MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) - La primera de las dos explosiones detectadas por testigos presenciales del accidente de Chernóbil fue nuclear y no de vapor, como se piensa actualmente.
Una nueva versión del siniestro nuclear más severo de la historia, publicada en la revista 'Nuclear Technology' -una publicación oficial de la Sociedad Nuclear Americana-, ha sido elaborada por investigadores de la Agencia Sueca de Investigación de Defensa, el Instituto Meteorológico e Hidrológico de Suecia y la Universidad de Estocolmo.
Estos expertos
plantean la hipótesis de que el primer evento explosivo fue un
chorro de desechos expulsados a grandes altitudes por una serie de
explosiones nucleares dentro del reactor. Esto fue seguido, en tres
segundos, por una explosión de vapor que rompió el reactor y envió
más restos a la atmósfera a altitudes más bajas.
La teoría se
basa en un nuevo análisis de isótopos de xenón detectados por
científicos del 'V.G. Khlopin Radium Institute', en Leningrado,
cuatro días después del accidente, en Cherepovets, una ciudad al
norte de Moscú, lejos de la principal vía de escombros de
Chernóbil.
Estos isótopos
fueron el producto de la fisión nuclear reciente, lo que sugiere que
podrían ser el resultado de una reciente explosión nuclear. Por el
contrario, los principales restos de Chernóbil que siguieron hacia
el noroeste hasta Escandinavia contenían isótopos de xenón de
estabilidad del núcleo del reactor.
Mediante la
evaluación de las condiciones meteorológicas de toda la región en
el momento, los autores establecieron también que los isótopos de
xenón recientes en Cherepovets fueron el resultado de escombros
inyectados en altitudes mucho más elevadas que los escombros de la
ruptura del reactor fueron a la deriva hacia Escandinavia.
Las observaciones
del tanque del reactor destruido indicaron que la primera explosión
causó temperaturas lo suficientemente altas como para derretir una
placa inferior de dos metros de espesor en parte del núcleo. Tal
daño es consistente con una explosión nuclear. En el resto del
núcleo, la placa inferior estaba relativamente intacta, aunque había
disminuido en casi cuatro metros. Esto sugiere una explosión de
vapor que no creó temperaturas lo suficientemente altas como para
derretir la placa, pero generó suficiente presión para empujarla
hacia abajo.
El autor
principal y físico nuclear retirado de la Agencia de Investigación
de Defensa de Suecia, Lars-Erik De Geer, señala: "Creemos la
mediación de neutrones térmicos en las explosiones nucleares en la
parte inferior de un número de canales de combustible en el reactor
provocó el disparo hacia arriba de un chorro de escombros a través
los tubos de reabastecimiento de combustible. Este chorro entonces
embistió los tapones de 350 kilogramos de los tubos, continuando a
través del techo y viajando a la atmósfera a altitudes de 2,5-3 km
donde las condiciones climáticas proporcionaron una vía hacia
Cherepovets. La explosión de vapor que rompió el recipiente del
reactor se produjo unos 2,7 segundos más tarde”.
Las mediciones
sísmicas y el informe de un testigo ocular de un destello azul sobre
el reactor unos segundos después de la primera explosión también
respaldan la nueva hipótesis de una explosión nuclear seguida de
una explosión de vapor. Este nuevo análisis proporciona información
sobre el desastre y puede ser potencialmente útil para evitar que
ocurran incidentes similares en el futuro, según los autores.
Fuentes:
Chernóbil se desató por una explosión nuclear, seguida de otra de vapor, 17/11/17, Europa Press. Consultado 18/11/17.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Chernobyl I", de Roberta Griffin.
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