jueves, 8 de noviembre de 2018

Alemania se prepara para decir adiós al glifosato

Foto: Mathieu Asselin

Los agricultores que lo usen deberán realizar áreas de compensación medioambiental para proteger a la fauna y la flora.

por Neus Palou

El glifosato es un de los herbicida más utilizado en la actualidad tanto en agricultura como en jardinería. La OMS lo calificó como “probablemente cancerígeno” y esto ha dado lugar, entre otras acciones, a una iniciativa ciudadana a nivel europeo que, con más de un millón de firmas recogidas, ha solicitando a las autoridades competentes su prohibición.

Pero, además de sus posibles efectos nocivos para la salud humana, el glifosato también es polémico porqué un estudio publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS) apunta que puede estar perjudicando también a las abejas.

La capacidad del glifosato para matar las hierbas perjudiciales para los cultivos fue descubierta en 1970 por John E. Franz, de la multinacional Monsanto. Esta empresa lo ha explotado durante más de 20 años y lo comercializa con el nombre de RoundUp (ahora pertenece a la alemana Bayer). El uso de este producto fue considerado inocuo para las personas y los animales silvestres hasta los años 1990, cuando empezaron a aparecer estudios sobre efectos perjudiciales.

Gobiernos de toda Europa han comprendido los posibles efectos nocivos para la salud y el medio ambiente del glifosato y han empezado a crear medidas restrictivas que desembocaran en una prohibición del uso de este herbicida.

El gobierno alemán ha presentado esta semana un plan para que los agricultores dejen de utilizar en forma progresiva el herbicida glifosato y otros agroquímicos, con el fin de garantizar una superficie mínima libre de pesticidas.

El Ministerio de Medio Ambiente indicó que el plan pretende lograr el abandono de ese herbicida mediante una reforma de la normativa vigente. Así, la autoridad federal encargada de la aprobación del uso de los productos con impacto negativo para la biodiversidad ha emitido una reserva de aplicación del herbicida.

A partir de ahora los agricultores alemanes que pretendan utilizar este producto deberán garantizar que dejan libre de pesticidas un mínimo de hábitat herbáceo entre el cultivo tratado con glifosato y el medio que lo rodea. El objetivo de esta medida es la protección de la fauna y la flora.

El ministerio indicó que esta normativa no servirá únicamente para la aplicación del glifosato, “sino para todos los pesticidas de los que se ha demostrado que perjudican la biodiversidad”.

La ministra federal de Medio Ambiente, Svenja Schulze (Partido Socialdemócrata), declaró en un comunicado que la coalición que preside la canciller Angela Merkel “acordó poner fin el empleo del glifosato. El camino más fácil, una prohibición de la sustancia activa a nivel de la UE, está bloqueado hasta finales de 2022”.

La ministra se refería en su declaración a la decisión de la Unión Europea (UE), que hace un año renovó durante cinco años la licencia del glifosato, con el respaldo de 18 países, entre ellos Alemania, cuya posición resultó clave para esa prórroga.

En aquella ocasión el entonces ministro de Agricultura alemán, el conservador Christian Schmidt, votó por cuenta propia a favor de la prórroga de la licencia, una decisión que no contaba con el visto bueno de Merkel.

Ahora tenemos que utilizar todos los instrumentos disponibles a nivel nacional para (favorecer) un abandono del glifosato”, explica la ministra en relación con el plan anunciado.

Fuente:
Alemania se prepara para decir adiós al glifosato, 07/11/18, La Vanguardia. Consultado 08/11/18.

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