Calentamiento
global - Análisis del magíster Hernán Allasia. El profesional
dijo que “es importante detectar” cambios que se reflejaron en el
año “ya que históricamente en el invierno las lluvias eran más
escasas que en el verano”, algo que no fue así en 2018.
En un escrito que
entregó a El Diario, el magíster Hernán Allasia, director del
Centro Universitario Mediterráneo (ente vinculante entre la UNVM y
la Funesil), advirtió sobre la particularidad que tuvieron las
lluvias este año y estimó que el calentamiento global está
influyendo en las variaciones.
Tras describir
los fenómenos del Niño y de la Niña en base al Servicio
Metereológico Nacional, y las condiciones actuales con la misma
fuente, el profesional se centró en las lluvias que hubo desde 2003
en Villa María, ilustrando la pecularidad que tuvo el año que está
por terminar.
Precisó que en
2018 el mes más llovedor fue noviembre con 373 milímetros (mm),
seguido por abril con 191 mm y mayo con 122 mm. Noviembre el que más
lluvia acumuló en el período que va entre 2003 y 2018.
“En 2018
-analizado hasta el 15 de diciembre- observamos una distribución de
lluvias algo atípica entre abril y mayo; por ejemplo en mayo llovió
durante dos semanas casi seguidas”, apuntó Allasia.
“Cabe acotar
que de los últimos 16 años, 2018 fue cuando más agua cayó sobre
Villa María y región, compitiendo con el año 2004, que mostró 906
mm”, detalló.
Y mirando 2004 y
2018, recalcó que “si bien los milímetros caídos fueron
semejantes, la distribución en los meses de cada uno de los años
mencionados fue muy diferente”.
“En 2004, en
abril se registraron 4 mm y en mayo no llovió; muy diferente a abril
y mayo de 2018. Es importante detectar estos cambios ya que
históricamente en el invierno las lluvias eran más escasas que en
el verano, pues en 2018 ello no sucedió así”, indicó.
En este marco,
Allasia estimó que “el calentamiento global puede influir en todas
las variaciones planteadas”.
“Recordemos
que, nosotros, los seres humanos estamos aumentando el efecto
invernadero y calentando la Tierra. Los científicos a menudo
utilizan el término cambio climático en lugar de calentamiento
global. Es bien sabido, y vaya esto a modo de ejemplo, que el volumen
del agua aumenta cuando se calienta el ambiente. Al mismo tiempo, el
calentamiento global hace que se derritan las capas de hielo de los
polos y los glaciares”, retrató.
Luego, tomó como
fuente a cumbrepuebloscop20.org: “La combinación de esos cambios
está provocando el aumento del nivel de los océanos, que causa
inundaciones y erosión en las zonas costeras y de baja altitud, por
ejemplo. Si atamos cabos, todo tiene que ver con todo.
El calentamiento
global hace referencia al incremento de la temperatura tanto de la
atmósfera como de los océanos pertenecientes al planeta Tierra que
ha ido aumentando en tiempos de la actualidad; proyectándose una
serie de daños acometidos al futuro.
Asimismo, el
calentamiento global es dado por múltiples causas; dentro de la que
se clasifica como la más importante la emisión constante de dióxido
de carbono; siendo este un problema de máxima frecuencia que hoy en
día se visualiza como una completa amenaza para la salud del medio
ambiente.
Para abarcar las
soluciones a este problema hay una buena cantidad de opciones, pero
estas únicamente dependen de la mejoría de la actividad humana,
creando hábitos saludables y lo más importante, que lleguen a
traspasarse de generación en generación, haciendo que se retarden
los daños de la capa de ozono y de todo el entorno natural”.
Las tablas de
estadísticas de Allasia ilustran que desde 2003, el año más
lluvioso es el presente (hasta el 15 de diciembre cayeron 912 mm),
seguido por 2004, con 906 mm. En 2012 775 mm y en 2015, 757 mm. En
tanto, en este año noviembre fue el más lluvioso, con 373 mm,
seguido por abril (191 mm) y mayo (122 mm)
Contexto e
interrogante: ¿llega un Niño tardío?
Tomando como
fuente el Servicio Metereológico Nacional (SMN), y tras describir el
fenómeno del Niño y de La Niña, Allasia puntualizó que “el
origen del nombre de este fenómeno climático se remonta a un tiempo
lejano”. “En este sentido, el SMN explica que hacia fines de cada
año se observa una corriente cálida que ingresa a las costas de
Ecuador y norte de Perú. Localmente se la llamó corriente de El
Niño en referencia al Niño Jesús, dado que su llegada a dichas
costas se daba en fechas cercanas a la Navidad. Eventualmente se
comenzó a utilizar el nombre para los casos en los que esta
corriente se intensificaba (fase cálida) y abarcaba mayor área
afectando los peces de la región. Por el contrario, en esos casos en
los que esta corriente se debilitaba (fase fría), se le comenzó a
llamar La Niña, por ser el fenómeno opuesto al Niño”, detalló.
Especificó que
“las condiciones actuales son neutrales. La temperatura de la
superficie del mar (TSM) en el Pacífico ecuatorial se mantuvo por
encima de los valores normales en la mayor parte de la región. Los
vientos alisios estuvieron levemente debilitados alrededor de la
línea de fecha y el Indice de Oscilación del Sur se mantuvo
alrededor de valores neutrales, evidenciando que la atmósfera aún
no está respondiendo al calentamiento mencionado”.
“De acuerdo a
los modelos dinámicos y estadísticos, en el trimestre
diciembre-enero-febrero 2018/2019 hay un 80% de probabilidad de que
se establezca una fase Niño. En caso de que esto suceda, estaríamos
ante un Niño tardío. Esta probabilidad se mantiene alta durante el
verano y principios del otoño”, señaló.
Fuente:
Advierte sobre las singularidades que tuvieron las lluvias en 2018, 26/12/18, El Diario del Centro del País. Consultado 27/12/18.
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