Desde los
intentos por instalar la megaminería a la contaminación por
extracción de arenas silíceas, hacemos un breve repaso de las
luchas en Chubut contra la contaminación medioambiental.
por Nadia Pissano
Hace ya 4 años
que Trelew, Rawson, Playa Unión, Puerto Madryn, Puerto Pirámides y
Comodoro Rivadavia, se organizan, marchan y levantan la bandera del
“No a la Mina”. En estos tiempos se ha planteado la lucha desde
una iniciativa popular, con más de trece mil firmas de vecinos y
vecinas que apuestan a la preservación de nuestra tierra y el
recurso más valioso para la vida: el agua.
Allá por el
2012, los vecinos autoconvocados en la Legislatura de Chubut se
alzaban en un ¡No pasaran! rotundo, y tras los palos de la Uocra, la
persecución y las amenazas de referentes sindicalistas y del palo de
petrominera, seguimos adelante, esta vez sabiendo que el gobierno de
Martin Buzzi, gobernador en ese entonces, tercerizaba la represión
utilizando al famoso sindicato de la construcción si uno va a pedir
por la vida futura de nuestro suelo y nuestros hijos.
En el año 2014
nos reagrupamos y lanzamos la idea de una consulta popular, tomando
de ejemplo la lucha inigualable de los compañeros de Esquel. Con
esta impronta nos dispusimos a seguir por la iniciativa popular. El
27 de Noviembre de 2014, tras una vigilia de tres días, nos vetan la
idea original, modificando la mayoría de los artículos presentados,
con las sugerencias de Gastón Berardi, gerente de Yamana Gold, quien
mandaba mensajitos de texto a nuestro queridísimo Diputado del FpV,
Gustavo Muñiz. ¡Cómo olvidarlo! ¡Ley fraudulenta! Faltaba más
que si se iba a legislar, tendría que hacerse para la multinacional
y no para el pueblo.
Desde ese
entonces, las cosas se nos volvieron muy difíciles, muchos caímos
en la cuenta de todos los negociados nefastos de muchos que decían
apoyarnos. Los 15 diputados que aprobaron el proyecto de zonificación
minera fueron: Héctor Trotta; Juan Ale; Javier Cisneros; Eduardo
Daniels; Mónica Gallego; Elba Willhuber; Vicente Jara; Alejandra
Johnson Taccari; Argentina “Ika” Martínez; Adolfo Mariñanco;
Exequiel Villagra; Gustavo Reyes; Félix Sotomayor y Gustavo Muñiz
(todos del FpV) y Carlos Gómez (PJ). Nos entregaron en bandeja de
“plata”...
El gobierno de la
provincia del Chubut actual ha zonificado el territorio en cuatro
comarcas: Los Andes, Río Senguer-Golfo San Jorge, VIRCH-Valdés y
Meseta Central.
El objetivo
claramente ha sido “aislar” al centro de la provincia, que
contiene grandes yacimientos de oro, plata y uranio, entre otros
minerales metalíferos. Viven allí nueve mil personas
aproximadamente (según el Censo 2010) y poseen en conjunto los
niveles socioeconómicos más bajos de la provincia, producto de una
histórica desatención estatal.
Este año hemos
leído titulares de diarios como estos: “Nación quiere explotar
uranio en la provincia de Chubut”, “Das Neves quiere que
profundizar la explotación de arenas silíceas en Chubut”;
conociendo así a un lobo disfrazado de cordero… El proyecto de
arenas silíceas comenzó a implantarse en año pasado, con la idea
de abastecer de tales arenas al yacimiento de fracking (no
convencional) Vaca Muerta de nuestro queridísimo Chevron (de capital
norteamericano, que ingresó a nuestro país en el 2013, condenada en
2011 por los tribunales de Ecuador tras derrame y contaminación
irreparable en la amazonas ecuatoriana), famosa por estar dentro de
tierras ancestrales mapuche, y por tener ya en su historial una
muerte por contaminación de sustancias metalíferas en sangre,
Cristina Lincopan, una de las principales líderes de la resistencia
mapuche a las petroleras, quien falleció a los 30 años de edad por
insuficiencia renal. Estos antecedentes denotan el nivel que manejan
no solo las multinacionales, sino también los falsos informes de
repercusión ambiental avalados por los políticos de turno.
Mucho se
cuestiona el daño ambiental que se efectuaría al extraer arenas
silíceas en la localidad de Dolavon. El geógrafo Roberto Ochandio
nos ha dado algunos índices de lo que sucederá: el polvo finísimo
que se levanta de la arena, menor a 2,5 milésimas de milímetro, se
deposita en el fondo de los pulmones y produce una forma de cáncer
llamada "silicosis". Los trabajadores de la planta de
procesamiento serán los primeros expuestos al polvo de sílice. El
viento patagónico, soplando siempre desde el oeste, llevará
inmediatamente este polvo hacia el centro de Dolavon, dejando a la
población expuesta a un riesgo para el que no está preparada (ni
pueden estarlo). Finalmente, el río Chubut será la nueva víctima
del gobernador Das Neves. Al escaso caudal del río se le sumará el
uso indiscriminado de la planta más la contaminación resultante de
esas operaciones. La primera consecuencia será un aumento de
turbidez con su consecuente impacto en la vida acuática y las
plantas de tratamiento aguas abajo. A ello se le agregará la
contaminación producida por cualquier compuesto químico que se use
en esta planta. El 24 de junio se aprobó en la Legislatura de Chubut
la declaración de bien público de las arenas silíceas, lo cual
convierte al Estado en un socio estratégico de la actividad. Lo que
aún resta discutir son las regalías que obtendrá la provincia por
la extracción de sus recursos naturales, qué impactos le generará
a la salud de los habitantes de Dolavon, 28 de Julio, Gaiman y
Trelew; qué impacto ambiental tendrá sobre las aguas del río
Chubut, qué daño generarán a las rutas el traslado de 20 camiones
diarios de arena; qué valor agregado puede generarse en la zona más
allá de los “40 empleos directos” prometidos por YPF y qué
pasará cuando sólo quede un pozo. Todo esto es una incógnita pero,
mientras tanto, los camiones van y vienen uniendo silenciosamente las
provincias y los políticos engordan billeteras…
El pequeño gran
minero, Das Neves, en febrero de este año salió en los medios
cordilleranos a defender entre muchas comillas nuestra causa, el
agua:
“Defenderemos a
nuestra gente y nuestros recursos, nosotros vamos a jugar muy fuerte,
no tengan dudas”, “mi posición y la de mi gobierno es uno de los
temas que vamos a plantear para que quede claramente en la
Constitución, para que no venga ningún lobby ni patotero a
atropellar a nuestra gente y nuestras comunidades sólo tengan
capital e historia, es el tema del agua como prioridad absoluta. De
eso no tengan ninguna duda”.
Cierto es que la
palabras se las lleva el viento, y que el viento, ojala así sea, nos
amontone y mañana seamos miles en las calles, diciendo que no
pasarán, que esta tierra no se vende y que el agua vale mas que el
oro. Exigiendo al Gobierno Chubutense, nos escuche y respete la
decisión del pueblo. Nadie es dueño del agua, y tampoco de su
lucha, por eso la única bandera que se levanta es la del agua y la
vida, ¡por una Patagonia rebelde y luchadora!
Fuente:
Nadia Pissano, La Patagonia negociada: historia reciente de la lucha ambientalista, 28/07/16, La Izquierda Diario. Consultado 29/07/16.
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