una escalera de material, que impresiona haberse construido
cuando se erigió la terminal de ómnibus, cerrando una de las bocas
del túnel y que constituye el acceso actual a los subterráneos. Al
descender por esta escalera de ladrillos de algo más de 6 metros de
extensión, llegamos a los sótanos a casi 4 metros de profundidad.
Primero a una recámara que al frente (esto es al norte) comunica con
una bóveda más antigua. Esta bóveda tiene sus paredes laterales de
piedra (calicanto) y se cierra en su parte superior con ladrillos,
todos estos materiales asentados en argamasa. Sus dimensiones
aproximadas son de 8 metros de largo, 2 de ancho y 3,5 de alto. Al
final de la bóveda se presenta un arco de ladrillo en su pared este
que comunica con una 2º bóveda gemela.
Volviendo
a la recámara al pie de la escalera por la que bajamos a estos
subterráneos, se observa claramente sobre la izquierda una abertura
en el muro, hoy cerrada de manera muy improlija con escombros y
cemento. Se trata de una bóveda sellada y rellenada en su interior.
Aquí pudo estar el acceso original a las bóvedas del siglo XIX o
bien una continuación de estos espacios subterráneos. Si fuera un
2º túnel se dirigiría hacia la estación de Ferrocarril. Este
cierre se debió realizar tras la demolición del hotel, al construir
la terminal de ómnibus.
A la
derecha (es decir al este) de esta recamara, por un arco de grandes
dimensiones se pasa a otra sala similar de unos 5,5 metros por 3,5
metros que al norte comunica con la 2º bóveda ya mencionada y al
este con una 3º sala de 5 x 5 metros.
Estas
salas (tres en total) tienen sus techos con perfilería de hierro y
ladrillo. Son claramente posteriores a las bóvedas y compatibles con
el período en que se realizó la ampliación del hotel.
En
nuestro relevamiento también descubrimos otros recintos subterráneos
hoy cerrados, bajo lo que fué el antiguo salón comedor del hotel.
Uno de estos espacios era una cisterna y al menos habría un sótano
mas delatado por un tragaluz cerrado con ladrillos.
También,
buscando restos de construcciones contemporáneas al hotel en la
manzana vecina (al otro lado de la calle Salta), con el fin de
encontrar la posible salida del túnel, descubrimos un sótano
antiguo, que si bien estaba desfasado del trayecto del túnel, nos
mostró como pudo ser la salida de este, si la misma estuvo en alguna
construcción de esta manzana.
Aún
queda mucho por descubrir y hay material suficiente para profundizar
la investigación.
Algunas hipótesis
Las
bóvedas cumplieron con la función de sótanos, típicos de
construcciones de la época. Sus dimensiones son acordes al edificio
que albergaba numerosa personas. Debieron ser una cava y/o depósito
de alimentos perecederos. El ingreso probablemente se situaba en una
galería del hotel, hoy ocupado por el andén de la terminal de
ómnibus. A principios del siglo XX, al realizar la ampliación del
hotel (con un salón comedor y de baile), se agregan las salas, y con
la llegada de la electricidad que hace prescindir de lugares
subterráneos para conservar alimentos, se destinan estos sótanos
como sala de juego. No sabemos aún si el túnel se construyó con el
Hotel o durante las ampliaciones. En el primer caso pudo tratarse de
una vía de escape si el sitio se usó como casino clandestino, pero
dudamos que llegara entonces hasta el río. En cambio si el pasadizo
es del siglo XIX, no aventuramos ´hasta que podamos realizar las
excavaciones pertinentes cual pudo ser su uso original.
Recorra
parte de los subterráneos:
Investigación Histórica y texto: Sergio A. Tissera.
1º
Relevamiento (18/04/2015): Sergio A. Tissera, Martín M. González y
R. Baudat Arellano.
2º
Relevamiento (9/08/2015): Ostiano Moyano, Sergio A. Tissera, Martín
M. González y Ronald Arellano.
Colaboración:
Rodolfo S. Cirio y Joaquín Luna.
Agradecimiento:
Claudio L. Bazan
Copyright
© Sergio Alejandro Tissera
GST- Grupo Speleotúnel es una ONG abocada a investigar, descubrir, difundir y poner en valor espacios subterráneos antiguos y otros sitios en superficie desconocidos y sin protección patrimonial.
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