Sería en las
cuencas de laguna La Picasa y el río Salado, que beneficiarán al
departamento Roque Sáenz Peña, con un 30 por ciento de territorio
bajo el agua. Leé la nota completa de la edición impresa.
La semana pasada,
el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaille, pasó
por Laboulaye pagando una deuda con la Sociedad Rural local, ya que
había sido invitado para participar del aniversario de la entidad
pero por motivos de agenda no pudo asistir en la fecha
correspondiente.
En la ocasión,
el funcionario se reunió con un importante grupo de productores
preocupados por la realidad que los afecta: una enorme masa de agua
que cubre sus tierras y que impide la normal producción de esos
campos.
Acompañando a
Buryaille estuvo el subsecretario de Recursos Hídricos, Pablo
Bereciartúa, quien brindó precisiones sobre los proyectos que tiene
el gobierno nacional para aliviar la situación. El punto principal
para descomprimir la coyuntura pasa por realizar obras en las cuencas
del río Salado y la laguna La Picasa.
La parte
principal de esas obras debe realizarse en el territorio de la
provincia de Santa Fe, por lo que el Gobierno nacional está
esperando la respuesta de las autoridades santafesinas para seguir
adelante con los proyectos.
Hace unos 4
meses, se presentó ante el Poder Ejecutivo santafesino, que encabeza
Miguel Lifschitz, un plan ideado por Recursos Hídricos de la Nación
que pretende cambiar el rumbo de las vías de desagote de las cuencas
de La Picasa y del curso superior del río Salado, derivando las
aguas hacia el río Paraná, en lugar de buscar la Bahía de
Samborombón.
De este modo se
acortaría el trayecto que deben cubrir las canalizaciones y se
ganaría tiempo para completar las obras, llevando más pronto el
alivio hacia las zonas que hoy están afectadas por las inundaciones.
Por el momento,
la pelota está en campo del gobierno santafesino, que debe otorgar
el permiso correspondiente para la ejecución de este plan que
demandaría una inversión de casi 9 mil millones de pesos.
Situación del
sur cordobés
El departamento
Roque Sáenz Peña está en la zona limítrofe entre las provincias
de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires y el curso natural de las aguas
deriva hacia las cuencas que serán objeto de intervención según
las obras planificadas por Recursos Hídricos de la Nación. Por
ejemplo, la cuenca de la laguna La Picasa abarca unos 5 mil
kilómetros cuadrados, siendo casi el 50 por ciento pertenecientes al
territorio cordobés.
Hoy el
departamento Roque Sáenz Peña tiene una buena parte de su
territorio anegado, pero este panorama no es culpa de lluvias
inesperadas sino de años de no atender los problemas que anunciaban
la topografía del terreno y la evolución de la Climatología.
“Esto se debe a
muchos años de no haber hecho las obras correspondientes. Para
adelante se están haciendo obras con inversiones interesantes
autorizadas por el gobierno nacional”, manifestó César Abdala, el
intendente de Laboulaye, la cabecera del departamento Roque Sáenz
Peña. Esta jurisdicción tiene una superficie total de casi 823 mil
hectáreas, de las cuales llegaron a estar bajo el agua 250 mil
hectáreas, lo que representa poco más del 30 por ciento de ese
territorio.
“Es una
proporción muy grande con respecto al territorio del departamento.
Han ido bajando las aguas pero, lamentablemente estaba pronosticado,
estamos entrando a un nuevo período de lluvias”, indicó el jefe
comunal.
El gobierno
provincial intervino en la zona realizando algunas canalizaciones que
aminorarán el impacto de las lluvias estacionales, pero todo depende
de la cantidad de precipitaciones que se registren en los próximos
meses.
Las secuelas de
la inundación
El daño más
inmediato que deja el anegamiento de la región es el impacto
económico.
“Esto nos ha
afectado muchísimo en la parte económica, porque esta es un área
agropecuaria, donde los principales recursos son los sembrados, el
ganado y la lechería. Está todo muy resentido por la cantidad de
agua en las tierras. Agregado a eso una cantidad de caminos rurales
que están completamente intransitables”, apuntó Abdala. Todo esto
hace que haya una alteración en el flujo de recursos que, si bien no
llegó al corte de la cadena de pagos, si provoca que tanto los
habitantes de la región como los municipios cuenten con recursos
acotados.
Pero lo más
impactante es el corte de la Ruta Nacional Nº 7, a la altura de la
localidad santafesina de Aarón Castellanos. Allí, la laguna La
Picasa está un metro y medio por encima de la carpeta asfáltica de
la carretera que comunica Buenos Aires con Cuyo.
Sobre la ruta ya
se hicieron dos alteos, llevando su nivel a 3 metros sobre el nivel
original. Esto da una idea de la magnitud de la masa de agua que
conforma la laguna desbordada.
Al estar cortada
la ruta, se afecta el comercio desde los puertos bonaerenses hacia
Chile y se limita la circulación de la riqueza generada en el sur de
Córdoba.
Viviendo sobre un
mar
Laboulaye no está
amenazada por el ingreso de agua al casco urbano, como algunas otras
localidades de la región. Pero, el gobierno municipal debió
declarar la emergencia del sistema de desagües cloacales, al
detectarse diversos problemas.
Laboulaye es una
ciudad de algo más de 20 mil habitantes y es la segunda más
importante del sur cordobés, detrás de Río Cuarto.
La realidad
indica que hoy, sus habitantes viven sobre una enorme masa de agua,
ya que la napa freática está a 40 centímetros de la superficie, lo
que genera enormes inconvenientes, sobre todo en materia de
salubridad, ya que el sistema cloacal está virtualmente colapsado.
“Estamos
tratando de gestionar, a nivel nacional y a nivel provincial, sin
mucho éxito todavía, los recursos necesarios para empezar a operar
sobre las cloacas ya existentes que están colapsadas”, precisó el
intendente Abdala.
La mitad de la
población tiene cloacas pero, las cañerías muy antiguas,
construidas con tubos de asbesto cemento, empezaron a romperse,
provocando que las aguas negras afloren a las calles.
Abdala explicó
que está contemplado hacer nuevas estaciones de bombeo y reemplazar
parte de las cañerías obsoletas. Aún afrontando las limitaciones
que tiene, el municipio logró con personal propio reemplazar 300
metros de conductos en las zonas en las que se puede trabajar.
Municipio a flote
“Laboulaye es
la población más grande después de Río Cuarto al sur, es cabecera
de departamento y hasta el momento nos estamos manejando con recursos
propios. Hasta el momento estamos con las finanzas equilibradas, que
no quiere decir que estemos en condiciones de hacer trabajos como los
que necesitamos”, afirmó el intendente.
Las gestiones
apuntan a obtener créditos para realizar las obras de fondo que
permitan paliar los efectos indirectos de la inundación en la
región, como el citado colapso de las cloacas. “La Municipalidad
está financieramente equilibrada, esto es muy importante que lo
digamos porque estamos en condiciones de tomar crédito, que es lo
que estamos por hacer con el Enohsa para poder hacer las obras. Esto
es un gasto que excede al presupuesto municipal”, aseguró Abdala.
Fuente:
Inundaciones: esperan que Santa Fe autorice obras que aliviarán al sur cordobés, 18/10/17, La Nueva Mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario