“Es una primera
victoria”, aseguró Martín Farina, integrante del Colectivo
Ecológico Unidos por la Laguna de Rocha. “Nuestro objetivo máximo
es que haya una recomposición ambiental”.
por Sabrina Pozzi
A raíz de las
obras ilegales de relleno y tala de árboles, responsabilidad del
empresario Gustavo Pierri, hermano del dueño de Telecentro, en un
sector de 30 hectáreas de la reserva natural Laguna de Rocha -un
humedal clave para el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo-,
los vecinos de Esteban Echeverría y el Colectivo Ecológico Unidos
por la Laguna de Rocha se movilizaron y consiguieron que el municipio
de Esteban Echeverría clausurara las construcciones.
“Es una primera
victoria”, aseguró uno de los integrantes del grupo ecológico
Martín Farina. “El segundo paso es que le quiten las
autorizaciones. Nuestro objetivo máximo es que haya una
recomposición ambiental, que deje todo tal como estaba”, afirmó.
El lunes 18 de
marzo, vecinos y agrupaciones ambientalistas se movilizaron para
exigirle al municipio respuestas sobre estas obras que no tenían
permiso ni cartel. “Muchas personas se acercaron para saber qué
era lo que pasaba”, contó Farina, y aseguró: “La marcha fue un
éxito”.
Debido a la
presión que venían ejerciendo, el municipio intimó a Gustavo
Pierri, hermano de Alberto Pierri, dueño de Telecentro y
exfuncionario menemista, que muestre los planos y las habilitaciones.
Para eso le dieron un plazo de 72 horas que no cumplió y sus obras
fueron clausuradas.
“No sabemos si
presentó los papeles y eran ilegales o si no presentó nada”,
aclaró Sarino sobre la falta de información. Tampoco saben si
entregó esos documentos cuando el pasado 20 de febrero Acumar y el
Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) realizaron
una intervención en la zona y le exigieron explicaciones al
empresario.
Luego de la
marcha, a las 20.30 horas, el subsecretario de Medio Ambiente del
municipio citó al grupo ecologista y a los vecinos para contarles
que habían enfrentado al empresario porque habían hecho una
evaluación del lugar con Obras Particulares del municipio y habían
encontrado los humedales destruidos.
“Es un
conflicto de tierras de especulación inmobiliaria. Es especular con
la tierra esperando que aumente el valor mientras se destruye un
lugar natural para hacer este tipo de emprendimientos”, sentenció
Farina. Según Pierri, él quería construir “cuatro casas para sus
hijos y no sabía que estaba prohibido”.
“Estamos
esperando que Acumar, OPDS y el municipio nos den una respuesta sobre
si van a reclamar judicialmente una recomposición ambiental”,
concluyó Farina. En el caso de que no lo hagan y sólo se conformen
con el cartel que dice clausurado, los vecinos en lucha junto con la
Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) van a recurrir a la
justicia. Primero, esperan a que lo hagan esas instituciones ya que
sería innecesario hacer una segunda denuncia.
Según explicó
el integrante del grupo ecologista, lo que provoca este sector
destruido es un “desbalance hídrico”, algo lamentable para un
sector de la Cuenca Matanza-Riachuelo que, aunque tenga
“contaminación orgánica”, está mucho “más cuidado” que
otros sectores en cuanto a su “biodiversidad”.
Según informó
al respecto la Red de Áreas Protegidas Urbanas (RAPU), “el
panorama es desolador para una de las áreas protegidas más
importantes de la Cuenca Matanza-Riachuelo y su población aledaña.
El relleno de tierra crea un dique de 700 metros que aisló parte del
humedal del resto del ecosistema, lo cual generará daños a la
biodiversidad y un desequilibrio capaz de generar inundaciones en los
alrededores”.
Este conflicto
comenzó en abril de 2018 cuando los vecinos observaron un paredón
perimetral que ocultaba las obras ilegales de tala y relleno de los
humedales. En ese momento hicieron la denuncia, pero “la serie de
acciones de las autoridades no llegaron a nada”. Se le informó al
municipio y al OPDS. “Los primeros en actuar fueron los
guardaparques, pero a nivel administrativo no hubo sanciones”. Se
elaboraron certificados de ilegalidad y el municipio mandó el cese
de obras, pero nada se detuvo. Acumar hizo tomas aéreas y frenó en
un momento las obras con la policía, sin embargo, la destrucción de
humedales continuó.
Desde RAPU
sostienen que “esta situación implica un incumplimiento de las
funciones del Estado provincial, en especial del OPDS y el Ministerio
Público Fiscal, que no actúan de oficio frente a un daño eminente
a los bienes públicos” y que “puede considerarse un delito
federal por hallarse ubicado en el territorio de la Causa Mendoza, a
cargo del Juzgado Federal N° 2 de Morón, sobre el saneamiento del
Matanza Riachuelo, responsabilidad de ACUMAR y el Estado Nacional”.
En 2008, la Corte
Suprema de Justicia de la Nación ordenó sanear el Riachuelo. El mes
pasado, ACUMAR firmó un convenio para realizar el Inventario de
Humedales de la Cuenca Matanza Riachuelo con el objetivo de delimitar
y caracterizar los humedales como herramienta para la supuesta
gestión sustentable de estas zonas.
La Laguna de
Rocha, ubicada en la avenida Jorge Newbery km 27.3 de Esteban
Echeverría, provincia de Buenos Aires, fue declarada reserva natural
por la ley provincial N° 14488 en 2012. Aproximadamente, tiene una
extensión de 1400 hectáreas donde 300 son de agua y sólo 630 están
protegidas por ley.
Según RAPU,
“abarca nueve ecosistemas distintos, que alojan alrededor de 162
especies de aves, otras tantas de anfibios, reptiles y mamíferos.
Además de su diversidad biológica es uno de los últimos pulmones
verdes y poco afectados de la Cuenca Media del Matanza Riachuelo,
fundamental para su saneamiento”.
Fuente:
Sabrina Pozzi, Clausuran obras ilegales de Gustavo Pierri que destruyeron humedales en reserva Laguna de Rocha, 28/03/19, La Izquierda Diario.
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