Comunidades de la
cuenca del Río Santa Cruz no ceden ante negativa de la justicia de
aceptar los reclamos de nulidad del Estudio de Impacto Ambiental que
habilita la construcción de las represas.
por Laura Borse
El sábado 21 de
abril se realizó en la ciudad de Río Gallegos la Asamblea por la
Tierra y el Río Santa Cruz, de la cual participaron asambleas
ambientales, organizaciones políticas y miembros de varias
comunidades patagónicas. La Asamblea manifestó que existen varios
conflictos y luchas territoriales en la Patagonia que deben ser
entendidas dentro del marco de los Derechos Humanos. En esta Asamblea
se informó y debatió ampliamente sobre la puesta en marcha del
proyecto de mega represas “La Barrancosa” y “Cóndor Cliff”,
y se presentaron varias propuestas para seguir informando y abriendo
espacios de diálogo entre funcionarios y la sociedad en su conjunto.
Mientras tanto,
el Estado Nacional busca modificar la Ley de Glaciares para
beneficiar a las mineras, y el mes pasado, tras el levantamiento de
la medida cautelar que mantenía en suspenso los trabajos para
construir las mencionadas represas del Río Santa Cruz, se habrían
retomado los trabajos para desviar el río y continuar con su
construcción.
Las empresas a
cargo de la obra son Electroingeniería, Hidrocuyo S.A y la china
Gezhouba Group Corp. Según Represas Patagonia, estas tres empresas
son mundialmente reconocidas por su experiencia en el diseño y
construcción de grandes proyectos de infraestructura para generar
energía, aunque nada dicen sobre la inhabilitación que el Banco
Mundial aplicó sobre Gezhouba Group para operar en China, que
terminó en un acuerdo y sanción, debido a que al menos tres
proyectos fueron encontrados culpables de contaminación y afectación
al medioambiente.
A través de una
foto que publicó en las redes sociales, el titular de
Electroingeniería, Gerardo Ferrerya, dio a conocer que ya retomaron
el trabajo e incluso pretenden acelerarlo para recuperar tiempo. El
dato más llamativo es que según Ferreyra, el Ejército argentino
les provee de mano de obra y equipamientos. Otra controversia surge a
raíz de la denuncia por conflicto de intereses presentada por la
Fundación Banco de Bosques para el Manejo Sustentable de los
Recursos Naturales realizada a fines del año pasado contra Bernardo
Saravia Frías, quien en su carácter de Procurador del Tesoro de la
Nación solicitó el levantamiento de la medida cautelar que impedía
la construcción de las estas represas. Saravia Frías a su vez,
oficia de abogado del banco chino ICBC, entidad que aporta el 30 % de
los fondos para la obra de estas represas.
En la denuncia
realizada ante la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, a
la que tuvimos acceso, se plantea que “en este contexto, cabe
interrogarnos si el Procurador del Tesoro de la Nación, Bernardo
Saravia Frías, defenderá el interés público estatal o los
intereses privados del contrato financiado por el cliente estrella
(ICBC) del que fuera su Estudio jurídico hasta hace poco tiempo
atrás y que, en la actualidad, comanda su hermano Carlos Saravia
Frías”.
Recordemos que
mientras en septiembre del 2017 se realizaba la audiencia pública
por este proyecto, el Ministro de Energía y Minería tuvo que pedir
disculpas por declarar públicamente que la audiencia no era más que
un mero trámite y reconoció en ese momento que el análisis de
riesgos ambientales fue efectuado en forma veloz para cumplir con el
contrato internacional pactado con las corporaciones chinas.
Otra medida
cautelar que espera ser atendida
Además de la
denuncia mencionada, la Fundación Banco de Bosques planteó la
nulidad respecto de la evaluación de impacto ambiental y ahora está
en manos de la Cámara en lo Contencioso Administrativo resolver,
cuya jueza Macarena Marra Giménez aún no se ha pronunciado. Al
respecto, el abogado de la ONG, Cristian Fernández, aclaró a La
Izquierda Diario que “no hay impedimentos judiciales para que se
retomen las obras, por eso es importante que la Cámara y la Corte se
pronuncien”. En estos momentos “está a estudio de la Cámara el
planteo de nulidad basado en todos los vicios que presenta la
evaluación de impacto ambiental”. Los abogados plantean la nulidad
del procedimiento de evaluación de impacto ambiental que realizó la
empresa Emprendimientos Energéticos Binacionales S.A. (EBISA), a
pedido del Ministerio de Energía y Minería de la Nación (MINEM) y
por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación
(MAYDS).
