El gobierno
porteño quiere abrir calles y levantar un estadio en Agronomía. El proyecto
oficial es habilitar la construcción de un estadio cubierto en el
parque de la Facultad de Agronomía, con lo que además abriría
calles. Denuncian un fuerte impacto ambiental, la pérdida de un
jardín de infantes y de fauna y flora.
por Nicolás
Romero
El pulmón verde
de Agronomía está en peligro. Otro negocio inmobiliario que
impulsa el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, bajo la forma de
anexo al nuevo Código Urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires, que
tiene media sanción, habilita la construcción de un estadio
cubierto y la apertura de una calle, con el consecuente tránsito
vehicular en una zona de protección histórica que generaría un
fuerte impacto ambiental para la gran diversidad de flora y fauna del
parque y la habitabilidad del barrio, afectando un jardín de
infantes y un circuito de recreación barrial. Norma Gómez Tomasi,
integrante del Colectivo Barrio Rawson, dijo a PáginaI12 que “los
vecinos estamos juntando firmas para que se quiten los dos artículos
del Código porque la construcción significaría más colectivos y
polución en un parque ecológico. Estamos retrocediendo en calidad
de vida”, sostuvo, y remarcó que “además, no vemos la necesidad
porque hay un estadio a diez cuadras”.
La Legislatura
porteña aprobó en septiembre, en primera lectura, el nuevo Código
impulsado por el oficialismo -que tendrá su correspondiente
audiencia pública el próximo 31 de octubre- y en el Anexo II del
proyecto establece que se “reservarán hasta 6 hectáreas para la
construcción de un estadio cubierto en un sector de la Fracción “F”
de la Manzana 54 A, Sección 71, Circunscripción 15”, y la
apertura de la calle Zamudio, entre la Avenida Beiró y Tinogasta.
Para visibilizar la situación, que afectaría la zona que comprende
la Facultad de Agronomía y Veterinaria, los hospitales Roffo, Alvear
y Tornú, el hogar de ancianos San Martín, el Instituto de Menores
Garrigós, el Instituto Lanari y el barrio Rawson, un sub barrio
dentro de Agronomía, más conocido como Cortázar, el colectivo de
vecinos autoconvocados grabó un video explicando las consecuencias
que tendría el desarrollo inmobiliario al mismo tiempo que está
juntando firmas para presentar en la audiencia pública.
En un contexto
donde la ciudad está lejos de la cantidad de espacios verdes por
habitante recomendada por organismos internacionesl, Gómez Tomasi
remarcó que “la Facultad de Agronomía está considerada parque
ecológico, el único que conserva flora y fauna autóctona”, y
recordó que “este era un proyecto que venía de 2011, al que los
vecinos nos fuimos oponiendo y logramos que no se hiciera. Y ahora
vuelven a meterlo en el nuevo Código”.
Para la activista
barrial, si se construyera el estadio “que tendría capacidad para
20 mil personas”, la polución afectaría a las “más de cien
variedades de aves y de forestación originaria, es decir, no
trasplantada de otro lado”, y remarcó que el proyecto está ligado
a la apertura de la calle Zamudio que “partiría en dos a la
Facultad de Agronomía”, y que va a “hacer que las aves se vayan,
porque va a aumentar el smog y el ruido”. En este sentido, sostuvo
que “el decanato de Agronomía va a presentarse con sus abogados
para oponerse. Y de acuerdo a lo que nos informaron, elevaron el
reclamo al rectorado que también se opondría”.
Por otra parte,
remarcó que el estadio afectaría al jardín de infantes de la
Facultad, ya que quedaría al lado o incluso tomando una parte del
mismo, a una escuela secundaria, que funciona en el predio del club
Comunicaciones, y a una primaria. “Es un problema grave para el
barrio, pero también para la ciudad que va a perder espacios
verdes”, sostuvo.
Al respecto, el
abogado ambientalista Enrique Viale dijo a este diario que “hay un
franco retroceso que tiene que ver con la intendencia de Macri y
Larreta que en los últimos 10 años privatizaron 300 hectáreas de
espacio público, muchas que podían ser espacios verdes. Tenemos los
peores índices de América Latina en cuanto a la cantidad de metros
cuadrados de espacios verdes por habitantes. Tendrían que estar
entre 15 y 20 metros cuadrados, y estamos en 4,5 incluyendo la
Reserva Ecológica, que además están muy mal distribuidos. Y esto
contando que somos 3 millones de habitantes en la ciudad, sin tener
en cuenta que durante el día esa población se duplica”.
Y agregó que
“otro problema es que los pocos espacios verdes se cementizan, con
caniles, caminos y más caminos, y estrictamente quedan menos
espacios verdes. Y todo eso dentro de la lógica permanente de
transformar los espacios públicos en negocios”. De acuerdo a la
integrante del colectivo de vecinos, “si hoy los días lindos, el
predio donde se hacen deportes, se corre, se anda en bicicleta, está
abarrotado, con el estadio colapsaría el barrio”.
Por eso los
vecinos están hablando con las instituciones educativas y
hospitalarias de la zona y con los legisladores para que acompañen
su reclamo durante el próximo debate en la Legislatura, al que
concurrirán con las firmas que están juntando a través de la
página de Facebook colectivobarriorawson, y de forma física en el
barrio. “El próximo fin de semana hay feria de productos agrícolas
en Agronomía y vamos a estar con las planillas recolectando apoyos,
y los sábados estamos, de 11 a 13, en la placita de Artigas y
Cortázar”.
Para el abogado
Jonatan Baldiviezo, que asesora a los vecinos, “lo que hace el
gobierno es fragmentar los pulmones verdes, pequeño pasos que le van
quitando el sesgo de intangibilidad y debilitando la protección
ambiental para después privatizar”.
Fuente:
Nicolás Romero, Espacio verde descartable, 17/10/18, Página/12. Consultado 18/10/18.
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