El papa Francisco
ha visitado este viernes el que fuera el campo de concentración nazi
de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, donde fueron exterminadas más de
un millón de personas, la mayoría judíos. Durante una hora y media
ha recorrido el campo en completo silencio, que solo ha roto para
saludar a las autoridades polacas y judías, a diez supervivientes, y
a otro grupo reconocido como "los justos entre las naciones",
que arriesgaron su vida para ocultar y proteger a judíos. Sus únicas
palabras públicas han sido las que ha escrito en el libro de Honor:
"Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdón por tanta
crueldad".
Poco después de
las nueve de la mañana, el pontífice ha atravesado completamente
solo la conocida entrada del campo bajo la inscripción en hierro
forjado "Arbeit macht frei" (El trabajo os hace libres).
Tras saludar al director del museo y del campo, se ha trasladado en
un pequeño coche eléctrico al patio donde eran llamados los
condenados a muerte. Allí fue donde hace 75 años el sacerdote
polaco Maximiliano Kolbe se ofreció para morir a cambio de un padre
de familia polaco que iba a ser fusilado.
Francisco I es el
tercer Papa que visita el campo de exterminio. El primero fue el
polaco Karol Wojtyla, en 1979. Juan Pablo II se encontró entonces
con Franciszak Gajownizek, el hombre al que el padre Kolbe había
salvado la vida. También Benedicto XVI hizo un recorrido por el campo en 2006, cuando dijo que este dejaba una tremenda
interrogación: "¿Por qué, Señor, has tolerado esto?".
El Papa ha pasado
cerca de diez minutos orando sentado en la penumbra y con la puerta
enrejada a sus espaldas en la que fue la celda de Kolbe, que fue
beatificado por Pablo VI en 1971 y canonizado por Juan Pablo II en1982. La celda está en el bloque 11, donde se encontraban los
calabozos subterráneos a los que eran enviados los condenados a
morir de hambre y sed.
Tras besar y
tocar con la mano uno de los postes destinados a los fusilamientos,
el Papa ha encendido una lámpara de aceite frente al muro en el que
ocurrieron las ejecuciones durante los años la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945).
En un coche
eléctrico que viajaba paralelo a las vías del tren de esa época,
el pontífice ha llegado hasta el campo de Birkenau, el "Auschwitz
2", construido a unos tres kilómetros de distancia para que
Adolf Hitler llevase a cabo la llamada "solución final"
con la que pretendía exterminar a todos los judíos.
Alrededor de mil
personas han podido presenciar como el Papa caminaba frente a las
lápidas de mármol con inscripciones en los 23 idiomas de los
prisioneros. El gran rabino de Polonia, Michael Schudrich, ha cantado
en hebreo el Salmo 130, el De Profundis, que luego ha sido leído en
polaco por el sacerdote de una ciudad donde toda una familia católica
fue asesinada por ocultar judíos. Francisco I se ha encontrado con
un grupo de 25 católicos que arriesgó su vida durante la ocupación
nazi y ha hablado brevemente con cada uno de ellos.
Fuente:
El Papa Francisco reza en silencio en el campo de exterminio nazi de Auschwitz, 29/07/16, El País. Consultado 29/07/16.
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