La localidad de
Embalse se inundó el domingo 31 marzo 2019, otra vez viviendas
anegadas, vehículos atascados y evacuados.
por Cristian
Basualdo
Las causas de las
inundaciones fueron estudiadas en 2010, cuando la Municipalidad de
Embalse encargó un Estudio Hidrológico en cuya página 43 se encuentra una breve reseña con las causas de la
problemática.
Cuando el
intendente Federico Alesandri asumió en 2007, Embalse ya era un
lugar inundable, con un casco urbano desordenado y confinado dentro
de un pequeño valle que conforma parte de la cuenca hídirca del
arroyo Los Chañares, el único desagüe natural de la
localidad hacia el embalse de la presa Tercera Usina.
Durante
su administración, Embalse se inundó en las siguientes fechas: 16
enero 2008, 24 noviembre 2009, 24 enero 2011, 24 febrero 2012, 22
febrero 2014, 26 enero 2015, 13 enero 2018 y 31 marzo 2019. En
términos generales, el proceso de inundaciones no modificó
significativamente la forma de abordar el problema por parte del
Ejecutivo local, que se caracterizó por muchos anuncios y pocas
medidas concretas.
El 10 diciembre
2010, en el acto por los 99 años de Embalse, el intendente Alesandri anunció “la concreción de las obras de desagües y lagunas de
retardo para los barrios Aguada de Reyes, Santa Isabel y Escuela”. De las 12 lagunas de retardo
proyectadas tan solo una comenzó a construirse y quedó sin
terminar.
Eso no impidió a
los funcionarios locales realizar numerosos anuncios sobre el avance
de las obras, le propongo al lector repasar los más significativos:
en marzo 2011 el Concejo Deliberante promulgó la Ordenanza Nº 1289,
creando una partida presupuestaria denominada "Lagunas de
Retardo", por un monto de 20 millones de pesos. Y en junio la
Ordenanza Nº 1302, disponiendo la apertura de la licitación pública
para la contratación de la obra.
Alesandri estimó
“poder solucionar que ninguna casa más se inunde, que ninguna
familia pase un mal trance” durante una entrevista con Svisión Noticias en marzo 2011. En agosto del
mismo año los secretarios Cáceres y Torres realizaron la apertura
de legajos, y anunciaron la empresa que había ganado tal licitación.
No hace tanto, el
22 noviembre 2018, las autoridades anunciaron un “Plan hídrico y
coordinación de obras de infraestructura en servicios públicos para
Embalse”. Así los desagües de Embalse se convirtieron en un buzón
que los funcionarios salen a vender en épocas electorales o después
de cada inundación.
Un conjunto de
factores ligados a la acción humana quedan relegados en los
discursos oficiales, que no hablan de la deforestación en la cuenca
alta para sembrar soja, o el aumento de la superficie
impermeabilizada debido a la especulación inmobiliaria.
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