La justicia
provincial ordenó la clausura provisoria de la planta de la empresa
Atanor ubicada en la localidad bonaerense de San Nicolás tras
comprobar que la empresa incumple una medida cautelar que le ordenaba
no extraer agua de las napas y arrojar residuos al río, informaron
las organizaciones ambientalistas.
"Es un día
de mucha alegría para nosotros, porque se sentimos que al fin la
justicia pone un freno a esta empresa, que desde hace más de diez
años contamina nuestras aguas y nuestro suelo", señaló a
Télam Walter Ibarra, de la organización ambientalista Protección
Ambiental del Río Paraná.
La resolución
del juez Facundo Puente, del fuero Penal del Departamento Judicial de
San Nicolás y Zárate-Campana, dispuso una "clausura provisoria
de la planta de síntesis de Atrazina de la empresa Atanor SCA,
ubicada en San Nicolás", y advirtió que "medida que
estará en vigencia hasta que por disposición judicial sea dejada
sin efecto".
La medida fue
tomada tras un allanamiento del juzgado a la planta realizado junto a
Gendarmería y Prefectura: "Se trata de un juez nuevo, que viene
de otro lugar y para nosotros es llamativo como él pudo resolver un
amparo que nosotros veníamos presentando hace más de dos años",
afirmó Ibarra, cuya organización venía denunciando que la justicia
no actuaba correctamente.
El juez Puente
ordenó además "prohibir el ingreso a la planta de los camiones
que arriben desde el establecimiento que la firma posee en la
localidad de Munro, o de cualquier otro lugar, que contengan
sustancias de cualquier indole para ser vertidas en el conducto que
se viene clausurando".
También ordenó
que Prefectura y Gendarmería corroboren "el cese del vuelco de
efluentes y la puesta fuera de servicio de la planta", además
de exigir a la policía departamental que "diariamente corrobore
que se cumpla con la clausura".
La Justicia
confirmó el incumplimiento de la anterior medida cautelar -que
exigía a la empresa que no contaminara- e indicó que "la
documentación que exhibe la empresa no es suficiente y le faltan
habilitaciones para volcar efluentes al río y para usar el agua
subterránea".
Por esto, dice la
resolución, "la conducta de Atanor pone en grave riesgo el
medio ambiente y la salud pública por lo que la clausura efectuada
coresponde por derecho".
"Hace años
que los vecinos de San Nicolás vienen denunciando la contaminación
en esta zona, este es un principio, algo de justicia. Pero aún debe
resolverse la cuestión de fondo que se encuentra en el fuero
federal", explicó a Télam Nora Toia, periodista y activista
ambiental.
Toia explicó que
la causa federal tramita por la infracción de la ley 24.051, de
Residuos Peligrosos, y fue resultado de "una lucha de las
organizaciones tras ver que en el fuero provincial no había avances
en la causa".
Más allá del
color verdoso de las aguas y del olor nauseabundo, la peor
consecuencia de las infracciones a la leyes ambientales como el
arrojo de agua fenólica al río y el entierro de residuos tóxicos
fue el aumento de casos de cáncer, fundamentalmente de piel, que
padecen los pobladores.
Instalada dentro
del ejido urbano lindante con el barrio Químico, la planta de Atanor
ocupa casi 20 mil metros cuadrados y es, según su propia definición,
la única productora y formuladora de triazinas (un componente para
hacer herbicidas) del Mercosur.
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Manifestación contra Atanor por contaminación del medio ambiente en San Nicolás
Fuente:
Ordenan el cierre provisorio de una planta de Atanor en San Nicolás, 06/09/16, Télam. Consultado 06/09/16.
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