Lo advirtió un experto alemán que realizó un diagnóstico de la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos en Villa General Belgrano.
por Cristian
Basualdo
VILLA GENERAL
BELGRANO, 27 marzo 2019.- El Concejo Deliberante recibió un
diagnóstico de la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos en dicha
localidad turística, realizado por Udo Stein, ingeniero químico
industrial de origen alemán, cuya exposición fue transmitida en vivo a través de facebook.
Según el experto,
pensar que el tratamiento de la basura se paga con lo que se recicla
es una ilusión, “la basura es un costo alto y hay que bajarlo”. Señaló además las deficiencias que presenta el servicio, haciendo
diana en la Planta Regional de Tratamiento de Residuos Sólidos
Urbanos de Calamuchita, “hicimos un viaje a Cañada Grande y la
planta ya no está funcionando” dijo Stein, para después describir
la cava con algunos fardos más o menos en buen estado, otros ya
rotos, abiertos, y debido a que la máquina está rota, “los
camiones suben directamente al hueco y tiran”.
Entre los
perjuicios ocasionados mencionó el económico, porque la
Municipalidad paga por un tratamiento de la basura que al final de
cuentas no se realiza. Como así también se desalienta la separación
en origen, porque los residuos terminan todos juntos en la cava de
Cañada Grande.
En cuanto a la
gestión de la Municipalidad de Villa General Belgrano, Stein señaló
que en el organigrama no está muy claro quién manda a quién,
además los costos y el presupuesto no están consignados de forma
clara y transparente, no se sabe exactamente cuánto se gasta,
tampoco hay planeamiento, ni inversión, ni reglamentos internos. El
gran problema son los orgánicos, que constituyen más de la mitad de
los residuos, son pesados, no tienen tratamiento, y hay que enviarlos
a Cañada Grande.
La visita de Udo Stein se produjo en el marco del convenio firmado entre la Cámara de Comercio Alemana, la organización Senior Experten Service S.R.L. del mismo país, y la Municipalidad de Villa General Belgrano, que informó en su página web que: “durante su estadía Stein asistirá al Municipio en el área de Ambiente, poniendo a consideración ejemplos positivos de Alemania y cómo los mismos pueden ser aplicados en nuestro contexto”.
Cañada Grande y posverdad
La planta de basura está a cargo de Constanza Mías y Javier Cortese,
funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de la
Provincia de Córdoba. El 20 de marzo de 2019, en la página de
facebook de la planta postearon: “Compartimos la visita que nos
hizo esta mañana el ingeniero alemán Udo Stein, experto en gestión
de residuos sólidos urbanos. En su estadía, nos contó que está
recorriendo el mundo conociendo distintas plantas y nos felicitó por
el trabajo que realizamos, destacándonos como modelo”.
Desde que la planta comenzó a operar en noviembre de
2012, son recurrentes las roturas de la
maquinaria y el vertido de la basura sin tratar en la cava, convirtiendo a Cañada Grande en un simple vertedero
controlado. Muy distinto a lo previsto en el Estudio de Impacto
Ambiental (ESIA), según el cual sólo se pueden acopiar "fardos
constituidos por la fracción seca del rezago de RSU, resultante del
proceso de separación y clasificación en planta".
Un informe elaborado en 2009 por la Universidad Nacional de Rosario señaló que
"en el EsIA no se ha incluido el Plan de Contingencia
correspondiente (...) que debe incluir otros aspectos, por ejemplo
(...) que hacer si alguna de las máquinas sufre un desperfecto, que
se hará con los residuos que no puedan ser tratados".
Si las cosas hubieran sucedido como indica el expediente del EsIA, las instalaciones deberían ser
operadas por Furgiagro SA, una empresa formada para la ocasión por
Agustín Furgiuele, que alquiló un campo vecino a su extracción de
áridos para instalar la planta de basura. Furgiagro SA recibió unos
6 millones de dólares del Plan del Fuego y defeccionó a poco de
iniciadas las operaciones.
El Estado
Provincial no pagó la expropiación del predio. En 2010 el Defensor del Pueblo de la Nación exhortó a cambiar el emplazamiento por
tratarse de un lugar inundable; y en 2012 la Justicia ordenó el
inmediato cese de actividades.
Pero quienes
deben controlar la planta son los mismos funcionarios que impulsaron
el dispendio, que actúan como jueces y parte, saben que nadie va a
decidir su voto en las próximas elecciones por un vertedero de
basura perdido en las Sierras Chicas, y se limitan
a repetir como un mantra que Cañada Grande es una planta modelo. Si
la mentira que han creado les alcanza ¿De qué serviría la
realidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario