lunes, 30 de octubre de 2017

Más de 16 mil hectáreas quemadas en lo que va de 2017

La cifra ya supera la de todo el año anterior. Buena parte fue de bosques nativos. Hay riesgo alto hasta diciembre. Aquellas cenizas fueron las que complicaron el servicio de agua. Las zonas más peligrosas son las del oeste y del noroeste, con una gran sequía.

por Fernando Colautti

Desde hace varios años, la época de riesgos de incendios parece estirarse en Córdoba. En pleno octubre, cuando antes parecían desaparecer las condiciones que facilitaban los fuegos, se siguen sumando ahora. Desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego anticipan, además, que este año el riesgo se mantendrá alto casi hasta diciembre, sobre todo en el oeste y el noroeste provincial, con una sequía que los complica.

Las lluvias de los últimos días trajeron algún alivio, pero en ciertas zonas harían falta varias precipitaciones sucesivas más para alejar riesgos. Es más: entre viernes y sábado se combatió un foco complicado en Las Palmas (Traslasierra), entre otros varios en el norte.

En la primera quincena de octubre se sumaron varios incendios complejos y expandidos. Uno inquietó por su avance durante dos días, sobre montes y pastizales entre Cruz del Eje y Deán Funes. Allí, unas 2.500 hectáreas ardieron, según los primeros cálculos preliminares.

Días antes, un foco en el Valle de Traslasierra demandó un esforzado trabajo, también de dos días, pero dejó unas 1.200 hectáreas de montes hechas humo. El foco se expandió entre cerros y quebradas casi deshabitadas y de difícil acceso, al norte de Panaholma y al este de Ambul.

El ya acotado bosque nativo cordobés tiene, sólo por lo quemado en una semana de octubre, unas 2.500 hectáreas menos de superficie. No es poco, ante el escaso bosque remanente en Córdoba.

En la semana que pasó, los cordobeses pudieron además comprobar cómo los incendios serranos los afectaban en forma directa y en su vida cotidiana: las cenizas que dejaron como herencia las llamas de dos de esos grandes incendios cercanos al cauce del río Suquía fueron las que provocaron que la Capital y otras localidades se quedaran durante dos días sin agua potable.

La suma del año
De enero a agosto, el año 2017 había tenido muy pocos incendios rurales en Córdoba: apenas unas 1.500 hectáreas en ocho meses, sumando áreas llanas y serranas.

En agosto, las condiciones variaron y se sumaron cientos de focos. Pero siete fueron los más expandidos y complejos.

Llamativamente, en apenas dos semanas, tres grandes incendios complicaron la zona donde limitan el Valle de Punilla y las Sierras Chicas. Allí se sumaron 2.500 hectáreas en la reserva militar La Calera, 3.700 en un foco iniciado en Santa María de Punilla y otras 3.750 entre Cosquín y el Camino del Cuadrado. Entre los tres sumaron 10 mil hectáreas casi encadenadas, en una misma región. Fueron los dos primeros de esos focos.

Por esos mismos días, hubo incendios complejos en Luyaba (Traslasierra) y en Avellaneda (Totoral). Luego, entre cientos de pequeños focos controlados antes de su expansión, se agregaron los de Ambul (Traslasierra) y de Chuña (Cruz del Eje).

La suma estimada para lo que va del año se ubica ahora sobre las 16 mil hectáreas. La precisión oficial se tendrá luego de los relevamientos satelitales actualizados. Es más que lo quemado en los tres años anteriores.

En 2014 y 2016, la superficie anual quemada fue de entre 10 mil y 11 mil hectáreas, de las más bajas de las dos últimas décadas. En 2015 fueron 17 mil. En cambio, 2013 había sido de los peores, con 151 mil hectáreas bajo fuego.

Foco extinguido: las Palmas

Hicieron falta bomberos de 23 cuarteles cordobeses.

Bomberos voluntarios de 23 cuarteles de la provincia pudieron extinguir un incendio de campos en la zona del paraje Las Palmas, en jurisdicción de Salsacate.

Alrededor de 80 bomberos y tres aviones hidrantes, dos pertenecientes a la provincia y uno a la Nación, trabajaron para las tareas de extinción del siniestro en esa zona del Valle de Traslasierra, 205 kilómetros al oeste de la ciudad de Córdoba. Anoche sólo quedaba una guardia de cenizas.

Sin agua por las cenizas arrastradas

El impacto más directo y tangible de los incendios ocurridos en las laderas cercanas al río Suquía durante agosto y septiembre se experimentó en más de media ciudad de Córdoba, entre la noche del miércoles y la tarde del viernes.

El 70 por ciento de la ciudad se mantuvo durante ese período sin agua. Los centros de salud necesitaron emplear maniobras de abastecimiento y tanto escuelas como algunos edificios públicos cancelaron sus actividades.

Los desechos y las ramas acarreadas por la lluvia del miércoles taponaron la toma de ingreso de agua a la Planta Potabilizadora Suquía, ubicada en La Calera. Sin embargo, las cenizas que dejaron las áreas quemadas y que fueron arrastradas por el agua provocaron el mayor de los problemas.

El Ersep sostiene que hubo un manejo negligente de la planta, al permitir el ingreso del agua turbia. El cierre tardío de la entrada de líquido con cenizas al decantador es, según el ente, lo que extendió el tiempo de normalización del servicio.

Incluso ayer muchos vecinos manifestaron la suciedad del agua en sus hogares, con quejas constantes a Aguas Cordobesas.

Fuentes:
Fernando Colautti, Más de 16 mil hectáreas quemadas en lo que va de 2017, 29/10/17, La Voz del Interior. Consultado 30/10/17.
Sinagua por las cenizas arrastradas, 29/10/17, La Voz del Interior. Consultado 30/10/17.

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