Un estudio alerta de que la erosión y las inundaciones afectarán a casi medio centenar de lugares de valor único.
por Francesco Rodella
La integridad de
decenas de localidades costeras del Mediterráneo declaradas
patrimonio mundial cultural de la humanidad está en peligro. Un
estudio publicado este martes en Nature Communications muestra que
estos sitios, en su mayoría, están amenazados por la subida del
nivel del mar, una de las consecuencias del calentamiento global. La
investigación evalúa cómo la combinación de este factor con
eventos meteorológicos extremos puede provocar un aumento de la
erosión y de las inundaciones en las costas. En total, hasta 47 de
los 49 lugares analizados podrían sufrir impactos negativos por uno
de estos dos fenómenos (o ambos), según concluye. Los autores
consideran necesario que los Gobiernos tomen medidas ajustadas en
cada sitio para garantizar su protección.
Algunos lugares
mediterráneos declarados patrimonio de la humanidad ya sufren los
impactos derivados de la subida del nivel del mar, explica Lena
Reimann, investigadora de la Universidad de Kiel (Alemania) y autora
principal del estudio. Un caso emblemático es la laguna de Venecia,
sujeta periódicamente a inundaciones parciales. En esta ciudad
italiana, desde hace 15 años se construye un sistema de barreras que
permitiría reducir el impacto de las mareas altas, explica la
científica.
Las cosas en el
Mediterráneo no irán a mejor, según evidencian las proyecciones de
cambio climático en la región. “La amenaza principal será
representada por las inundaciones costeras”, explica Reimann. “Se
verán niveles del mar más extremos, con edificios, iglesias,
templos y estatuas claramente amenazadas”, detalla. “La erosión
costera avanza más lentamente, pero podría afectar a determinadas
estructuras, así como a las características de paisajes culturales
como el delta del Po (Italia)”, agrega.
La investigación
plantea para el año 2100 cuatro posibles escenarios de aumento de
subida del mar en combinación con eventos extremos. Para cada uno de
los sitios analizados y por cada escenario, el estudio compara la
situación en el año 2000 con cómo podría haber evolucionado un
siglo después. Los autores prevén que, en el caso más
desfavorable, el nivel del mar subiría en cien años de hasta 1,46
metros. Como consecuencia de este fenómeno, las inundaciones en el
área mediterránea podrían incrementarse hasta un 50% y la erosión
costera hasta un 13%. El resultado final del estudio es un índice de
exposición a la erosión o a las inundaciones de cada uno de los
lugares analizados.
“Con respecto
al riesgo de inundaciones, algunas de las condiciones más extremas
se pueden encontrar en la parte norte del mar Adriático, que acoge
muchos sitios declarados patrimonio de la humanidad”, asegura
Reimann. “Esta zona incluye Venecia y su laguna, Ferrara y el delta
del Po y la catedral de San Jacobo en Sibenik (Croacia)”, explica.
Los resultados referidos al aumento de las condiciones de erosión de
las costas, en cambio, evidencian que los tres lugares más
vulnerables a este fenómeno son las joyas arqueológicas de Tiro
(Líbano), Tarragona y Éfeso (Turquía).
Los países que
concentran el porcentaje más alto de patrimonio de la humanidad
amenazado por la subida del nivel del mar son Italia, Croacia, Grecia
y Túnez, según el estudio. Para España, además de Tarragona, se
ha estudiado la sierra de Tramontana en Mallorca. En este caso, la
investigación señala un índice especialmente elevado de exposición
a la erosión. Solo la Medina de Túnez (el casco antiguo de la
capital del país norteafricano) y las ruinas de Xantos-Letoon
(Turquía) no corren riesgo de sufrir impactos por erosión o
inundación.
Cómo afrontar la
marea
Fuentes de la
Unesco aseguran que el cambio climático es “una amenaza creciente”
para los sitios declarados patrimonio de la humanidad. “Los
impactos son variados, y la subida del nivel del mar es solo uno de
ellos”, agregan estas fuentes. En 2017, un estudio realizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza destacó
que el número de lugares naturales impactados por el cambio
climático se había duplicado en tres años. “La situación no es
muy diferente para los sitios de carácter cultural”, comparan las
fuentes citadas anteriormente.
