sábado, 10 de septiembre de 2016

Un marco legal para las reservas naturales

En los últimos años, el cuidado del ambiente, con especial acento en la recuperación del bosque nativo y la conservación de los recursos hídricos, ha encontrado eco en las comunidades más afectadas del territorio provincial.

En los últimos años, el cuidado del ambiente, con especial acento en la recuperación del bosque nativo y la conservación de los recursos hídricos, ha encontrado eco en las comunidades más afectadas del territorio provincial. Por caso, sólo en el área de las Sierras Chicas -de Villa Allende a Ascochinga; de Río Ceballos a La Calera- fueron delimitadas 12 reservas naturales que se proponen proteger unos 470 kilómetros cuadrados en total.

El problema es que casi todas se encuentran en una situación tan irregular que, en la práctica, no existen como tales por dos motivos concurrentes: todavía no se dispuso un marco normativo que regule el alcance efectivo de la declaración de reserva cuando se trata de terrenos que no son fiscales; y no cuentan con el imprescindible plan de manejo y el equipo de guardaparques necesario para su control.

Con todo, hay un par de casos testigo, como la reserva Los Manantiales, en Río Ceballos, o Los Quebrachitos, en Unquillo, donde se estableció con claridad qué pueden hacer y qué no los predios privados comprendidos en el área de conservación fijada. Eso sí: suman apenas unos 60 kilómetros cuadrados.

Lógicamente, el Gobierno provincial debe encontrar una solución. Será una excelente manera de demostrar su compromiso en la materia. Así como se expresó a favor de la creación de un nuevo parque nacional en el noroeste de la provincia, debe fijar el marco legal y asignar partidas presupuestarias para proteger las reservas naturales que tienen carácter municipal o regional.

No estará solo en esa labor, sino que podrá contar con un aliado importante. La Coordinadora Ambiental y de Derechos Humanos de las Sierras Chicas nuclea a 10 organizaciones no gubernamentales que trabajan desde 2012 para integrar a las reservas de su zona en un corredor regional.

Hasta aquí, más que reclamarle al Estado, su trabajo se ha concentrado en la construcción de un amplio consenso sobre la necesidad de preservar el entorno natural. Por un lado, han promovido la conciencia ambiental de ciudadanos y funcionarios a través de numerosas actividades participativas. Por otro, realizaron talleres en los que las ONG involucradas interactuaron con los municipios, la Secretaría de Ambiente provincial y la Administración de Parques Nacionales.

Como en tantas otras cuestiones en las que se detecta una escasa presencia del Estado, no hay tiempo que perder. La temporada de incendios ya comenzó y dentro de poco llegarán las lluvias, que, como todos recordarán, ya supieron causar estragos, casualmente en Sierras Chicas.

Los beneficios que se obtendrían de un rápido accionar en esta materia son innumerables y llegan a impactar en la economía, de la mano del turismo.

Fuente:
Un marco legal para las reservas naturales, 08/09/16, La Voz del Interior. Consultado 09/09/16.

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