La evaluación es
cuestionada por los abogados de la ONG ya que entienden que contiene
vicios y omisiones, destacándose la falta de estudios sobre el
tendido eléctrico de alta tensión. No se presenta el análisis de
alternativas de proyectos ni la evaluación ambiental estratégica
prevista en el art. 7 de la Ley 26.639. Además no se analizó el
proceso de “sismicidad inducida” ni se relevaron los impactos
biológicos, no se completaron en su totalidad las tareas de rescate
arqueológico, ni se efectuó la consulta previa a las comunidades
originarias según ordena la Constitución Nacional (Art 75 inc 17) y
el Convenio 169 de la OIT. Tampoco se elaboraron proyecciones de
precipitaciones y cambio climático, ni el inventario de humedales y
no se integraron los dictámenes técnicos concluyentes del Instituto
Argentino de Nivología y Glaciología (IANIGLA), la Administración
de Parques Nacionales (APN), el Instituto Nacional de Prevención
Sísmica (INPRES) y el CONICET.
El recurso
extraordinario por salto de instancia (“per saltum”) que
presentaron está esperando una resolución desde fines del año
pasado, mientras tanto el Estado Nacional avanza con la controvertida
obra hidroeléctrica en un nuevo intento por hacer real su estrategia
más fuerte, imponer la idea de que las represas son un hecho
consumado, imposible de detener.
Hablan los
especialistas
Algunos de los
documentos que acompañan el pedido de nulidad de la Evaluación de
Impacto Ambiental sobre las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa
merecen especial atención. Son declaraciones de especialistas
internacionales que tuvieron acceso al cuestionado Estudio de Impacto
Ambiental y que en base a sus conocimientos en la materia, advierten
sobre el peligro de seguir adelante con esta obra, que tendrá
consecuencias imposibles de anticipar.
Por ejemplo, el
Profesor de Ciencia del Sistema Tierra en la Universidad de
California, Eric Rignot, indicó que “las evaluaciones realizadas
sobre los impactos ambientales de las megarrepresas parecen haber
olvidado a los glaciares que nutren a estas represas con agua de
deshielo continuamente. Estos glaciares incluyen glaciares gigantes y
famosos a nivel mundial como el glaciar Upsala y el Perito Moreno. Un
cambio en el nivel del lago podría tener consecuencias graves y
devastadoras para estos y otros glaciares. En particular, un aumento
en el nivel del lago aceleraría el retroceso de los glaciares en
respuesta al calentamiento climático ya que los glaciares se
derretirían más rápido en contacto con las aguas del lago y se
deslizarían hacia el lago con mayor velocidad. El catastrófico
retroceso de los glaciares conduciría a desprendimientos de
glaciares más rápidos, lo que genera tsunamis que transportan una
energía tremenda, se propagan a lo largo de la totalidad del lago y
sacuden las orillas y agitan el flujo del río. El derretimiento de
los glaciares en esta región genera inundaciones por desbordamiento
del lago -pobremente estudiadas- y podría amenazar la estabilidad de
las represas”.
El profesor
concluye que lo más probable es que la construcción de estas
represas acelere la desaparición de estos glaciares, y fue enfático
en desaconsejar su construcción.
De similar
manera, el Dr. Hernán De Angelis, Investigador en glaciología del
Instituto Antártico Argentino durante los años 1998 a 2014 y que
actualmente se desempeña en universidades suecas, advirtió que la
cota de inundación planeada para la represas es demasiado alta como
para asegurar la estabilidad a largo plazo de los glaciares del Campo
de Hielo Patagánico Sur. El Dr. Francisco Navarro, Profesor Titular
de la Universidad Politécnica de Madrid y especializado en balance
de masa y dinámica glaciar, explicó que la construcción de una
represa supone una alteración irreversible del sistema hidrológico
de la cuenca fluvial, y en líneas similares, el Profesor Shin
Sugiyama del lnstitute of Low Temperature Science Hokkaido
University, concluyó que el aumento del nivel del lago puede
aumentar la presión de agua basal de los glaciares en
desprendimiento, y así acelerar el hielo: “Una vez que un glaciar
se acelera, la descarga de hielo al lago aumenta, y el glaciar pierde
más hielo al agua”.
Derechos de la
Naturaleza
“Actualmente,
el río forma parte de mi vida y de mi día a día, porque es
glaciario, porque es un ecosistema complejo y perfecto, y su defensa
es importante como fuente de agua y de vida”, declara Sabi Muñoz,
quien vive en Calafate y es guía del Parque Nacional Los Glaciares,
lo que el Río Santa Cruz significa para ella. Muñoz es integrante
del Movimiento Patagonia Libre, conformado por cinco localidades: El
Calafate, El Chaltén, Río Gallegos, Puerto San Julián y Comandante
Luis Piedra Buena.