Para hacer frente
a la situación, los autores del estudio publicado este martes
consideran que hacen falta medidas de protección adaptadas a las
características de cada uno de los lugares amenazados. Por ello,
sostienen la necesidad de realizar estudios individuales. “Se puede
imaginar una clasificación de los sitios donde se pueden aplicar
estrategias similares”, afirma Reimann. “Pero una solución que
valga para todos no parece plausible”, agrega. En su opinión, se
necesitan “planificación temprana y una adaptación proactiva, que
incluya soluciones innovadoras para los distintos sitios”.
Por su lado, la
Unesco afirma que la cuestión de fondo sigue siendo la necesidad de
que se reduzcan la emisiones de CO2 y se limite el aumento medio de
la temperatura global “al menos por debajo de 1,5 grados
centígrados”, como quedó establecido en el Acuerdo de París
sobre el cambio climático. Si los Gobiernos no logran esos
objetivos, “el futuro de muchos de nuestros sitios declarados
patrimonio mundial será sombrío”, alerta.
Riesgos alargados
Íñigo Losada,
catedrático de Ingeniería Hidráulica en la Universidad de
Cantabria, destaca que el nuevo estudio no considera en su análisis
las características específicas de los sitios incluidos. En opinión
de este experto, eso constituye una limitación, porque los
resultados de los efectos de inundaciones y erosión ilustrados para
cada lugar podrían ser sobreestimados. “Una inundación no afecta
de la misma manera a una catedral o a unas ruinas arqueológicas”,
explica. El catedrático también pone el acento en que hay que
evaluar que algunos de estos elementos están protegidos por
encontrarse en una ciudad o estarán amparados por estructuras de
defensa, como en el caso de Venecia.
Pese a estas
observaciones, Losada considera innegable que la subida del nivel del
mar es un peligro real para muchas localidades costeras del
Mediterráneo, incluidos sitios declarados patrimonio de la
humanidad. “En término de cambio climático, nuestro patrimonio
universal más expuesto es aquel situado en la costa sometido a los
impactos de la inundación y erosión”, afirma.
El experto agrega
que en la costa mediterránea española hay también muchos sitios de
valor histórico o cultural que están amenazados pero no figuran en
el listado de la Unesco. “Sabemos que vamos a tener más erosión y
más inundaciones. Habría que prestar a ese patrimonio la misma
atención que dedicamos a ciudades, infraestructuras o ecosistemas”,
concluye.
Barreras
artificiales para proteger Venecia
En Venecia se
empezó a construir en 2003 el Modulo Sperimentale Elettromeccanico
(MOSE), un sistema de barreras que impediría la inundación de las
zonas urbanas si el nivel de la marea alta supera los 1,1 metros. Las
obras están completas al 94-95 % y se prevé que terminen este año,
según fuentes de Venezia Nuova, el consorcio encargado de la
construcción por el Ministerio de Infraestructuras y Transportes
italiano. Actualmente está ya en funcionamiento una de las cuatro
barreras previstas en el MOSE, aseguran las mismas fuentes. La puesta
en marcha definitiva del proyecto está prevista para finales de 2021
tras un periodo de pruebas, agregan.
La búsqueda de
nuevas soluciones en las costas catalanas
Agustín
Sánchez-Arcilla, catedrático de la Universidad Politécnica de
Cataluña (UPC), explica que en esa región la vulnerabilidad a la
erosión costera se debe en particular a la falta de arena. “Es un
bien escaso y hay que manejarlo con mucha inteligencia y precaución,
porque sino no saldremos bien parados”, asegura.
El experto cuenta
que un grupo de investigación de la UPC experimenta un método
innovador de protección de la costa ante la subida del nivel del mar
basado justamente en el uso de este material. La arena se utiliza
para llenar sacos de fibra natural y crear así un tipo de barrera
diferente a las de piedra, porque es flexible y adaptable a posibles
aumentos del nivel de las aguas, explica Sánchez-Arcilla. También
se puede cambiar fácilmente su ubicación si la línea de costa
retrocede, agrega.
El catedrático
confirma que también la zona donde se ubica el conjunto arqueológico
de Tarragona, declarado patrimonio de la humanidad, está muy
expuesta a la erosión. El sistema que experimenta la UPC sería
eficaz para proteger esa línea de costa, explica. Las pruebas de
este método están financiadas por la UE en el marco del proyecto
Hydralab+.
Fuentes:
Francesco Rodella, La subida del nivel del mar pone en peligro el patrimonio cultural de la humanidad en las costas del Mediterráneo, 18/10/18, El País. Consultado 18/10/18.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Acqua alta" de la artista Laura Climent.
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