jueves, 27 de diciembre de 2018

Advierte sobre las singularidades que tuvieron las lluvias en 2018

Calentamiento global - Análisis del magíster Hernán Allasia. El profesional dijo que “es importante detectar” cambios que se reflejaron en el año “ya que históricamente en el invierno las lluvias eran más escasas que en el verano”, algo que no fue así en 2018.

En un escrito que entregó a El Diario, el magíster Hernán Allasia, director del Centro Universitario Mediterráneo (ente vinculante entre la UNVM y la Funesil), advirtió sobre la particularidad que tuvieron las lluvias este año y estimó que el calentamiento global está influyendo en las variaciones.

Tras describir los fenómenos del Niño y de la Niña en base al Servicio Metereológico Nacional, y las condiciones actuales con la misma fuente, el profesional se centró en las lluvias que hubo desde 2003 en Villa María, ilustrando la pecularidad que tuvo el año que está por terminar.

Precisó que en 2018 el mes más llovedor fue noviembre con 373 milímetros (mm), seguido por abril con 191 mm y mayo con 122 mm. Noviembre el que más lluvia acumuló en el período que va entre 2003 y 2018.

En 2018 -analizado hasta el 15 de diciembre- observamos una distribución de lluvias algo atípica entre abril y mayo; por ejemplo en mayo llovió durante dos semanas casi seguidas”, apuntó Allasia.

Cabe acotar que de los últimos 16 años, 2018 fue cuando más agua cayó sobre Villa María y región, compitiendo con el año 2004, que mostró 906 mm”, detalló.

Y mirando 2004 y 2018, recalcó que “si bien los milímetros caídos fueron semejantes, la distribución en los meses de cada uno de los años mencionados fue muy diferente”.

En 2004, en abril se registraron 4 mm y en mayo no llovió; muy diferente a abril y mayo de 2018. Es importante detectar estos cambios ya que históricamente en el invierno las lluvias eran más escasas que en el verano, pues en 2018 ello no sucedió así”, indicó.

En este marco, Allasia estimó que “el calentamiento global puede influir en todas las variaciones planteadas”.

Recordemos que, nosotros, los seres humanos estamos aumentando el efecto invernadero y calentando la Tierra. Los científicos a menudo utilizan el término cambio climático en lugar de calentamiento global. Es bien sabido, y vaya esto a modo de ejemplo, que el volumen del agua aumenta cuando se calienta el ambiente. Al mismo tiempo, el calentamiento global hace que se derritan las capas de hielo de los polos y los glaciares”, retrató.

Luego, tomó como fuente a cumbrepuebloscop20.org: “La combinación de esos cambios está provocando el aumento del nivel de los océanos, que causa inundaciones y erosión en las zonas costeras y de baja altitud, por ejemplo. Si atamos cabos, todo tiene que ver con todo.

El calentamiento global hace referencia al incremento de la temperatura tanto de la atmósfera como de los océanos pertenecientes al planeta Tierra que ha ido aumentando en tiempos de la actualidad; proyectándose una serie de daños acometidos al futuro.

Asimismo, el calentamiento global es dado por múltiples causas; dentro de la que se clasifica como la más importante la emisión constante de dióxido de carbono; siendo este un problema de máxima frecuencia que hoy en día se visualiza como una completa amenaza para la salud del medio ambiente.

Para abarcar las soluciones a este problema hay una buena cantidad de opciones, pero estas únicamente dependen de la mejoría de la actividad humana, creando hábitos saludables y lo más importante, que lleguen a traspasarse de generación en generación, haciendo que se retarden los daños de la capa de ozono y de todo el entorno natural”.

Las tablas de estadísticas de Allasia ilustran que desde 2003, el año más lluvioso es el presente (hasta el 15 de diciembre cayeron 912 mm), seguido por 2004, con 906 mm. En 2012 775 mm y en 2015, 757 mm. En tanto, en este año noviembre fue el más lluvioso, con 373 mm, seguido por abril (191 mm) y mayo (122 mm)

Contexto e interrogante: ¿llega un Niño tardío?

Tomando como fuente el Servicio Metereológico Nacional (SMN), y tras describir el fenómeno del Niño y de La Niña, Allasia puntualizó que “el origen del nombre de este fenómeno climático se remonta a un tiempo lejano”. “En este sentido, el SMN explica que hacia fines de cada año se observa una corriente cálida que ingresa a las costas de Ecuador y norte de Perú. Localmente se la llamó corriente de El Niño en referencia al Niño Jesús, dado que su llegada a dichas costas se daba en fechas cercanas a la Navidad. Eventualmente se comenzó a utilizar el nombre para los casos en los que esta corriente se intensificaba (fase cálida) y abarcaba mayor área afectando los peces de la región. Por el contrario, en esos casos en los que esta corriente se debilitaba (fase fría), se le comenzó a llamar La Niña, por ser el fenómeno opuesto al Niño”, detalló.

Especificó que “las condiciones actuales son neutrales. La temperatura de la superficie del mar (TSM) en el Pacífico ecuatorial se mantuvo por encima de los valores normales en la mayor parte de la región. Los vientos alisios estuvieron levemente debilitados alrededor de la línea de fecha y el Indice de Oscilación del Sur se mantuvo alrededor de valores neutrales, evidenciando que la atmósfera aún no está respondiendo al calentamiento mencionado”.

De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en el trimestre diciembre-enero-febrero 2018/2019 hay un 80% de probabilidad de que se establezca una fase Niño. En caso de que esto suceda, estaríamos ante un Niño tardío. Esta probabilidad se mantiene alta durante el verano y principios del otoño”, señaló.

Fuente:
Advierte sobre las singularidades que tuvieron las lluvias en 2018, 26/12/18, El Diario del Centro del País. Consultado 27/12/18.

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