“Yo soy el río
y el río soy yo” dice la comunidad Whanganui de su relación con
el río homónimo, de Nueva Zelanda. Recientemente lograron firmar un
acuerdo con el Estado neozelandés, resultado de 160 años de lucha
para que la cuenca del río Whanganui sea reconocido como persona en
el campo legal. El acuerdo comprende “el río Whanganui y sus
elementos en conjunto, incluyendo aspectos biofísicos y metafísicos,
desde las montañas hasta el mar”, entendiendo que “la salud y el
bienestar del río se encuentran intrínsecamente interconectados con
la salud y el bienestar de las personas”. Este es uno de los casos
estudiados por Valeria Berros y Rafael Colombo, del Centro de
Investigaciones de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de
la Universidad Nacional del Litoral, Argentina, en el cual la noción
jurídica de persona fue ampliada para integrar entidades no humanas.
Ambos forman parte de la Asociación Civil Capibara NDS, que en
agosto de 2017 se presentó en calidad de Amicus Curiae en la causa
por la instalación de represas en el río Santa Cruz con el objeto
de aportar a la causa argumentos relativos al estatuto jurídico de
la Naturaleza y de los ríos, proponiendo una nueva interpretación
del derecho vigente en Argentina.
En América
Latina, según estos autores, el tema no es menor ya que han sido
países sudamericanos los primeros en realizar este tipo de
reconocimiento tanto a nivel constitucional como legal, resaltándose
las experiencias del Estado Plurinacional de Bolivia y
principalmente, de la República del Ecuador, cuya Constitución
manifiesta en el artículo 71 que “La Naturaleza o Pachamama, donde
se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se le respete
integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus
ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos”.
Colombia también
ha legislado al respecto. Por ejemplo, a través de una acción de
tutela contra organismos del Estado, incluida la Presidencia de la
Nación, en defensa del río Atrato en el Chocó que fue contaminado
con sustancias tóxicas producto de la minería afectando a su
cuenca, ciénagas y humedales, y con ellos a la salud del ambiente y
los derechos fundamentales de las comunidades étnicas que allí
habitan. Y en las últimas semanas, la Suprema Corte de Justicia
colombiana sancionó que la Amazonia es un sujeto jurídico con
derechos propios y ordenó al gobierno protegerla de la
deforestación. En Brasil empiezan a surgir movimientos que reclaman
la extensión de los derechos para defensa de sus territorios
ancestrales.
Según Berros y
Colombo (2017), el derecho constitucional argentino posterior a la
reforma de la Constitución de 1994 introdujo una serie de derechos
que nos permitirían ensayar una interpretación ecocéntrica del
derecho constitucional ambiental a partir de la noción de diversidad
biológica, concretamente al ordenar a las autoridades de la Nación
la preservación de la biodiversidad biológica y el patrimonio
natural, de forma de equilibrar la perspectiva antropocéntrica que
se desprende de la supeditación de la Naturaleza a las necesidades
humanas.
La
“preservación”, “protección” y “conservación” de la
diversidad biológica aparece como primordial de la política
ambiental argentina. Como miembro signatario de la Convención de la
Biodiversidad desde 1992, cuyo preámbulo expresa claramente “que
la conservación de la diversidad biológica es interés común de
toda la humanidad”. Según estos autores, “considerar la
diversidad biológica como un interés común de la humanidad viene a
ratificar el carácter difuso y colectivo -y al mismo tiempo
solidario- de los derechos que la integran, como así también del
trabajo que deben llevar a cabo los Estados Partes, no solo al
interior de sus propias jurisdicciones sino entre sí fortaleciendo
lazos de cooperación, en razón de que el daño que se produce sobre
la biodiversidad es un daño que afecta a toda la humanidad”.
Gracias a la
lucha de los pueblos que se movilizan para defender su territorio y
su vida, el estatuto legal de la Naturaleza se encuentra bajo
discusión, especialmente en América Latina, donde varios países
han demostrado importantes avances en la legislación y la
jurisprudencia sobre los derechos reconocidos a la Naturaleza, y en
particular, en materia de estatuto legal de ríos, cuencas y
glaciares.
Fuente:
Laura Borse, Las cuestionadas represas del Río Santa Cruz y los derechos de la Naturaleza en América Latina, 30/04/18, La Izquierda Diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario