Funcionarios del
Gobierno avalan la iniciativa. La semana que viene se discutirá en
comisiones si se debate o no sobre tablas.
por Juan Manuel
Torrez
Luego de
numerosas audiencias en las que participaron varias organizaciones de
la sociedad civil, ambientalistas, empresarios mineros, especialistas
y funcionarios de gobierno, la Legislatura finalmente decidirá si
debate o no en el recinto las modificaciones planteadas a la ley
7.722, reconocida como ley antiminera.
La semana que
viene se reunirán las comisiones de Hidrocarburos, Ambiente y
Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC), cuyos legisladores
miembros decidirán si sacan o no el despacho del proyecto que
modifica la ley votada en 2007.
Actualmente hay
dos proyectos de senadores peronistas (Alejandro Abraham y Juan
Agulles) que se han puesto en discusión, pero en principio tomarán
como base el del ex intendente de Guaymallén, al que lo someterán a
una serie de modificaciones, según se han propuesto en estas
discusiones.
Desde el Gobierno
no se opusieron al tratamiento del tema en la Legislatura, y si bien
se mantienen al margen con las declaraciones, algunos funcionarios
han propuesto modificar la 7.722 para que se puedan establecer otros
proyectos mineros.
Es el caso del
subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú, quien sostuvo ayer,
durante la audiencia en el salón Rojas del anexo del Senado, que "la
postura del Gobierno está marcada en el trabajo que se hizo sobre
desarrollo de política minera. Evaluamos que estos proyectos son
coherentes con lo que proponemos", señaló el funcionario.
Asimismo, sostuvo
que si bien la iniciativa es mejorable, su espíritu es
perfeccionarla para que la provincia controle el desarrollo minero y
también el recurso hídrico.
"Estamos
absolutamente capacitados para controlar actividades de esta
naturaleza, como lo hacemos desde hace 100 años con el petróleo",
dijo.
En este sentido,
opinó que en la minería "se está viendo una foto con 10 años
de atraso" y que en la actualidad las empresas se manejan con
otro tipo de prácticas, estándares y se someten a controles que
han evolucionado.
Cambios al
proyecto
Guiñazú
consideró en su presentación que el proyecto de Abraham debería
mantener las restricciones en la utilización de las sustancias
peligrosas "que se hacen necesarias para la protección del
agua", pero sí repensar en qué parte del territorio de la
provincia, tal como está actualmente explicitado en la 7.722.
"¿Hace
falta prohibirlo en todo el territorio, o en los que tienen más
sensibilidad respecto del recurso hídrico?", se preguntó el
funcionario, y acotó que, siempre teniendo en cuenta la protección
del agua, se debería permitir la utilización de estas sustancias en
los lugares donde no hay riesgo de contaminar las fuentes de recursos
hídricos.
"Hay que
perfeccionar la ley pero que no se transforme en lo que se acusa, una
ley antiminera. Que no se transforme en una ley que impida el
crecimiento de Mendoza", finalizó.
En tanto, el
secretario de Ambiente, Humberto Mingorance, hizo hincapié en el
acceso a la información que debe tener tanto la sociedad como los
diferentes organismos de control en el Estado, y también se mostró
de acuerdo en realizar una "reingeniería" de la ley.
"En
principio los recursos disponibles permiten hacer una reingeniería
de la ley, aggiornarla para proteger el ambiente, pero que se pueda
desarrollar la actividad en términos de viabilidad, desarrollo y
equilibrio territorial", expresó.
Sobre los
controles, destacó las mejoras y avances tecnológicos para ser más
precisos y rápidos en la fiscalización del trabajo de las mineras,
pero puso énfasis la "gran institucionalidad" de la
provincia para realizar bien el trabajo desde cada lugar.
Finalmente,
comentó que no serían "más de 40 a 50 los proyectos mineros
que podrían darse en Mendoza de minería en estos próximos años"
y que lo que hay que hacer es "generar las exigencias a las
empresas".
Voces a favor y
en contra de la modificación
El debate tuvo
varias posturas, además de la de funcionarios de gobierno. Se acopló
por ejemplo el titular de Irrigación, Sergio Marinelli, quien
comentó sobre la posibilidad de "no quedarse quieto para ver
quién le quita el agua a quién", respecto a las diferentes
actividades industriales. "Es indispensable ser eficientes para
mantener los niveles de actividad. Y sobre todo, para incrementarlos.
El objetivo es ir hacia el desarrollo", agregó.
En contra se
manifestó el abogado ambientalista Enrique Viale, quien acusó a las
empresas mineras de dar un "terrorismo estadístico", con
datos falsos. "Nos oponemos a la minera trasnacional, por su
escala, modalidad de explotación y que la hace inherentemente
contaminante, insostenible e imposible de controlar", dijo.
Por su parte,
Maristella Svampa, socióloga del Conicet, acusó al gobierno y a las
megamineras de "esconder y falsear" números y confrontó a
la minería con las actividades agrícolas. Además dijo que este
tema se convirtió en un "problema público" y que la gente
"fue tomando conciencia de los daños irreversibles a los
ecosistemas", que puede generar esta actividad.
Daniel Jerez,
titular de la Dirección Nacional de Promoción Minera, habló sobre
la posibilidad de que conviva la minería y la agroindustria. "Hay
cientos de países en el mundo que son extraordinarios productores de
fruta, de vino y también tienen minería. El ejemplo es Chile. El
mundo no estaría comprando la fruta chilena y el vino chileno si
estuviera contaminada", explicó.
Guillermo
Pensado, licenciado en Geología, se mostró también a favor de la
modificación de la 7.722 y destacó que en San Juan, por ejemplo "el
agua que consume la minería metalífera equivale a una finca de 150
hectáreas, es decir, el 0,1 % de la demanda neta que entró en la
finca".
Fuente:
Juan Manuel Torrez - jtorrez@losandes.com.ar, Avanza proyecto del PJ para cambiar ley 7.722 y reactivar la minería, 16/11/18, Los Andes. Consultado 20/11/18.
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